Estaba en posición, con quien iba a practicar era un compañero de equipo de nombre Hiro, el segundo con mejor calificación, estaba en practicando la técnica de ataque "El Fondo".
Consiste en estira completamente el brazo, antebrazo, muñeca y el arma deben estar en línea recta con el dedo pulgar en la parte superior del puño y la pierna estirada hasta atrás.
—¿Bien están listos? — pregunto mirándonos a los dos.
—¡Listo! — gritamos mi compañero y yo al mismo tiempo.
—¡Ya!
Apenas dio la orden y el sonido de las espadas golpeándose entre sí, no era nada complicada esquivar cada uno de sus ataques, pero de repente te el juego se empezó a ser mucho más fuerte.
El sudor de mí frente era excesivo, mis manos y piernas se movían rápidamente tratando de ganar, de repente mi vista se nublo por un momento y un tremendo dolor de cabeza se hizo presente.
Apenas sentí pulsadas en la cabeza y caí al suelo dando por hecho mi derrota.
—¡Gane! — grito mi compañero sonriendo — ¿oye te encuentras bien?
De repente el entrenador y mis demás compañeros estaban rodeando me preocupados.
—He si... Solo me duele un poco la cabeza... — hablé con un poco de dolor.
—Bueno creo que ya es todo por hoy Ren, bueno el jueves seguiremos — habló mientras me ayudaba a levantarme — que tengan una buena noche
El entrenador se despidió de cada uno de nosotros y se marchó, normalmente los cuatro nos íbamos en grupo a nuestras casas pero en esta ocasión íbamos a ir a un restaurante cercano.
Durante el camino estuvimos todos hablando de cosas de nuestro pasado y lo que pensábamos hacer ahora que éramos unos chicos graduados y con una carrera.
—Bueno yo estoy pensando en hacer la maestría — mencioné mirándolos.
Todos me miraron sorprendidos ya que estábamos en una de las carreras más difíciles de todas, o bueno eso dicen, estudio la carrera de "Matemáticas".
—¿Enserio? — pregunto sorprendida — pensaba que ya habías encontrado trabajo
—Bueno si tengo bastantes propuestas de trabajo pero quiero hacer la maestría y luego el doctorado — hablé de forma obvia.
Me estuvieron hablando y reprochando la idea de hacer la maestría y el doctorado haya que escuchamos las bocinas de autos como locos.
—¿Que estará pasando? — pregunto sorprendido — hay demasiado ruido
Todos fijaron la mirada al hombre que estaba parado al medio del camino, tenían puesto un extraño conjunto que se me hacía conocido, hasta que volteo a mi dirección puede ver la cara de Ichirohiko.
—Ichirohiko... — susurré y los tres me miraron.
—¿lo conoces? — preguntaron los dos sorprendidos.
Sin decir más comencé a correr donde estaba Ichirohiko y cuando estuve lo suficientemente cerca hable.
—Ichirohiko — el me miro espantado — ¡soy Kyuta!
El sin dudar se acercó a mí y me tomo de la muñeca, podía escuchar el grito de mis amigos tratando de detenernos, cuando estuvimos bastante lejos me solté de su agarre.
—¡¿Que es lo que pasa Ichirohiko?! — grite y todo el mundo nos miró.
Lo mire detenidamente y tenía unos cuantos raspones en su rostro y lágrimas caían por sus mejillas.
—Acompáñame... — le susurré y comencé a caminar.
Comencé a caminar entre callejones para evitar que alguien nos viera, durante todo el camino me quedé callado y solo pude ver sus ojos llenos de tristezas, al llegar a casa abrí la puerta y él entró primero.
La casa no era tan espaciosa ya que solo eran tres habitaciones, una de mi padre, una miá y la otra su oficina.
Además de una pequeña cocina, un comedor, la sala y un baño.
Cerré la puerta al momento que encontré, lo mire, el ya se encontraba arrodillado frente a mí.
—¡Kyuta por favor regresa al valle! — grito con un gran hilo en la voz.
—I-Ichirohiko
—¡por favor! — grito mirándome con lágrimas en los ojos.
—¿dime que paso? — pregunté preocupado.
—todo el valle fue destruido — tartamudeo con dificultad.
En ese preciso momento el tiempo se paró en seco, su padre se había encargado en protegerlo, me dijo que todo estaría bien...
—Ichirohiko dime ¿como paso eso? ¿Y tu padre? ¿Tu hermano? ¿Cómo está el valle? — pregunté muy preocupado.
—No lo sé... — contestó triste — yo solo, desperté en el mercado y todo estaba...
Ichirohiko no continuo, lágrimas bajaban de su mejilla mientras cerraba los ojos con fuerza.
Levanté a Ichirohiko del suelo y el simplemente me miro con esperanza y súplica, lo senté en el sofá y fui a preparar un té verde.
Mientras preparaba el te pude notar como Ichirohiko hacia todo lo posible para mantenerse despierto dándose un pellizco o mirando la lámpara que tenía a un lado.
—ten ichirohiko — le entregué el te con sumo cuidado y me senté a su lado.
—gracias — contestó tomando un sorbo.
Pasaron algunos minutos mientras tomaba su té, al ver la taza pude ver que le quedaba poco, así que decidí hablar.
—¿porque no duermes? te ves cansado — hablé mirándolo preocupado.
—si gracias Kyuta — dio una pequeña sonrisa.
—mi habitación es la primera puerta a la izquierda — pronuncie calmado.
Ichirohiko dejo la taza en la mesa de noche y se levantó del sofá para dirigirse a mi habitación
Me acosté en el sofá y crucé mis brazos bajo mi cabeza, ellos me ayudaron en su tiempo y ahora me toca devolverles el favor, por segunda vez.
Hace mucho lo hice deteniendo a Ichirohiko cuando el odio lo consumió, algo que me puede pasar a mí también.
Yo simplemente di un suspiro y tome mi celular que se encontraba a lado de la lámpara.
Pensé un momento y entre en WhatsApp, vi la conversación de Kaede y mandé el siguiente mensaje.
Lo siento mucho pero tendremos que cancelar nuestras vacaciones.
Lo siento pero recuerda que te quiero, no me busques, voy a estar bien no te preocupes.
Envié el mensaje y deje el teléfono en la mesa y encendí el televisor, pasaba por canales que realmente no me llamaban la atención.
Después de algunas horas termine rindiendo y apagando el televisor, me levanté para ver cómo se encontraba Ichirohiko, pero antes de abrir la puerta escuche como si hablaran.
Algo que me puso como los pelos de punta, abrí la puerta y pide ver a Ichirohiko dormido pero caía sudor de su frente y hablaba cosas como: "No no no", "no sé donde esta Kyuta", "dejen de gritar", "¡dejen me en paz!"
—¿Ichirohiko? — dije moviéndolo un poco preocupado.
Ichirohiko despertó exaltado y me miró.
—¿estas bien Ichirohiko? Solo fue una pesadilla — hablé tratando de calmarlo
—si estoy bien — dio un suspiro al final.
—vamos levántate — hablé sacando una caja debajo de mi cama.
—¿a donde vamos? — pregunto confundido.
—vamos a salvar el valle
Conteste con una sonrisa mientras abría la caja saliendo un deslumbró de ella, era una Kanata que cuide con todo mi corazón durante todo este tiempo.
Ichirohiko dio una gran sonrisa y se paro de la cama de un salto, tome una mochila antes de salir donde guarde unas cuantas cosas, al salir del departamento me sorprendí al ver a Kaede sentada en el último escalón.
—¿Kyuta a donde vas? — pregunto de inmediato y después vio a Ichirohiko — ¿tu qué haces aquí?
—hola Kaede — susurro un poco incómodo.
—Kaede te dije que no me vinieras a buscar — ignore su pregunta completamente.
—pero Ren prometiste jamás regresar al valle — contestó de forma obvia.
—sabes ya no me gusta que me digan Ren — conteste enfadado.
—¡ese es tu nombre! — grito.
—¡pero no me gusta que me digan así! — conteste poniéndome frente a ella.
—lo siento yo...¿porque vas a regresar? — pregunto un poco calmada.
—el valle está siendo destruido de nuevo, sabes que tengo que ir allí — tomando sus manos.
—pero Kyuta... — ella me miro a los ojos y le di un pequeño beso en su cabeza.
—déjame hacer esto... — suplique.
Pasaron unos segundos para que finalmente ella asintiera con la cabeza, le sonreí y le di un cálido beso en sus labios rosados.
Nos separamos y comencé a caminar, Ichirohiko de igual forma lo hizo pero un poco más lento, mire por última vez atrás y pude ver cómo Kaede me sonreía.
Pasamos algunos minutos caminando hasta que estuvimos a algunas cuántas calles más pero antes de seguir con nuestro camino sentí como tomaban mi brazo con fuerza.
—eh chico ¿cuantos años tienes? — me miro desafiante y por el uniforme me di cuenta que era un oficial de policía.
—tengo dieciocho años ¿Me podría soltar? — dije un tanto incómodo.
—no tienes que demostrarme lo y tú ¿cuantos años tienes? — habló dirigiéndose a Ichirohiko.
—yo...bueno... — el me miraba con nervios.
—¡¿usted es menor cierto?! — grito enfadado mirando a Ichirohiko.
El policía iba a tomar el brazo de Ichirohiko pero en cambio él dio un gran golpe en el estómago por instinto.
—¡vámonos Ichirohiko! — tome su brazo y empezamos a correr.
Apenas empezamos a correr y pero muchos más policías nos seguían, al parecer nos habían visto.
Como arte de magia recordé cuando era tan solo un niño que escapaba de la policía pensando que me había escapado de casa, cuando en realidad escapaba de la realidad.
Ya estábamos a pocas calles de donde se encontraba el callejón pero pude ver cómo atrapaban a Ichirohiko sosteniendo sus brazos.
Ya estaba corriendo a donde estaba el cuando le dio un cedazo al oficial y logró soltarse fácilmente.
Volvimos a correr y llegamos al callejón donde nos metimos de inmediato, nos quedamos hay por unos segundos mientras veíamos como los policías pasaban de largo.
Al estar seguros de que ya se habían ido nos miramos y entramos a aquel gran laberinto con sus irónicas mesas con flores encima.
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El Niño Y La Bestia: El Regreso Del Héroe
FanfictionKyuta abandono el valle, dejo las peleas y se concentro en los estudios sin olvidar las enseñanzas que aprendio a lo largo de esos años al igual que todo el daño que le causaron. Aún con el deseo de regresar y cuidar el valle, porta en el interior d...