Capitulo 1

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Yo le aposté diez mil pesos a que le llegaba a la chica de cabello rojo. Sin embargo, Harry me apostó doce mil que le llegaba al chico de cabello rubio. Decidí subirle.
- Yo le doy catorce a la de cabello rojo, no te olvides que seré quien tirará el papel- le dije. La clase estaba en silencio; y nuestros murmullos eran lo completamente bajos para que nadie pudiera escucharnos. El me miró dudoso, no quería subir la oferta. Lo sabía. Era un cobarde. Mi mejor amigo era un completo cobarde.
- Yo le subo quince a que le llega al del cabello rubio, después de todo, siempre fallas- me miró tragando saliva. Reí con ganas. La profesora se dio la vuelta debido al ruido.
- Señorita _____, primera advertencia, usted sabe que a la tercera se va de mi clase- me miró fulminante. Reí un poco.
- Eso quiere decir que me queda un chip libre- dije con orgullo. Negó con la cabeza como si fuera la típica adolescente descontrolada y nuevamente comenzó a escribir en el pizarrón. Mis amigos, Louis y Zayn me miraban divertidos.
Yo me sentaba en el fondo, con Harry. Era la única chica miembro del grupo de "los chicos malos". Así nos llamaban. Si tan solo hubieran sabido que Harry todavía dormía con su manta; que Louis tenía mil peluches, y que Zayn alucinaba con ir a Disney World, quizás hubieran cambiado esa opinión sobre mi.
Algunos decían que Harry vendía drogas. Mentira. Otros decían que Louis se había acostado con todas las chicas del instituto American Rights. Louis era virgen todavía. Y la gran mayoría creía en que Zayn había sido quien había quemado el auto del director hace una semana. La verdad es, que la otra mayoría creía que lo había echo yo. Pero no fue ninguno.
Los chicos nos miraban con terror como si pudiéramos dejar sus rostros llenas de sangre. Me causaba risa que pensaran en aquello.
- Yo le apunto diez y seis al chico de cabello rubio- me dijo Harry de repente. Lo miré levantando una ceja. Saqué el papel de mi cuaderno y lo moldee. Bastante práctico. 
- Veinte mil a la de cabello rojo.- dije por ultima vez. Zayn y Louis miraban mi jugada con los ojos completamente pegados en mi. Me animaban a que tire el papel.
¡Bam! El papel paso entre medio de la chica de cabello rojo y del chico rubio y le llegó en el trasero a la profesora. Intenté aguantar la risa, pero no pude. Louis era el menos disimulado. Sus carcajadas se escuchaban a metros de distancia.
La profesora se dio vuelta con tanta furia que podía ver humo salir de sus orejas como si se tratara de un dibujo animado. Eso hizo que todos rieran aun más. El instituto American Rights no era gobernado por una chica que usaba faldas cortas, camisas que dejaban ver más de lo necesario y tenían un enorme trasero. Era gobernado por mi; una chica de chaquetas de cuero, polerones de mil pesos, pantalones apretados y las mismas viejas y rotas zapatillas.
- ¿no se puede aguantar hasta el recreo para tirar papeles?- me pregunto arqueando una ceja.
- ¡fue un tirazo!- exclamó Louis. La profesora lo miró a él. Se aclaró la garganta- Digo que.. Em... Yo..- puso los ojos en su libro- ¿quiere una manzana?
- Silencio, Louis- volvió la vista a mi- es su segunda advertencia, ____. A la tercera saldrá de la sala.
- Si mi querida profesora- le sonreí. Harry me miró.
- ¿vas a relacionar su estado de ánimo con la insatisfacción sexual que su marido le entrega?- pregunté. Lo conocía bastante. Asintió lentamente.
- Me debes veinte mil pesos- sonrió. Lo miré atónita.
- Tu botaste por el chico rubio- me quejé.
- Si lo vemos científicamente, llegó más cerca del chico rubio que de la pelirroja, eso quiere decir que tenía mayores posibilidades de ganar el..
- ¡tenías!- exclamé, dándole la razón- tiempo pasado, Harry, deja de alucinar un poco chico, y vuelve a hacer tu tarea
- Si serás..- me miró feo. Diez minutos desde que la clase estaba completamente calmada. Eso no era normal. Comencé a balancear mi silla; hacer sonar mi lápiz. Nada me dejaba satisfecha.
Me balancee en la silla una vez más; solo que esta vez se me fue de las manos. Vi mi vida en un segundo cuando caía hacía el lado derecho como en cámara lenta. Luego mi cuerpo rebotó contra el suelo y un "mierda!" salió de mi boca. Ahora estaba tirada allí y todo el mundo reía. Louis no podía más, estaba que se hacía pis ahí mismo.
- Fuera- me miró la profesora sacándose las gafas.
- Pero..
- Fuera, si no quieres que llame a tus papás, _____- dijo una vez más- Y ve donde el director, quería hablar contigo al término de la clase, pero como tu clase termina justo en este momento, tendrás que ir ahora- rió, gozaba de esas situaciones. Me dirigí hasta la puerta pensando en lo obvio.
- y una cosa más- dijo antes de que saliera- Si piensas escaparte a otro lugar que no sea donde el director pues mejor fíjate bien en donde vas, las cámaras de seguridad están funcionando hoy día y después de que la investigación del auto quemado sea botada en un cincuenta por ciento en ti
- y otro cincuenta en Zayn- aportó Harry. Todos rieron.
- Hijo de las re mil..- comenzó Zayn. La profesora lo fulminó con la mirada- te quiero Harry
- ¡gracias!- exclamó enfadada- no necesitaba el aporte de ustedes dos, cual de los cuatro más desordenado- volvió a fijar la mirada en mi- como decía, no creo que sea expulsada, mucho menos en su ultimo año, sería una pena si no se gradúa- me miró fijo. Maldije en mi mente y di un buen portazo mientras me dirigía a lo del director.
¿de que querría hablar conmigo? Porque si era la broma que le habíamos echo a ese chico de esconder su ropa en un casillero mientras el corría desnudo por el colegio, pues entonces no me hacía cargo.
Me paré en frente de la puerta, deseando que lo que tuviera que decir fuera completamente corto.
- ______- me miró- cinco años aquí y todavía no tocas la puerta- negó con la cabeza.
- ¿que puedo decir? siento esta como mi casa- mentí. Me repugnaba estar allí.- ¿de que quería hablar, por cierto?- me acomodé en la silla. Las llaves se cayeron de mi bolsillo. Era el llavero de la amistad. Allí tenía las llaves de la casa de Zayn, la casa de Harry y la casa de Louis. Todos vivíamos en la misma población; nos conocíamos desde pequeños. Haciendo travesuras desde que entramos a la casa del chico que nos caía mal a los diez años en su cumpleaños y pinchamos su piscina. Para ese entonces teníamos claros nuestros propósitos.
- Tus notas- sacó unos cuantos papeles mostrando el porcentaje de mis calificaciones. Iban de mal en peor.
- ¿que quiere que haga?- pregunté- No soy una cerebrito 
- Lo se, y es por eso que éste año el programa estudiantil ha creado un programa para los chicos a los cuales les cuesta, o tienen dificultades con el aprendizaje
- no tengo dificultades con el aprendizaje- me defendí. El me miró; sabía que si tenía dificultades. Había quedado con un retraso en primer año, pero nunca me dejaron repitiendo.
- Creo que lo mejor será que tengas un tutor- me miró. Tragué saliva. Glup.
- ¿un tutor?
- Obligatorio- sonrió- Hable con tus padres, ¡no pueden estar más contentos!
- No tendré ningún tutor - reí- Si quieren hacerle perder el tiempo a alguien, pues adelante, este cabeza- señalé mi frente- Nunca podrá aprender
- Lástima que ya hable con el chico, Niall, se llama, va en tu clase, rubio.. De ojos azules..- me puse a pensar. Entonces recordé al chico al que Harry le apostaba el papel.
- ¿no habla en serio , verdad?- reí sarcástica- esto es una broma, no necesito ningún tutor de lo que sea, puedo aprender por mi misma
- Está decidido- se levantó, mostrándome la salida- algún día me lo vas a agradecer

 No tengo ni la mas minima idea de que ha pasado con la novela, se borro de repente. Volvere a subirla!

Y tu... Crees en la magia? (Niall Horan y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora