Capitulo 24

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Niall

No se que me había molestado más; que ella me deje como un idiota frente al mundo entero, o el hecho de que crea que yo le podría decir fea alguna vez. 
Sentía sus pasos detrás de mi monótonos y continuos como si nunca se fueran a acabar. 
¿Y yo? pensé que de verdad se declararía conmigo. Era un completo inepto; eso que había dicho mientras estaba drogada era todo mentira. A ella nunca le podría gustar alguien como yo; descartaba todas- y cada una- de las posibilidades.
Sentí como su brazo me daba la vuelta; vaya que estaba molesta. Las chicas como ____ no son nunca ignoradas y ya me imagino como debe ser su primera vez; lamentable, tortuosa. A mi me dolía ignorarla tanto como creía que a ella le dolía que la ignoren.
Se veía realmente molesta; Su cabello estaba desordenado y su mochila estaba en su codo en vez de su hombro. Parecía un desastre; un hermoso, perfecto y divertido desastre que podía contagiar mi mundo de sonrisas puras, o enojos puros. La miré sin aliento; no sabía cuando ni como había pasado, pero hace rato que me traía de esa manera.
Pero no quería. Quería ignorarla por más que me duela; porque en alguna parte de mi sabía que si seguía haciendo caso a esos ojos me pasaría como en un juego de niños con fuego; sabes que no debes, sabes que algo malo pasará, ¿y que es lo que sucede después? terminás quemándote, y quieres buscar algo de agua para apagar todo, largarte, sanarte, pero solamente te ahogas.
- ¡te estoy hablando! mírame cuando te hablo- reclamó enojada. Negué con la cabeza mientras nuevamente me daba la vuelta y ella nuevamente me agarraba del brazo; esta vez con más fuerza. Ni si quiera podía pedir perdón; era una palabra que en su diccionario no existía. No entendía como un ser humano podía ser tan caprichoso y la vez gustarme tanto; ella conseguía siempre todo lo que quería, y era la persona a la cual no le tenía envidia por eso; al contrario, cada vez que la veía mi mundo abría los ojos y sonreía.
Maldición. Sonaba como un maldito embobado; no podía evitar el pensar en ella. Ya era algo que se estaba haciendo demasiado obvio. Mis hormonas funcionaban por y para ella.
Ella era mi ciencia. Quería negarlo; pero era imposible.
- te dije que me mires cuando hablamos..
- no estamos hablando, chica- la interrumpí. Ella se echó hacía atrás molesta- y esto no es una conversación, para eso se necesitan dos personas al igual que para pelear, así que deja de fruncir ese ceño y ve a casa
- ¿que tal si no quiero? - la miré confundido- Imagina si me pierdo.. E imagina cuantas personas nos vieron salir del colegio hoy día, y ahora imagina lo que pensarán.. ¿que me hiciste algo, tal vez? No creo que eso se vea muy bien en tu hoja de vida, hombre.
- Tu no harías eso- la desafié. Pero sabía que era en vano. Ella sonrió triunfante. 
La acompañé a ; como era su deseo- supuse- pero durante el trayecto nadie dijo nada. Ella me miraba como esperando que diga algo; pero yo mantenía la vista en frente como si no la viera, cuando en realidad sentía sus ojos con fuerza sobre los míos. Una vez que ella se daba la vuelta la miraba de reojo; a lo lejos, a lo largo. No quería ser obvio.
Se detuvo en frente de una casa que yo conocía. La había visto; y había entrado Los gritos desde afuera eran insoportables y me imaginé como debía ser el estar adentro; gritos de hombres, como si fueran miles y al mismo tiempo como si fuera solo uno. Entonces reconocí que era la casa de Zayn.. ¿es que vivían juntos? ¿eran algo más? Quizás era la razón por la que ella se la pasaba ahí y por la que Zayn ladraba antes de que toque la bocina. 
Se dio la vuelta y me miró durante largos segundos; yo miraba al suelo. Tragué saliva sin darme cuenta y levanté la mirada; tenía una dulce sonrisa, más incluso que cualquier Hershey. Sus ojos se veían demasiado claros con la luz del día y se balanceaba detrás hacía delante sobre sus propios pies; como para sacarle una foto y nunca volver a botarla.
Escuché como los gritos que provenían de adentro se detenían y un gran golpe se escuchaba contra la ventana; era que habían ido corriendo hacía allí y uno de ellos había empujado a Harry contra el vidrio y este había chocado de una manera realmente potente. Fruncí el ceño mirándolo preocupado; pero tan pronto como recobró la vista se puso al lado de sus amigos; viéndonos a nosotros. Se escondían detrás de las cortinas como si su presencia fuera un verdadero misterio. Parecían hermanos celosos duplicados en padres celosos y triplicado en novios celosos. Llevaban unos pijamas raros; iguales, pero de distinto color.
Me sentía observado por un ojo gigante cada vez que estábamos juntos y aparecían ellos.
La miré nuevamente; seguía de la misma manera. Suspiré y miré a sus amigos de reojo; se veían tan molestos como se veía el coyote cada vez que el corre caminos lo perseguía.
- Adiós- le dije finalmente. Su sonrisa en el rostro se deformó un poco. Tomó una enorme, gran, gigante, realmente inmensa porción de aire y la exhaló fuera de su cuerpo, y durante unos segundos escuché como decía tan rápido "lo siento" que apenas pude distinguir la separación de sus palabras.
Me miró y yo allí, sin poder creer lo que escuchaba. Sus amigos intentaban escuchar también poniendo el oído en la ventana y ahora la cortina estaba aplastada en partes en la ventana por tres orejas que pensaban que no se distinguían. Reí por lo bajo y la volví a mirar a ella.
- ¿perdón?- le pregunté mientras ponía una mano en mi oído como si no hubiera escuchado. Ella farfullo molesta y lo volvió a decir; más lento, pero entre dientes, así que se escucho igual de mal- Lo siento, no te he escuchado, ¿que has dicho?
- Que lo siento, Niall...- susurró.
- No te escucho- insistí.
- ¡lo siento! ¿vale? No quería que te enojes conmigo, era una broma, todo lo que hago es un broma, lamento que te haya molestado tanto.. Por favor no te enojes conmigo..
- Wow.. En serio, estoy conmovido- suspiré. Ella rió divertida y me dio un pequeño golpe en el brazo mientras se acercaba a mi con ternura. Pestañee rápido y en dos segundos la tenía frente de mi; tragué saliva como pude y mis pies se comenzaron a mover con desesperación buscando un lugar al cual escapar y no encontrando ninguno. Ella cada vez se acercaba más, ¿que se supone que haría? ¿quería besarme? ¿realmente?
La ventana se abrió de golpe y vi como sus tres amigos caían en orden al pasto uno encima del otro; adoloridos y quejándose. Cuando me aparté rápido y volví a fijar la vista en la chica que parecía estar frustrada; se veía igual de ruborizada. Suspiré mientras el primero que se ponía de pie era Louis, que se acercaba a ella inflando el pecho y echándose para atrás para parecer más alto.
- Jovencita- le dijo con el ceño fruncido- Esta no es una hora prudente para venir llegando a la casa, ¿sabe usted que hora es?- preguntó. Ella negó con la cabeza mientras fruncía el ceño; detrás apareció Zayn quien me miraba mal.
- ¡adentro, ahora!- le exclamó. Ella los miró enfadada.
- A mi, pedazos de inútiles no me van a venir a decir cuando tengo que entrar a casa y a que hora, ¿entendido? Y si no se largan rápido me veré obligada a llamar a sus mamás..
- ¡no!- gritaron al unísono mientras corrían hacía adentro y yo reía por lo bajo. Sentí como alguien más me abrazaba por la espalda y al girar el rostro divisé a Harry. El sonreía de oreja a oreja.
- ¿que shampo Usas?- preguntó mientras acariciaba mi pelo. Parecía que alguien todavía estaba bajo el efecto de las drogas.
- Em.. No lo se- me encogí de hombros.
- Yo uso loreal Kids, así no me entra espuma a los ojos pero tu cabello es más suave, supongo que porque es liso..
-¡llamaré a tu madre, Harry!- lo amenazó ella sacando el teléfono. En dos segundos el ya no estaba allí. Reí divertido mientras ella suspiraba; seguían en la ventana- Lo siento- se disculpó nuevamente.
- Ya basta, ve a estudiar- le sonreí. Ella me miró abriendo los ojos- Bien, solo por hoy..- le dije; ella volvió a sonreír. Se dio la vuelta para caminar hacía adentro antes de que sus amigos hagan algo más.- Eh- la llamé. Ella me miró mientras ponía una llave en la cerradura,¿de la casa de Zayn? ¿porque la tenía ella? Miré mi bolsillo para comprobar; yo también la tenía.- No hagas nada malo
- ¿que malo podría hacer?- preguntó inocente. Entonces la miré abriendo los ojos y comprendió- que no, Niall, no me dejaste que te explique..
- Explica, entonces chica.
- Mañana, quizás- rió- adiós Niall
- ¿segura que estás bien con esos allí adentro?- le pregunté mientras veía que se ponían a correr de un lado a otro como ordenando las cosas. 
- Me acostumbré- dijo divertida.
- Va.. En serio, no hagas nada malo o me veré obligado a volver
- ¿volverás si hago algo malo? wow, debería sentirme afortunada
- no te creas..- le dije. No me quería despedir de ella, pero cada vez estaba más cerca. La llave entró en la cerradura; y puso un pie; solo uno. Me miró.
- Gracias por tenerme paciencia mi gloria ñoña - dijo cerrando la puerta detrás de ella. Me encaminé hacía mi casa mientras mi corazón susurraba para mis adentros.
- No hay de que, bonita- dije yo, sin que ya nadie pudiera escucharme.

Y tu... Crees en la magia? (Niall Horan y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora