Capitulo 27

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Zayn se encontraba mejor del estomago; simplemente le dolía un poco y no sabíamos que era lo que había comido; pero después de una larga tarde cuidándolo me dirigí hacía casa.
Me encontraba en el sillón tendida boca arriba pensando en que era lo que había echo yo para merecer que Niall me deje por esa chica. No tenía nada especial; siquiera.
¿Que me pasaba? esa no era yo. Me sentía tentada a tomar mis cuadernos y estudiar un poco a pesar de que mágicamente mis papás me dijeron que efectivamente sí había subido mis notas un poco.
La puerta de la casa se abrió y apareció el rostro de Harry que ni siquiera se dio la vuelta a mirarme. Sin importar mucho a donde él se dirigía- cruzando derecho, lo que tenía una idea- volví a poner el rostro en el sillón.
Lo vi saliendo con un paquete de galletas en la boca.
- Cierra bien la puerta- le dije mientras el manifestaba toda su obediencia con un portazo. Volví a mirar al techo nuevamente. Solamente pensaba en lo que había pasado esa tarde.
Y es que yo lo había ido a buscar dispuesta a dar una vuelta con él; incluso aprender algo, ¿y a cambio? simplemente se había ido con Taira. El había decidido por su parte; y como había dicho; no somos nada.
Nunca éramos nada; nunca lo seríamos.
Golpee el sillón con fuerza y tomé mi llavero mientras dejaba una nota en el refrigerador a mis papás para que no se preocupen; a pesar de que si me sucedía algo sabía a quien llamaría primero.
O a quienes; los tres mosqueteros que eran mis ángeles guardianes.
Me puse a pensar durante unos momentos; Si Harry había entrado a casa a buscar galletas seguramente estaba aburrido y en su casa no había nada rico para comer así que vino a la mía.
entonces Louis no estaba en casa de él.
Caminé hacía la casa de Louis girando las llaves en mi dedo mientras tarareaba una canción de aerosmith y pensaba en Niall al mismo tiempo; eso de que las mujeres no pueden concentrarse en dos cosas a la vez es mentira, yo soy testigo de aquello.
Entré a la casa de Louis; su hermano estaba casi tirado encima de una chica intentando besarla. Me miró frustrado y la chica comenzó a reír nerviosa mientras yo me aguantaba las carcajadas que tenía para soltar. Me llevé ambas manos a la boca para poder detenerme y seguí caminando a su habitación pero antes de entrar noté su voz.
- Está en casa de Harry- exclamó.
- Pero Harry acaba de ir a mi casa- reproché.
- ese no es asunto mío- dijo y se dio la vuelta. Nuevamente salí de allí; a veces mis pensamientos me engañaban tanto como me engañaba la vida cuando me decía que me veía bien un sábado a las cuatro de la tarde cuando seguía con el pijama puesto y llegaban las visitas. 
Caminé frustrada a casa de Harry esperando que su madre no tuviera los nervios de punta para que no comience a gritar; de las cuatro casas la mejor opción era la de Zayn porque a sus papás no les importaba si gritábamos o no, mientras no entremos a su pieza y era lo primero que hacíamos al entrar a la casa; entrar a su pieza.
Metí el llavero en la casa de Harry; desde afuera se escuchaban los gritos y podía apostar mil pesos a que su madre no se encontraba allí pues todavía no se escuchaba nada por parte de ella.
Cuando entré los vi haciendo una enorme torre de comida; era impresionante. Abrí los ojos; Louis seguía poniendo bebidas y papas fritas abajo de las galletas y las ramitas.
Negué con la cabeza mientras los miraba; estaba segura que mi rostro era el mejor. Pero seguro era mejor que ellos; como si nunca hubieran comido un trozo de galletas comenzaron a abrir los paquetes; y en vez de comerlo todo se lo comenzaron a tirar el uno encima del otro sin notar todavía que yo estaba allí.
Me aclaré la garganta; nada.
- ¿cuando será el día en el que me sienta tomada en cuenta por mis casi hermanos?- pregunté. Ellos se dieron la vuelta mientras agarraban su comida y se la echaban a la boca como si yo se las fuera a robar. Patee su pila de comida haciendo que se hicieran los muertos y se tiren al suelo.
Me senté en el sillón.
- ¿donde está la Señora Styles?- pregunté. Harry me miró fulminante. Louis miró su reloj y sin decir una palabra echó toda la comida a su mochila y se marchó. Lo miré confundida pero me encogí de hombros y volví a preguntarle a Harry.
- No se- se encogió de hombros- ¿como te fue con Niall?- preguntó. Lo miré.
- ¿tu como sabes?
- Lo supuse- se encogió de hombros- nunca nos dejas tan repentinamente.. Hasta ahora- suspiró- y tomando en cuenta que has llegado temprano, no ha habido suerte para la cenicienta hoy día, ¿no?- me miró. Me recosté en el sillón y miré el techo como lo hacía en mi casa; pero ahora parecía necesitar la ayuda de alguien para quitarme a Niall de la cabeza y Harry parecía ser el chico indicado a pesar de que sabía que no lo era.
- Se ha ido con Taira...- Dije finalmente. Él me miró y se acercó más a mi.
- ¿así que admites que te gusta?
- ¡claro que no!- exclamé - solo que me he decepcionado, es la segunda vez que sucede
- Bueno, quizás le gusta Taira
- ¡no digas tonteras!- grité molesta- ¿que le ve a ella? su pelo es feo y sus piernas están chuecas y.. y.. y .. y sus ojos son muy grandes y sus labios igual y yo.. y..
- ¿celos?
- basta- lo miré- no quieres que te acuse con tu mamá.
- Mamá se reirá en cuanto sepa que finalmente te gusta un chico, _____.

Y tu... Crees en la magia? (Niall Horan y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora