Bicho Raro.

CAPÍTULO 5

Todo está oscuro, nada parece estar cuerdo:
-¿Abril?- me pareció escuchar la voz de Juan dejando escapar unos sollozos-
-Sí, ¿ dónde estás Juan?
-necesito queme ayudes sólo tu podrás hacerlo-no sabía a qué se refería, pero sus palabras hicieron que mi cuerpo se pasmara por completo y mi mente se congelará-
-¿A qué te refieres? , como que sólo yo podré- de repente se me fue el aire y entre los sonidos de mis pulmones pidiendo oxígeno esboce 2 palabras.
-¿dónde estoy?- después de esto sentí como mis pulmones se comprimían de una manera atroz dejando mi cerebro sin oxígeno y cayendo en trance para que luego viera a todos en frente mío, doctores, policías y mis padres.
-Despierta-decía mamá con la voz temblorosa-
-¿Qué ocurre?-dije un tanto desconcertada-
-Me llamaron que estabas desaparecida y te encontraron en un estado frenético, vine tan pronto pude , me dijeron que te tenían en el cuarto 202 del hospital oregon Heath, cuando abrí la puerta solo caíste sin reacción alguna.
Me pregunté miles de veces si lo que había visto sólo era parte de mi imaginación o era una especie de señal, preferí esquivar las ideas que se empezaban arremolinear en mí, mandando un bloqueó mental. Mis párpados luchaban por mantenerse en pie, pero la gravedad les ganó, tenía miedo de soñar, pero ya no estaba cuerda para evitarlo. Me levante de la camilla, opte por salir del cuarto, tenía que respirar aire libre, mientras que lo hacía debía evitar que me vieran, así que salí con cautela, pero note algo, parecía que nadie me estuviera viendo, como si fuera transparente, mi mente hasta ahora estaba tratando de sacar una idea en concreto sobre lo que estaba pasando, mientras mis pies seguían caminando en una dirección sin razón alguna, mientras recuperaba la cordura del momento, me llamo la atención una de las habitaciones del pasillo en el que me dirigía, me trataba de acercar con pasos cortos y silenciosos, aunque estaba cuerda en que quizás nadie me veía, pero prefería no pensar. Era Juan , estaba en una camilla amarrado, me pronunciaba con los labios ciertas palabras que trataba descifrar:

-¡Ayuda! -Me trataba de acercar más para poder platicar con él, pero tenía miedo ¿cómo él me podía ver y los demás no?, ¿estaba con alguien? , ¿ese alguien me podría ver?, tenía que calmarme, trataba de husmear más acercándome a la puerta, mire todos los lados del cuarto pero no había nadie, tenía que arriesgarme. Entre. El me hacía señas, pero no le comprendía, le pregunte: -¿Que ocurre Juan?- Alguien me cogió por la parte trasera, puso una de sus manos en mi barbilla pasándola primero por mi cuello, teniendo poder sobre mis movimientos en ella, con su otra mano me sujeto mis dos brazos, sorprendente mente fuerte y con sus pies bloqueo el movimiento de los míos anticipando uno de ellos sobre los míos, como si me fuese hacer zancadilla ,tenía un olor conocido, era muy agradable, quizás una colonia o una esencia que ya tenía reconocida quizás en otro lugar, por la fuerza con que me sostenía supuse que era un hombre de 1'85 aproximadamente, tenía una chaqueta o camisa manga larga y como con sus manos evitaba el movimiento de mi cabeza no podía detallarlo, Juan trataba de decirme algo, empezaba a hablar pero cuando por fin logre escucharlo, mis parpados se empezaban a cerrar y su voz solo se distorsionaba, la persona que me sostenía me soltó, me di la vuelta casi que trastabillando pero su cara estaba distorsionada y caí en un profundo hueco oscuro, sentía como mi cuerpo se dejaba caer por la gravedad hasta que empecé a ver algo en el fondo, mis ojos se cerraron sin poder controlarlos, al abrirlos estaba en una casa todo allí era gris, habían varias personas platicando, a muchas las conocía, de la universidad, de la residencia estudiantil y hasta del hospital, trate de afinar mi oído para poder escuchar con claridad lo que sucedía.

-Tenemos que encontrarla-susurro uno de ellos-

-Es importante para encontrar el elixir, ella nos llevara con J.K

-Ambos tienen los poderes que necesitamos, con ambos podremos cumplir esto.

Una voz en mi mente me dijo -parpadea desenfrenadamente- aguarden, no era una voz cualquiera. Era Juan. Todo se disolvió en un hoyo negro aterrizando en la camilla del hospital, aun trataba de asimilar lo que estaba ocurriendo, había pasado por una serie de portales a los que Juan me condujo para darme unas respuestas de su desapareció, claramente tenía que ver conmigo, ya asimilando lo ocurrido, debía empezar a organizar mis recuerdos para sacar una idea en concreto, ¿de qué elixir hablaban?, ¿ que tenía que ver Juan y yo? y aun peor ¿que sabía Juan que con tanta urgencia debía decirme?, un torbellino de ideas quedaron en mi mente sin una idea en concreto , lo único que tenía claro era que no podía confiar en técnicamente nadie.

Tienes visita dijo la chica que estaba a cargo de mío, quede en shock al ver a Juan.

-Hola Abril, tenemos que hablar.