Abrió la puerta.
Llena de mentiras, cortas esperanzas, traiciones, engaños, alcohol, falsas declaraciones y promesas rotas. Ella estaba dispuesta a dejar todo eso atrás y seguir adelante, ya que, sólo eso le quedaba.
Levantó la mirada por primera vez en mucho tiempo, fue positiva, abrió la puerta y salió de aquel oscuro y frío cuarto.
Se sentó en el medio del jardín con una taza de café recién hecho a admirar el sol y, al fin, atreverse a ser feliz.