Años atrás.
Mi cabeza punzaba, un dolor inminente se había instalado en ella, la tome entre mis manos y cerré mis ojos por unos segundos. Todavía podía oír a Darla decir que salir era una buena idea.
—Vamos, no te resistas. Mami y Papi ni siquiera se darán cuenta que faltas en casa por una noche, ¡Oh, vamos Olivia!, no seas llorona. Hice que el propio Rodrigo viniera a por ti en su auto, no nos hagas volver sin ti, ¿Si?
Le dije que no a Darla pero insistió e insistió, terminó arrastrandome con ella al auto, literalmente, alegando que en casa de su novio, Rodrigo el anfitrión, tenía ropa suya para prestarme. De camino a casa de Rodrigo un ápice de orgullo mezclado con adrenalina me hizo estar un poco más conforme con la idea de Darla, ir a esa fiesta no sonaba tan mal. Era mejor opción que quedarme en casa y seguir las órdenes de mis padres, si, no cumplirlas sería lo mejor, asistir a aquella fiesta sería la rebelión perfecta contra la dictadura de mis padres. Permanecer en casa, llegar a horario y no consumir nada de alcohol, si, eso no pasaría esta noche.
—Te dije que no entraras aquí, Olivia, retirate. —demandó mamá, aún usando un barbijo. Su voz sonaba distorsionada, pero demandante y malditamente seria, ella se veía concentrada arreglando aquel cadáver.
—Bueno, si no sales de aquí en ningún momento alguien debía entrar, ¿No lo crees? —me di la vuelta y mire a la pared, e imagine el olor a lavanda. Era mejor que mirar como tu madre toqueteaba a un muerto y oler a muertos, ¿No?— mañana viene una amiga de otra ciudad, pasare el día con ella pero tengo que ir a buscarla al aeropuerto a eso de las cuatro de la mañana. Su vuelo llega a esa hora.
—Mañana tendremos el almuerzo con el padre Juan, pasaremos todo el día con ellos como acordamos, desde hace meses esto es fijo, lo siento pero esto ya lo hablábamos. Vendras con nosotros.
—Pero sólo va a estar acá un día, exclusivamente para verme.
—No voy a cambiar de decisión, Oliva, ahora marchate antes de que me hagas enfadar. Me harás arruinar mi trabajo y yo arruinare tu vida.
Tras oír aquello me di la vuelta, enfadada, en carandola. Comenzamos a discutir, poco después se sumó mi padre a la discusión y terminó como suelen terminar las discusiones entre nosotros; yo en una habitación, encerrada y al borde de las lágrimas.
—Tres shots, ni más ni menos. —sentenció Darla.
Distingui una mirada desafiante en su rostro, me miraba como quien mira a una hormiga antes de aplastarla con su bota. No recordaba desde cuando entre ella y yo existía rivalidad, no sé si por los tragos que traigo encima o porque en realidad nunca me había sentido tan lúcida sobre nuestra amistad, bajo aquel vestido de cuero que la rodeaba estaba la encarnación de la superioridad.
Eran las cuatro y pico de la mañana cuando comencé a sentirme realmente mal, mi cuerpo estaba tan sudado que me sentía empapada, mi frente estaba perlada del sudor y el dolor punzante en mi cabeza no se iba. Me apoye contra una pared cuando sentí que mi móvil comenzó a vibrar, Wannabe sonaba con la potencia del pedo de una anciana a comparación con la musica del lugar. Quise sacarlo del bolsillo trasero de mi pollera pero acabe por tirarlo al suelo.
—Maldita sea —me agache por el pero me tambalee y termine arrodillado en el suelo, suspire atendiendo mientras cerraba mis ojos y dejaba que mi cabeza chocara contra la pared. Me sentía desorientada.
—Livy, ya se que no planeamos esto con antelación y todo lo que eso implica, pero mínimo ten algo de descaro al decirme que no vendrás por mi al aeropuerto. Llevo parado aquí como un imbécil hace una hora, no contestas mis mensajes ni mis llamadas, ¿Dónde diablos estas? —ese era él, si no fuera porque estaba a punto de vomitar mi corazón me tomaría el tiempo para sonrojarme y avergonzarme por mi comportamiento, pero era más bebida en la sangre que persona.
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Mi Más Extraordinario Secreto // Shawn Mendes
FanfictionElla siempre está a un paso de ser incendio. -------------------- Mis manos picaban de una manera constante e inparable por rosar su piel, por tener entre mis manos su cabello. Olivia representaba la reencarnación de mi deseo más profundo, quería be...