Heartbeat [vkook]

Dia 1 con jk

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-¿Acaso estuviste llorando anoche?.- Jungkook cuestionó, su voz era tranquila y bastante agradable a comparación de hace un rato. Me miró fijamente desde su lugar, jugando con sus cabellos oscuros, esperando por una respuesta.

Una respuesta que temía dar. Nunca me había gustado llorar, y menos que otras personas lo supieran. Pero en efecto lo había hecho, había llorado toda la noche anterior hasta que ya no hubo mas lágrimas y caí dormido justo antes del amanecer. Me dormí sabiendo que mi corazón seguiría roto al amanecer.

Intenté ignorarlo, haciendo caso omiso a su pregunta y acomodando mis lentes que supuestamente ocultarían mis ojos hinchados. Tomé como pretexto que debía checar sus signos vitales, así que me levante de la pequeña silla de madera y me arrastré buscando los instrumentos que estaban en la cajonera al lado de la camilla, a excepción de mi estetoscopio, Jimin el pequeño chico de cabello naranja casi rubio me había enseñado donde estaba cada cosa días antes, lo agradecía demasiado.

-Necesito comprobar la estabilidad de tu temperatura corporal, pulso y un par de cosas más.-

-¿Para qué? Ya lo hicieron ésta mañana, mi temperatura es de 36.4, mi pulso estable y te pregunté si habías estado llorando anoche.- Sentenció, su voz había cambiado repentinamente, parecía molesto y me miraba con indiferencia.

-Sí, lloré. Ahora por favor, déjame hacer mi trabajo.- intenté sonreírle por qué en verdad el chico me daba miedo, pero recordar lo que padecía me volvía diferente y me daban unas tremendas ganas de abrazarlo y decirle que todo saldría bien, sí, a pesar de no conocerlo.

Tomé asiento junto a él en la misma camilla y me propuse a checar su pulso cardiaco; fue entonces cuando pude apreciar cada detalle de esa pequeña estrella que no estaba a mucho de dejar de brillar, fue entonces que me di cuenta de la tristeza en su mirada, su piel era tan pálida que las venas se le marcaban tanto que me dolía, sus cabellos estaban dañados y sus labios secos.

Tomé con ambas manos mi estetoscopio, y con delicadeza, pegué la parte inferior a su pecho, y entonces ocurrió, escuché el sonido más bonito que jamás en la vida podría imaginar que amaría tanto, mejor que la risa de Hoseok, mejor que el cantar de los pajaritos.

Su latido de corazón.
Mi sonido favorito.

-Llorar no es malo, Kim.- Fingía desinterés a sus palabras mientras me perdía en sus latidos. Pero me sorprendí, de repente su corazón se aceleró, me pregunté si podría ser alguna clase de convulsión, hasta que soltó.- Te he visto antes, y realmente prefiero tu sonrisa.

Levanté mi vista para observarlo, por qué al decir eso sobre mi sonrisa su corazón lo delataba como nervioso, pero en su rostro seguía la misma indiferencia; de igual manera asentí agradecido, y cuando volví a escuchar su corazón, me di cuenta que necesitaba tomar rápido sus medicamentos y administrarle un poco de suero: su pulso había bajado.

Y me fascinó, me pareció increíble la forma en que en un momento su corazón podía a estar a mil por los nervios, y como en otro, tenias que ayudarlo para seguir latiendo.

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