Dia 2 con jk

207 39 12
                                    

🐰

Al siguiente día llegué temprano, lo juro. llegué lo suficientemente antes como para contemplar la luz del sol una vez que corrí las persianas de la habitación de mi paciente, era tan bonito, un espectáculo maravilloso pintando entre colores, me emocioné tanto que ni siquiera note que Jeon no estaba en la habitación. Me asusté.

-Tranquilo, está en el jardín trasero buscando un poco de inspiración.- Jimin, a quien no había notado, cambiaba las sábanas blancas de la camilla por unas nuevas. Le sonreí.

-¿Inspiración?.- Pregunté, no sabía a qué se refería.

-Le gusta escribir, demasiado a decir verdad.- Esbozó una sonrisa que hizo desaparecer sus ojos.- Escribe muchos poemas, y parece que también escribe cartas para un amor que no existe; no estoy muy seguro... A pesar de la confianza nunca me ha dejado leer nada.

-Eso es genial.-

-Bastante, ahora ve y mueve tu trasero para hacerle compañía, hay una silla de ruedas cerca de la puerta, si es necesario has que la use, ayer vomitó lo poco que comió y no pudo mantenerse en pie.-

Me exalté un poco imaginando aquello, cuando terminé mi turno la noche anterior, él estaba perfectamente, pero era cierto que su enfermedad no por nada lo hacía vivir literalmente en aquel hospital. Seguí las instrucciones de Jimin, no sin antes llevarme en mano la manzana verde que había traído desde casa, a él le gustaban, y esperaba que estuviera mejor.

Cuando llegué al jardín, no fue difícil encontrarlo, recargado contra el tronco de un gran árbol, Jeon fijaba su vista al cielo, parecía tan entretenido que miré hacia arriba también: no había nada en especial, las nubes se tornaban un poco oscuro, llovería pronto. Me acerqué y me pregunté si debía traer la silla de ruedas en caso de que el chico no tuviese la fuerza suficiente.

-Buenos días.- Saludé inclinándome un poco hacia él. Me sentí ignorado por qué ni siquiera me miró, seguía viendo hacia el cielo.- ¿Te gusta mucho el cielo verdad?.

-Las nubes están tristes. Me gusta más pensar sobre quién es el responsable de pintar el cielo durante el amanecer.- Me miró finalmente y la indiferencia seguía ahí.- Ah, buenos días.

-No creo en Dios, si es que lo supones.-

-Yo sí, cosas tan perfectas no existen simplemente por casualidad.- Escribió algo en su pequeña libreta marrón e intentó levantarse, lo ayudé y entonces me di cuenta que era mucho más alto que yo. Entonces su mirada se clavó en la manzana que llevaba en manos y parecía un lindo conejito.

-La traje pensando en ti.-

-Gracias, me alegra haberte robado el pensamiento.- No supe cómo tomar aquello, me quedé callado y es que no entendía cómo podía decir eso sin ninguna expresión en su rostro.- ¿Por que te sonrojas?.

¿Sonrojado yo? Mierda. ¿Por qué eres tan expresivo Kim Taehyung?

-Es que tengo calor...-

-¿Te hago sentir calor?.- Levantó una ceja, y sentí vergüenza, quería que la tierra me tragara por la forma en que me hacía sentir. Comenzó a reír, y mi corazón suspiró, qué sonido tan bonito.- Lo lamento, amanecí muy alegre hoy. Sé que estás triste por terminar con tu novio.

-¿Cómo sabes eso?.- Mi cara fue una expresión de sorpresa y Jeon sonrió tan solo un segundo, muy pronto su indiferencia estaba ahí.

-Jimin me lo dijo, lo lamento en serio, sé que el amor es bonito aunque no tenga experiencia en ello; Tus ojos me cuentan que has llorado anoche también, no puedo decirte que no llores, pero espero que sonrías muy pronto.-

¿Cómo podía decir aquello sin ninguna expresión en su rostro?

Y sonreí. Lejos de molestarme, me sentí feliz que alguien a quien ni si quiera conocía, se preocupara por mí. Sentía que podríamos ser grandes amigos. Lo abrace por instinto y el no correspondió a mi abrazo, me sentí mal por incomodarlo.

-Que agradable eres, Jeon. Llevábamos años saliendo pero no importa.- Mentí.- Ahora subamos arriba, es hora de tus medicamentos, te necesito sano para que tu corazón esté estable.

-Mi corazón parece estar controlado por medicamentos egoístas, si mi corazón decide dejar de latir, yo estaría de acuerdo.

No quise responder, pero no estaba de acuerdo, me limité a sonreír y ayudarlo con los libros pesados que llevaba para que pudiera disfrutar su manzana.

El pasar el día me pareció tan corto y es que ese chico me hacía perderme en sus palabras encontrándole mucho más significado de lo que estas querían decir, a veces simplemente se limitaba a asentir, sonreír o suspirar. Y no solo eso, ese día también sufrió, me tocó observar cómo vomitaba la cena y escuchar sus gemidos de dolor una vez drogado por los analgésicos para según, calmar su dolor.


Ese día comprendí muchas cosas diferentes, observé el dolor ajeno, y sin querer, durante la noche comencé a creer en Dios, por qué Jeon tenía razón, cosas tan perfectas no pasaban simplemente por casualidad, por qué quizá el también podía ser mi casualidad, quizá el podría ser alguien muy importante en mi vida, o lo que quedará de su vida...

Él podría ser mi quizá.

Esa noche me vi cuestionándole a ese Dios el porque no hacía de la vida de Jeon un poco más llevadera, por qué lo hacía sufrir.

Esa noche también me sentí triste y no fue por mi corazón roto.

🐰

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 19, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Heartbeat [vkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora