Droga

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-Por qué... si no paras... seré yo el que no podrá parar... por que yo... Te amo...

-¿me amas?- dijo mientras me cortaba un poco la mejilla y salía un poco de sangre.

Espera... ¿por que se lo digo ahora?

De un momento a otro, Sentí el metal frío del cuchillo en mi garganta.

-Si... -

No, no lo amo ahora, sólo un loco puede amar a otro loco, ¿o yo podría ser el loco?

Basta por favor, no quiero seguir, me duelen estos sentimientos que he estado guardando.

Otabek sólo me miró y sonrió.

-Sabes, solo tuve una sola persona que me amo y yo a ella, mi madre, puede que tu me ames... pero si quieres que yo te ame... tendrás que ser una madre, déjame decirte que tienes mucho camino por delante, por que ahora mismo, no siento nada por ti - el kazajo mencionó mientras sonreía.

¿una madre? ¿que se supone que significa?

-Yura... te gusta ese nombre ¿no es así?

-Si es de tu boca... si

No, a partir de tu verdadero yo, no me gusta,

.

.

.

tal vez.

Me desató, me puso una camisa a rayas y... ¿una falda?

-Ja!, te pareces a una loca de pueblo, solo no maltrates estas ropas quieres, son lo único que tengo de mi madre.

Su madre... ¿pero por que solo ella?

Otabek me levanto del suelo y me llevo arrastrando hacia la cocina, me sentó en una de las sillas y me puso Muchas verduras enfrente.

-muy bien, mi madre siempre me hacía un estofado muy rico, si quieres que te ame, comienza por lo que hacía mi madre.- Otabek me dio ese cuchillo que hace un rato tenía.

*Adelante, tómalo, mátalo, destrozalo, huye de aqui*

¿que? ¿como podría hacerlo?

*Mátalo, mata a Otabek*

No... no puedo hacerlo.

*¿Por qué no?*

Por qué... él...

*Sentimientos... amor... ¿Qué él te haga daño es amor?*

-Oye! Vuelve a la realidad- mencionó el kazajo.

-¿eh?

Otabek sólo miro de lado y volvió a verme.

-Sabes que te has portado bien, por eso te puedo dar el cuchillo, tienes un poco de confianza, cuando termines de cocinar lava los platos y vasos ¿entendiste?

No conteste y agache mi cabeza.

-Oye, reacciona.

No hablé.

-Idiota, de esa manera ni yo ni nadie más te amará.

Esas palabras de Otabek me dolieron, más que lo de sus golpes, de nuevo no me contuve y mis lágrimas se derramaron.

-Ya estoy harto, solo haz lo que te pedí.- el kazajo se marchó de ahí.

*¿por que no lo mataste cuando tenías la oportunidad?*

Killing Stalking  (OtaYurio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora