Llegue a casa y papá dijo que tenia que irse a trabajar, asi que solo me dejo en casa y se fue. Mi mamá estaba en el estudio viendo algo de su trabajo asi que solo la salude y me meti en mi habitacion, me recoste en mi cama y me puse a pensar en todo lo que habia ocurrido, me sentia en las nubes, no podia creer que yo tambien le gustaba, lo unico malo era que yo sabia que no sentia lo mismo que yo por el. Despues recorde la situacion en la que se encontraba mi familia. Me levante y fui al estudio, necesitaba hablar con mi mamá de eso, talvez podria convencerla de que lo intentara de nuevo porque mi papá era el hombre mas bueno y perfecto... ¿no?
-hola mamá, ¿podemos hablar?
Claro hija, ¿que necesitas?
-quiero hablar sobre lo que me dijiste que sentias. Quiero saber, ¿porque dejaste de querer a papá? - ella se quedó pensando.
Ven, sientate, mira hija hay cosas que simplemente pasan y no es culpa de nadie que mis sentimientos haciz tu papá se hayan acabado. Nada es eterno en esta vida, pero, aunque tu papá y yo nos separemos, seremos gentiles el uno con el otro, siempre va a existir el respeto mutuo por ti que eres nuestra hija y porque no somos como las demas personas que se llenan de resentimiento.
Mis ojos se llenaron de lagrimas con cada palabra que mi mamá me decia, pero yo seguia sin entender como es que habiamos llegado a este punto y digo llegamos, porque estoy involucrada en esto y pensaba que mi familia era perfecta.
En realidad, me di cuenta de que la vida no es color de rosa desde que mi abuela murio. Fue la mas triste que me habia pasado y desde entonces puras cosas malas me pasan; la relacion enferma con Miguel, el desamor de parte de mi mamá... pero jamas me espere la noticia que vino despues.
Paso mi cumpleaños, fue lo mas horrible del mundo, me llevaron a un restaurante muy bonito pero el ambiente era tan tenso y yo me sentia herida por parte de mi mamá, solo pensaba que mi familia ya no era familia, aunque tenia la esperanza de que mi mamá cambiara de opinion.
Antes de navidad mi mamá fue a ver a unos familiares a una ciudad no muy lejos de donde viviamos y papá estaba viajando por su trabajo asi que me quede solo con la señora de la limpieza. Uno de esos dias en los que mis papás estaban ausentes, me meti en el estudio para buscar un libro y pasar el rato y encima de unas cajas encontre las cartas que le hacia a papá cuando era una niña, me senti feliz al ver que conservaba muchas y comence a leerlas. Entonces encontre un sobre muy bien conservado, me gano la curiosidad y lo abri. Saque a carta y comence a leerla.
“Querido:
Hay muchas cosas que quisiera decirte, cosas que necesito que escuches, pero no me atrevo a pronunciar. Y lo he intentado, más, no me has dejado. No me dejas verte desde hace ya mucho tiempo. Quisiera que pensaras mejor las cosas, por favor, te lo suplico, no te vayas con ella. No te ama como yo te amo a ti, ni siquiera se acerca el sentimiento y mucho menos se compara…”
No pude seguir leyendo. Al ver la palabra ella se me callo el mundo, ¿Cómo era posible que mi papá, el hombre perfecto, fuera realmente un imperfecto más?
Guarde la carta, puse todo tal y como lo encontré y me dirigí a mi cuarto a llorar, no podía entender que significa lo que había leído, estaba muy sorprendida pero aún tenía la esperanza de que se tratara de alguna otra cosa, algo que yo no pudiera entender o imaginarme en ese momento.
Cuando llego mi mamá ya no la mire como antes, más bien fue como verla triste y sola. Eso es lo que me había transmitido la carta, no me atreví a preguntarle por ella en cambio solo le pregunte: ¿alguna vez papá te ha hecho llorar?, a lo que ella respondió con una mirada de rareza y preguntándome porque le preguntaba eso. Solo le dije que tenía curiosidad pero ella no me contesto nada, solo se rio.
Obviamente preguntarle eso me trajo una consecuencia, no me lo esperaba pero me hizo tener aún más curiosidad y miedo de que fuera lo que yo creía. Cuando papá por fin regreso, unos días después de su llegada, me dijo que quería hablar conmigo, y lo que sucedió fue que me regaño por hacerle esa pregunta a mi mamá, me dijo que esas cosas son de dos, que no tengo porque querer saberlas si no me incumbe. No entendía como es que mi mamá le dijo a mi papá mi pregunta. ¿Cómo para que querría mi mamá contárselo?
Drin…drin...sonaba el teléfono. Era augusto, recordé que casi no hablábamos después de lo que sucedió en su casa.
-bueno-conteste algo nerviosa.
-hola, oye voy por ti, llego en 5 minutos y vamos al cine o a comer, pide permiso.
Y me colgó, me apresure a decirle a mi mamá y como me vio tan emocionada me dejo ir. Trate de ponerme bonita pero me veía igual que siempre, nada femenina.
Toc… toc… -alguien tocaba la puerta.- abrí
-así que si te arreglaste, genial,-se asomó a dentro- hola señora ¿Cómo está?
Muy bien augusto, cuídala y que no llegue muy tarde.
-claro que sí, no se preocupe.
-adiós mamá, nos vemos.
En cuanto salimos me empezó a platicar todo lo que había hecho ese día. Me tenía tan embobada con su rostro que no le preste mucha atención. Era tan lindo, tenía una sonrisa perfecta. Simplemente estaba enamorada y lo peor es que él lo sabía.
-quiero decirte algo- dijo serio
-a ver, suéltalo.
-ya tome una decisión con respecto a lo que paso ese día.
-¿ha sí?-me puse muy nerviosa- y ¿Cuál es?
-no he dejado de pensar en ti y en lo que podríamos ser. Me siento feliz cuando estoy contigo, eres muy diferente, me tratas bien, te tengo confianza y me haces reír.
Estoy segura de que se me subieron todos los colores a la cara.
-no creí que pensaras eso de mí. Yo también soy feliz cuando estoy contigo, y también me haces reír muchísimo y me encantas en todos los sentidos.- ups, se me escapo eso último.- pero sigues sin decirme tu conclusión.
-ella me pidió volver- se me hizo un nudo en el estómago- pero le dije que no.
-¿¡de verdad!?-sonreí
-quiero tener algo contigo, quiero intentarlo- me agarro la cara- eres una niña muy especial y sería muy tonto dejar ir la oportunidad de estar contigo.
Y entonces sucedió, nos besamos, fue algo muy romántico y me hubiera gustado que ese hubiera sido mi primer beso y primer novio. El me hizo olvidar todo lo malo que me pasaba con tan solo un beso suyo.
Regrese a casa, estaba tan feliz, me sentía llena de muchas emociones, hace tanto que no me sentía así. Me olvide de todo menos de él y me pregunte si realmente mi corazón ya estaba completamente sano como para darme el lujo de jugármela otra vez con alguien, a lo que me sin dudar me respondí que si lo estaba pero que esta vez seria yo quien llevara el control del respeto y que no le permitiría hacerme daño ni yo a él. Quería que este amor se fuera desenvolviendo de una manera muy romántica, quería vivir con él las cosas como si fueran mi primera vez y quizá este mal dejar en el olvido a Miguel pero era lo correcto para mí, el solo se dedicó a hacerme daño y me quito las ilusiones de mis primeras veces así que, esta vez todo sería diferente.
Regresando a la escuela la maestra nos pidió el proyecto que nos había encargado en equipo, no supe que excusa poner cuando le dijimos que no lo teníamos. Nos dijo que de todas maneras lo entregáramos después y que obviamente ya no valdría lo mismo. Lo mire y nos reímos juntos, por andar tonteando se nos olvidó por completo el trabajo.
Ese mismo día que llegue a casa me dedique a hacer el trabajo, no quise confiárselo a él porque no creí que fuera a hacerlo bien.
Pasaban los días, y todos ellos habían sido bastante buenos, salía muy seguido con Augusto a comer y a pasear lo cual despejaba mi mente y no pensar en lo que sucedía con mis papas, hasta que un día que iba a salir con Augusto vi a mi mamá algo triste, estaba sentada en el sofá con el celular.
-mamá, en una hora viene augusto por mí.
-si hija, está bien.
-¿Qué tienes? Y no me digas que nada porque es muy evidente que algo te pasa.
-es verdad, hay algo que quiero decirte porque ya no aguanto que sigas molesta conmigo.
-mami, no estoy molesta, solo algo triste- me senté alado de ella.- pero ¿Qué quieres decirme?
-es que prometí no decírtelo
-tienes que hacerlo, ahora tengo curiosidad y si es algo importante dilo, no tienes que cargar con algo tu sola. Cuéntame.
-hija, tu papá y yo no estamos juntos desde hace mucho tiempo.
-lo sabía-se empezaban a acumular mis lágrimas- tengo que decirte algo, encontré una carta.- mi mamá se quedó muy sorprendido y tenía cara de asustada.-una carta en la que tú le pedias a mi papá que no se fuera con ella, no la leí toda porque me dio miedo.
- ¡no puedo creer que tu papá las haya guardado!, bueno entonces tendré que contártelo, quiera o no porque ya te diste cuenta.
De verdad no quería escucharlo, pero lo necesitaba, necesitaba saber la verdad y quien era “ella”.
-cuando tenías más o menos 8 años tu papá empezó a ausentarse en la casa o llegaba muy tarde, siempre me decía lo típico que era por el trabajo y yo le creía, siempre confié en él, pero un día recibí una llamada, era una mujer, se escuchaba que no era tan joven, le pregunté el motivo de su llamada y empezó a decirme que dejara en paz a tu papá porque ellos estaban muy enamorados, y que dejara de chantajearlo y que si no me dejaba era solo porque tenía una hija con él.
Estaba muy enojada, ¿Quién demonios se creía esa suripanta para hablarle así a mi madre?
-le colgué, y cuando llego tu papá le dije que ya sabía que tenía una amante y que me llamo, el trato de negarlo pero no se podía negar algo así. Después ya no me decía a donde iba y después de eso me dejo de hablar, ya no estaba en casa, y yo estaba destrozada, se me ocurrió mandarle cartas para que reaccionara pero no lo hizo. Al parecer ya llevaba mucho tiempo con ella.
-¿Quién es ella?- de verdad estaba llorando demasiado
-no te voy a decir porque las vas a buscar y talvez hagas algo imprudente, mejor piensa que esto fue ya hace mucho tiempo.
-¡No! ¡Claro que no puedo pensar eso!, me estoy enterando de esto apenas, es como si hubiese pasado hace unas horas.
-hija, te pido que ahorita no le reclames nada a tu padre, porque sé que lo vas a hacer, solo espera a que estés más tranquila y a que estemos los dos porque no quiero que te cambie las cosas y te mienta.
Augusto llego por mí, nos fuimos y me noto rara pero no pude contarle, me daba vergüenza por alguna razón, así que le dije que estaba algo adolorida pero que ya me sentía mejor, seguí normal el resto de la cita.
Cuando regrese a casa seguí pensando en todo lo que me había dicho mi mamá, me puse el pijama, me acosté y desee que todo fuera una horrible pesadilla. No podía creer que mi papá perfecto no era nada perfecto y que mi familia era una gran mentira. Dicen que la verdad no mata, pero yo sentía que estaba en mi límite.
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Andrómina
Romance¿Porqué una chica de 17 años tiene que lidiar con malas experiencias en cuanto a relaciones interpersonales?, ¿porqué siempre los adolescentes están expuestos a noviazgos que a tan temprana edad los marcan de por vida? Iriel tiene que creer en sí mi...