"Keep your distance"

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Llegó al trabajo corriendo, arreglando mi moño alto y mi culta falda plisada más abajo de la rodilla. Le sonrió a la recepcionista (que no tengo idea de cuál es su nombre, porque es nueva). Bajo los escalones para tomar el ascensor y un chico sostiene su brazo parecerá dejarme pasar.

—Gracias–le sonrió y el imita mi gesto sin decir nada.

El trayecto se hace muy corto y pronto salgo del elevador envuelto en un delicioso aroma a perfume masculino, el chico no debe de tener más de 20 años, este hombre sería perfecto para Megan, alto, corpulento, Moreno y menor.

Camino hacia mi oficina, dejo el bolso y camino con mi libreta hacia la sala de juntas, está mañana sería mucho mejor.

The London times ha decidido que nosotros seremos el siguiente blog para amas de casa y para ello...–Cailin me sonríe y tomó asiento al instante.

Ella sigue hablando y yo solo golpeó a Alessia que me sonríe de lado.

– ¿Tú esposo? –Yo asiento y ella ríe bajo–ya sabía yo que ese hombre traería problemas–pongo los ojos en blanco, ella y sus comentarios malos sobre los hombres.

– ¿Qué han hablado? –pregunto y la risa de un hombre me saca de nuestro pequeño cotilleo.

–señoras les presento el director general de The London times todas miramos a la puerta y vemos como el hombre del elevador nos sonríe a todas y yo casi caigo de culo al verle.

–mucho gusto señoritas, mi nombre es Leonard Crow y soy el director general de the London times y queremos añadir una sección de mujeres y Women ha sido uno de los primeros sitios web en alcanzar las 5.000 visitas en una semana y es un placer tener a estas hermosas mujeres en el Times–Mis ojos conectan con los suyos y no puedo evitar reír. ¿Por qué un hombre menor dirigiría una editorial tan grande?

Alessia alza la mano y el hace un ademan para que diga lo que tiene que decir:

– ¿Cuántos años tienes? –pregunta y todas reímos. Leonard también sonríe.

–20 años bien vividos–muerde su labio pensativo y nos sonríe de nuevo. La mayoría babeando, exceptuándome–pero díganme sus nombres–Cailin babea casi en la camisa del joven que solo conecta mirada conmigo.

–mi nombre es Fatima acosta–ella le sonríe y pone su pierna encima de la otra. Y todas se presentan hasta que llegan a mí.

–Me llamo Lucy Hart–el asiente pensativo y continua hablando sobre los planes del periódico con nuestro blog.

Cuando salimos de la sala, Sean (el único hombre y Gay del departamento) comienza:

– ¿han visto a ese bombón? –el sonríe y nosotras reímos.

– ¿a qué si esta bueno? –concuerda Alessia. Nos sentamos en mi plaza y comienzo a encender el computador.

–Hasta Cailin babeaba por el–digo riendo mientras me agacho para recoger los folios del suelo.

–Pero parecía que solo tenía ojos para alguien por aquí...–dice Fatima cuando me levanto, todos me miran.

– ¿Qué? –pregunto sin interés.

–No te hagas la boba, sabes que hablo de ti– Sean pone los ojos en blanco.

–creo que no puedes tener a un buenazo de esposo en casa y quitarme al único hombre que puedo ver aquí. Suelto una carcajada.

–Nunca en la vida me fijaría en un niño, ni dejaría a mi esposo por una aventurilla–todos sonríen satisfechos.

–bueno, pues si ustedes no pueden yo si estoy dispuesta a ir a la cárcel por ese hombrecito de traje–anuncia Alessia y Sean se levanta rápido.

Picante sabor de adoraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora