"Porque las pesadillas usan tacos Prada"

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Vale...hasta ahí todo bien, ¿verdad?
Pero lo qué pasó después no me gustó.
En esa misma semana...
Salgo a la calle bien abrigada, porque aunque aquí ya se acercaba el verano las temperaturas variaban constantemente.
Alan estaba en la empresa y yo como una buena esposa iría a verlo.
~Mentira~
Él había dado "recomendaciones" de que no saliera al trabajo y si lo hacía saldría con el hombre de 2 metros, llamado Frank que estaba de pie en la sala cuando me levanté.
Frank aparca en la calle y baja para abrir mi puerta.
–Puedes esperar aquí, no me demoraré–Le digo y el asiente.
–Si, señora–lo miro es un señor muy serio, la verdad ni en mil años yo sería así. La risa hace parte de lo que soy.
Le sonrió y camino dentro de Ross Enterprise, paso por toda la recepción y llego al ascensor tranquilamente. Pulso Boss los pisos avanzan muy lento y oyendo una melodía más lenta de    saliendo de los altavoces miro mi pequeña panza que ya se hace notar, no mucho. Miro mi atuendo, cabello puesto en un moño, no han ordenado... un Jean, una blusa de seda y un blazzer negro era lo único que llevaba, en los pies... mis botas, Creo que son los zapatos más cómodos que tengo y me daba igual si las botas grises combinaban con el atuendo formal.
El ascensor se detiene en el último piso y tocando mi panza salgo por la puerta.
–Señora Ross–me saluda con una sonrisa la secretaria de Alan.
–Hola, nena–porque no se su nombre, es extraño verdad? Pero aprender los nombres de cada empleado de Alan es una gran carga. Camino hacia la puerta de la oficina de mi esposo pero esta se abre mostrándome mi peor pesadilla hecha carne.
Kimberly.
Cruzamos miradas y cierra la puerta con una sonrisa, me quedo de pie, sin habla, mientras oigo sus altos tacones Prada resonar por todo el pasillo.
–Lucy, un placer volverte a ver–Dice con una enorme sonrisa– y felicidades por el bebé–su rostro me demuestra tanta falsedad que omito en el saludo para concentrarme en mi bebé.
La puerta de Alan se abre de nuevo y él se asoma.
–Amber, cancela la cita con...–me ve y se detiene. Kimberly pasa de largo y yo solo miro a Alan Ross.
–Cariño–se acerca y lo esquivo, para no dar una escena de celos, odio y rencor en frente de todo el personal.
Mi cabeza echa fuego y mi cuerpo quiere despellejar a Kimberly y después a Alan.
–¿Que hacía la maldita aquí? –Grito  entrando por la gran puerta negra.
Volteo para verle y el está de pie tocando su rostro.
–Cálmate y siéntate–Susurra y sirve un vaso de agua. Yo me siento en uno de los sillones.
–¡Estoy calmada!–grito aún más fuerte, vale, no estoy calmada...pero a una mujer enojada y embarazada no se le dice "cálmate".
Sonríe mientras me pasa el caso con agua.
¿De que putas se ríe?
No tomo el vaso, el suspira y lo deja a un lado. Se sienta en el suelo y me mira, lo miro seria, aquí no entra el comentario sobre la risa que de hace unos minutos.
–Ha venido a pedir dinero–Me mira y continúa:
Está en rehabilitación, ha estado allí todo este año y ha salido sin dinero, no sabe qué hacer y vino a pedir ayuda–dice y mis fosas nasales se expanden.
–Mira–Me levanto del sillón caminando hacía la puerta–me vale mierdas si no tiene dinero o si compartía centro de rehabilitación con su ex-esposo, no dejaré que vuelvan a mi vida–se levanta y me mira a los ojos–no dejaré que toda la mierda que viví hace 3 años vuelva y si tú quieres ayudarla, aléjate de mi y de mi hijo–él alza una ceja.
–Pensé que era nuestro–susurra. sé que le ha dolido pero es la verdad. Dejar ingresar a esa mujer es dejar que todo vuelva y es lo que menos quiero.
–Eso está en tus manos, no en las mías–salgo por la puerta casi corriendo. Me meto en el ascensor y oigo como los pasos de Alan se acercan.
–Te amo, cariño–Dice y lo miro mientras las puertas se cierran.
La cabeza me estalla y el cuerpo me pesa pero en realidad no quiero irme a casa, porque los recuerdos aparecerán.
–Frank, nos vamos para Daily press .
Entrando en el edificio convocó una reunión y les cuento a las chicas sobre el embarazo, ellas me abrazan, me aconsejan y me felicitan.
Pasamos todo el día haciendo la nueva portada del sitio. Y mi bolso se ha quedado en el automóvil tal vez apropósito.
–Creo que la portada de este mes deberías ser tú–dice Alessia y rio.
–¡claro que no! Si hablamos de madres todas lo somos, así que deberíamos aparecer todas cuatro. Todas reímos.
–¿crees que nos veríamos bien? –pregunta Fatima y le sonrio.
–claro que si, somos realmente hermosas y diferentes, cada una puede dar la opinión sobre su vida materna–están emocionadas y yo también lo estoy–sería el mejor post que podríamos hacer–digo y ellas sienten.
–Manos a la obra entonces–Dice Cailin–Lucy tú escribes–asiento y me pongo en ello.
A las 15 horas ya el hambre me está matando y llamo a pedir a domicilio con el dinero que tengo en el cajón.
Cailin ha rechazado varias llamadas de mi esposo, al igual que todos en la oficina, les comenté una parte pero no saben la historia completa. Así que ellas me ayudan a mantenerme alejada un poco.
Mientras tanto yo seguía trabajando en el proyecto porque dicen que una mente ocupada no piensa en problemas o ¿no?
–Lucy, te buscan en recepción–frunzo el ceño. La cara de Alessia es sonriente.
–Vale, ¿pero Alan no se cansa de rogar una atención? –Me levanto refunfuñando–Si es el juro que lo sacaré a apagadas de...–la mirada se me pierde al verlo ahí de pie. Fornido, elegante y hasta el olor a perfume llega a mis fosas nasales–Jake–Se voltea y me encuentro con un Jake al que le han pasado lo años, tiene barba y aspecto más varonil...
–Lucy–se acerca y me abraza así como yo a él.
–No sabía que ya habías llegado de México–rio cuando me suelta.
–No sabía que trabajabas aquí–me besa en la frente–hay mucho de que ponerse al día, ¿quieres salir a comer? –Asiento. Quiero despejar mi mente y lo mejor es salir con la persona que fue mi mejor amigo.
~Y quien estuvo enamorado toda la prepa~
Omito ese pensamiento. La gente cambia, ¿no? Y les dejas de gustar...¿verdad?

Hola
Como están? ¿Como les va en esta hermosa semana?
Aquí un nuevo Cap...¡ahora sí se formará! Si les gustó denle estrellita y comenten.
Los y las amo.❤️
Kelly.

Picante sabor de adoraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora