"Huir más juntos que separados"

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Cuando despierto vamos llegando a la cabaña alquilada, todo es tal cual a las fotos y oigo a Alan dormido en mis brazos (como cambiamos de posición ni me pregunten). Al cabo de 10 minutos después de bajar todas las maletas Mi dulce esposo se acerca a mí.
-¿Donde encontraste este lugar? -yo río. Pero no respondo, solo lo arrastro a la cama y ahí nos dormimos. El uno con el otro; sin preocuparse por el mundo exterior, sin preocuparse por nada.
Después, cuando el reloj marca las 13 pm ambos nos levantamos y desempacamos, una señora muy amable llamada Rich nos enseña completamente la cabaña, nos hace el almuerzo y avisa que siempre estará pendiente desde la cabaña de servicio. Después de eso nosotros volvemos a la cama; parecemos dos marmotas.
-¿Quien crees que hubiera hecho mejor a Gatsby? -preguntó curiosa cuando Leonardo Di caprio levanta su copa y nos observa a través de la pantalla.
-No lo sé, amor. Creo que Di caprio lo hace bien-besa mi coronilla y sigue la película. Poco a poco Daisy cae en brazos de Gatsby y el lentamente baila una pieza con ella.
Miro de reojo como la boca de Alan se humedece y pasa su lengua por los labios mientras observa como La señorita Buchanan mira al señor Jay y se palpa el deseo.
Lentamente me levanto y tomo los labios de Alan que al instante reaccionan y se pegan a los míos, lamiéndome como solo él lo hace, sus manos viajan por mi columna y me aprietan a el, pero me separo; el, sorprendido por mi reacción se queda quieto pero el deseo me puede y soy yo la que me siento bien y meto una mano por su sudadera azul de lana, al sentirlo tan duro y tan dispuesto suelto un jadeo y el respira entre dientes.
-¿segura?...-sin dejarlo terminar tomo sus labios con fuerza y en un segundo el enrosca sus brazos en mi cadera, gimo y rozamos nuestros sexos cubiertos de la lana, siento su excitación en mi entrepierna y gemimos.
Nuestros besos paran y yo bajo por sus piernas hasta que mi barbilla roza su entrepierna que apunta a mi boca, lo saco de la tela que lo cubre y en frente a mi su virilidad, paseo mi la lengua por la punta y su respiración cambia a ser más acelerada y sin preámbulos introduzco mi boca hasta llegar a más de la mitad de su erección, hago ese movimiento una y otro vez, pasando mi mano de abajo hacia arriba, lamiendo, chupando y oyendo los jadeos de Alan, observando los gestos que hace y como su cabeza se levanta.
Toca mi cabello y lo peina, sin forzar mi boca, solo peinando y controlando mis movimientos.
-siiiiii...cariñooo-dice con la voz gruesa y acelero el paso. Arriba, abajo, arriba...hasta sentir el dulce sabor de su semen recorriendo mi boca.
Alan tiene y siempre ha tenido un sabor dulzón, rico. Sonrío y el me mira, trago todo el líquido blanco y me levanto para mirarle; el me mira con devoción, con amor, me levanta de allí y me pone boca arriba en la cama.
-Te amo-susurra y poco a poco se va hundiendo en mi-te amo, te amo, te amo-cuando llega al fondo los dos soltamos el aire contenido y me acostumbro a su forma.
-También te amo, cielo-beso sus labios y sus estocadas son lentas, pausadas, pero el calor consume mis poros y soy yo la que empujó las caderas más fuerte contra su pelvis.
Una y otra vez sus embestidas son más certeras, más fuertes y más excitantes, cuando siento que casi llego de lo hago saber y el baja la velocidad, dejándome caliente, pero al segundo que ve que mi gesto se deforma el vuelve a las mismas estocadas. Lo repite varias veces hasta que ninguno de los dos puede más y nos corremos ruidosamente, gimiendo y gritando nuestros nombres.
Después de unos instantes y de tener la cabeza de Alan en mis pechos da la vuelta y se queda conmigo en sus brazos.
-creo que soy una mujer muy afortunada-anuncio amarrándome a su cuerpo.
-creo que la fortuna aquí es mía, pequeña-besa mi mentón. Luego mi nariz, mi frente, mi mejilla derecha y la izquierda. Sonrío emocionada, así es como me gusta estar con mi esposo, así, juntos, felices y que ningún problema acabe la pica tranquilidad que tenemos.
Al día siguiente nos vamos a recorrer
Edale, primero alquilamos un automóvil y subimos para comenzar a caminar todo Rushup Edge, observamos y hacemos la caminata completa, hasta que los pies me están matando y volvemos al pueblo y ahí paramos en un hermoso lugar a comer.
Cuando entramos vemos a mucha gente en ese lugar, mesas llenas, comida saltando y cervezas sirviéndose.
Nos sentamos y en dos segundos aparece una rubia, casi poniéndole los senos en la cara a Alan y el ni por enterado, solo viendo su menú.
-¿Es aquí no tienen vergüenza? -pregunto en español. Mi amor, levanta su vista y ríe. Toma mi mano en señal de advertencia y lo acepto, la mujer que no sabe nada de lo que hablamos ríe para si cuando dejó el menú en la mesa con más fuerza d ella que debería.
-A mi esposa y a mí tráiganos una docena de empanadillas de cornualles-Ricitos de oro, tetona, se aleja de la mesa y en frente veo una droguería.
-Ya vengo-le doy un beso y dejó a mi esposo confundido en la mesa para pasar la calle y comprar algo para el dolor de cabeza, cuando llego a la caja un alemán flacucho me recibe, volteo a ver a la puerta y me encuentro con una joven de cabello rubio, temblorosa.
Mi curiosidad me puede y en dos minutos después de pasarle los euros al cajero me acerco a ella y le digo:
-tranquila que las inyecciones no hacen daño-le guiño un ojo y ella me sonríe.
-ojalá fuera aquello, señora-la miro interrogante y vuelvo a mirarla. señala con un dedo a un afiche con una prueba de embarazo impresa.
Mi reacción va de tranquilidad a estrés, la miro a los ojos, está niña no tendrá más de 17 años...
-Oh mierda-susurro y ella siente.
-Lo sé-responde- ¿podría hacerme un favor? -Mi cabeza se mueve de arriba hacia abajo y ella habla:
-¿puede compararla? -frunzo el ceño-aquí toda la gente me conoce y correrá el chisme y luego me explotará en la cara...
Asiento y me camino totalmente segura hasta la caja, compro 5 pruebas de embarazo de alto rango de probabilidad y los meto en mi bolsa , en dos minutos entramos al restaurante paso de largo por nuestra mesa y la chica rubia me sigue.
-sé que debe ser muy extraño esto, pero no tengo más a quien pedírselo y para que no sea tan extraño mi hombre es Amel-se presenta y río.
-El mío es Lucy-pongo mi mano en la suya y me devuelve la sonrisa, entra al baño y vuelve y a los 6 minutos vuelve y sale con la muestra en la mano, se le ve tranquila y me la muestra:
-negativo-anuncia y ríe emocionada.
Vuelve a repetir los 3 Test que faltan y todos vuelven a repetir negativo.
Amel respira de nuevo y antes de despedirse de mí me abraza.
-Creo que usted ha sido mi ángel este día- agradece y sin más sale del baño dejándome sola ahí de pie.
Cuando salgo de este Alan espera con el ceño fruncido sin haber tocado ninguna empanadilla. Ese es mi hombre, educado.
Volviendo a la cabaña comienzo a recapitular el día, lo mejor fue pasar tiempo fuera, las vistas, la compañía...creo que lo más significativo para una pareja es pasar tiempo solos, (pero como pareja, no individualmente) pasar tiempo con la naturaleza,despejar cada cosa molesta de la ciudad y huir, huir juntos. Más juntos que separados.

Hola
¿Como están?, ¿les gustó el capítulo? Espero que si, los hice especialmente para nosotras las mujeressss. ¡Feliz día! (Atrasado, pero dado) no olviden votar si les gusta y comentar. Si encuentran un error o que me comí una palabra mándenme un mensaje o comenten, me ayudarán mucho porque estoy escribiendo desde mi teléfono.
Que tengan una gran noche, una gran tarde o un gran día según donde estén leyendo.
Con amor.
Lady Lioness.

Picante sabor de adoraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora