Problemas

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-¡Justamente hoy, el universo exploto para ponerme la vida imposible!- pensaba el azabache mientras caminaba entre los pasillos del centro, buscando a sus amigos, ¿Qué era lo peor que le podía pasar? Supuso que nada, pero eso no era realmente lo último que le pasaría, buscaba por todos lados, hasta que diviso el cuerpo del castaño a unos pocos metros, corrió hasta el, tomándolo del brazo.

-¿Haru? ¿Dónde estabas?

-Eso no importa, vámonos por favor

-¿Eh? ¿Estás bien?

-¡No! ¡No estoy bien! ¡Te mentí! ¡Vámonos!

-Te ves demasiado pálido, te llevare al doctor

-¡Solo llévame a mi casa!

Para no causar más problemas, el castaño tuvo que aceptar, durante todo el camino, ni uno solo dijo alguna palabra, se despidieron en las escaleras, cada uno siguió su camino, al entrar a su casa, Haruka apenas sintió el olor de la caballa proveniente de la cocina, y no pudo evitar sentir un terrible asco, lo cual se le hacía bastante raro, además de que tuvo un mareo que tuvo que sostenerse por sí mismo contra la puerta- Esto no me puede estar pasando, no a mí, y esto se va a terminar ahora mismo, le hare caso a Makoto- dirigiéndose a tomar el teléfono de la casa, y entre cajones llenos de papeles, busco uno en particular que contenía un número, se dispuso a marcar y esperar- ¿Doctor Madarame?

El doctor Madarame era el que había atendido especialmente a Haruka desde pequeño, teniendo una fuerte relación con los padres del azabache, creyó que no era más que una pequeña infección u otra cosa que no era tan grave, mientras hablaba anoto una dirección, aseguro bien su casa, y salió anhelando que Makoto no viniera a buscarlo o se le ocurrieran excusas a Nagisa para arrastrar a los dos restantes y terminar haciendo fiesta en su casa, sin alguna preocupación, este estaba esperando en la sala del hospital, hasta que una enfermera lo llamo, paso por el registro de su peso, altura, presión, además de una examinación de ojos, garganta, oídos y finalmente los latidos de su corazón.

-Tanto tiempo sin verte, Haru, pasa por favor.

De ver a un señor joven entre 20 y 30 años, que le daba dulces todas las veces que lo visitaba, a un señor de 50 o 60, casi con el cabello cubierto de canas,

-¿Así que te has tenido molestias desde hace varios días? Explícame los síntomas- Hablo una vez que Haruka se había sentado frente a él sin alguna expresión, mientras el doctor Madarame estaba anotando los datos que obtuvieron

-Sí, he tenido mareos, demasiado cansancio, he vomitado, y me da demasiado asco.

-¿Dolor de cabeza y fiebre?

-Por el momento no.

-Ya veo, por lo visto no hay nada raro en tu salud, pero tengo que hacer un análisis de sangre por si las dudas, así que por favor pasa con la enfermera, mientras hare una receta por las náuseas y mareos que tienes.

Sin espera alguna, rápidamente la enfermera tenía la muestra de sangre, fue bueno que desde niño, nunca le tuvo terror a las agujas, y mucho menos sentía dolor, la enfermera se retiró, en sus pensamientos debía ser algún virus que obtuvo, no pasaron más de 5 minutos y volvió a la habitación, se sentó enfrente del doctor Madarame, mientras este abría un sobre.

-Bien Haru, ahora tenemos que hablar sobre el resultado del análisis de sangre, por lo que veo, es un desequilibrio hormonal, ¡los niveles de estrógeno son realmente altos! -De un momento a otro el rostro del doctor cambio a uno bastante preocupado y entre un susurro dijo- ¿...Puede ser...?

-¿Pasa algo?- De pocos nervios que Haruka tenía, sintió que algo realmente terrible estaba pasando.

-Debo hacer una llamada, espera aquí.

Sin decir nada más, el señor Madarame salió a toda prisa, dejando al azabache en un pozo sin fondo lleno de dudas, trago saliva al estar pensando lo peor, ¿sería una enfermedad grave? ¿Le quedaban pocos meses de vida? Los minutos parecían eternos mientras estaba en la habitación solo, hasta que su teléfono sonó, era Makoto, prefirió no contestar, no era buen momento para eso, ya tendría una excusa, no pasaron más de 20 minutos hasta que el doctor volvió a aparecer y no con una buena cara.

-Haru...tenemos que hablar sobre algo...solo quiero que estés tranquilo.

-Claro, no pasa nada, pero, ¿es algo grave?

El doctor Madarame hizo un pequeño silencio hasta que hablo- ¿Realmente nunca te has preguntado porque de niño, exclusivamente te tenía que atender yo?

El azabache temblaba ante tal pregunta mientras tenía la mirada fija en el doctor, a lo cual negó con la cabeza.

-Tus padres y yo te hemos ocultado algo, y no porque era para tu seguridad o alguna razón, pensamos que nunca estos síntomas aparecieran, pero es hora de que te lo diga, tu naciste con una mutación genética, con un síndrome involucrado llamado "mullerianuo".

Haruka estaba realmente confundido, más bien lo estaba por que no tenía idea de que era eso- ¿Eso en qué consiste?

-Puede parecerte una broma o algo, solo quiero que no te alteres con lo que te diré, tu a pesar de ser hombre, tienes un útero, ovarios y trompas de Falopio como una mujer, en tu formación, una hormona durante la gestación no se presentó y es por eso el desarrollo de estos, sé que no es difícil de digerir y comprendo.

-¡Eso es imposible! ¡No puede existir tal cosa! ¡Quiero pruebas!- golpeo el escritorio debido a la impresión, pero para Haruka tal cosa no podía, suceder, y si era real, ¡¿Cómo le diría a los demás?! ¡Lo tomarían como un fenómeno!

-No te preocupes, en un momento haremos una resonancia magnética, pero escucha, no eres el único en el mundo por esto, hay más hombres como tú, y no es algo anormal que te suceda esto.

Llevaron a Haruka para realizar el examen, le dieron las instrucciones de no moverse y solo relajarse, además de cuanto tardarían, eran unos pocos minutos, después de eso, la maquina revelo fotos, los cuales el doctor Madarame le mostro, y aunque lo viera, aun no lo podía creer.

-Debo decirte que hay algo más en la foto que descubrí....dime Haru.... ¿Has tenido sexo Anal últimamente?

Al escuchar esto, su cara rápidamente lo delato por el gran sonrojo que tuvo en frente del doctor, a lo cual este soltó una risa leve.

-Tomare eso como un si.... ¿al menos usaste protección no?

Hubo otro momento de silencio en el que Haruka ni siquiera se atrevió a voltear a ver al doctor, este solo suspiro- bien...dado a tus síntomas y a lo que acabas de descubrir, hay posibilidades de que te lleves otra sorpresa más, necesito realizar una ecografía y terminaremos ¿Está bien?

Haruka solo asintió, la enfermera le ordeno que se tomara un litro de agua, tras unos minutos, paso a estar en una camilla donde el doctor le indico que dejara al descubierto su abdomen- sentirás un poco de frio con este gel, pero no pasara nada- dado a esto, hubo un poco de incomodidad al sentir la presión del transductor sobre su abdomen- ¡no puede ser! – Luego de unos segundos el rostro del doctor Madarame cambio de estar serio a estar muy asombrado- ¡Haruka, aunque parezca irreal hay un embrión dentro de ti! ¡Estas...por así decirlo...embarazado!

"Embarazado" era la palabra que retumbaba en la mente del azabache, quedo sumamente callado, asustado, quería que fuera un sueño, pero no, era real, estaba embarazado, ¡¿y cómo reaccionarían todos?! ¡¡Al enterarse que no solo es un fenómeno, si no que él segundo responsable era nada más y nada menos que Yamazaki Sousuke! Estaba realmente shockeado, tanto que no recordó cómo se despidió de su doctor, tan solo reacciono hasta estar en frente de la enfermera que le entregaba el medicamento correspondiente para cuidar de su salud, además de la programación de la próxima cita que tendría. Y claro que tenía una decisión ahora que sabe el problema que tiene, que ni siquiera se lo contaría a nadie más que a sus padres y que se alejaría de todos, pero también cometió un segundo problema, que alguien más ya estaba en el proceso de descubrir su embarazo, y este lo veía de lejos retirándose del hospital.

-¿Nanase?


¡Fue solo un "Error"!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora