Capitulo 18: Avergonzado

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— ¡Gaara, no puedo creerlo! ¡Lo dejaste así no más! Sólo te fuiste sabiendo que en dónde estaban el tal Yato, _______ y ese Rei debieron estar miles de criminales, y sólo te fuiste dándoles más tiempo de libertad —se quejaba Kankurô.

Todos estaban en la oficina de Gaara, Temari sólo observaba a Kankurô con desdén, Shikamaru igual, Matsuri miraba el suelo apenada por la situación y Gaara estaba sentado en su escritorio escuchando las quejas y regaños por parte de su hermano.

— Kankurô tiene razón, Gaara —habló Shikamaru y todos voltearon a verlo—. Sé que en este momento estás pasando por una situación realmente difícil pero... —toma una pausa—, debes saber que tú prioridad en este momento es la aldea y su bienestar, dónde estaba ______ debieron estar cientos de criminales que han atacado la aldea en tiempos pasados y no han podido ser capturados, piénsalo un segundo cuñado, dejaste escapar una oportunidad muy grande —explicó.

— Yo sé lo que hice —habló Gaara después de unos segundos de silencio—. Sé que no debí dejarlos ir así pero, sólo éramos cinco, si adentro de ese lugar habían muchos criminales los cuáles ninguno hemos podido capturar, cinco personas, fueran los que fueran, no íbamos a salir ilesos de ahí.

— Creo que nos subestimas, Gaara. —comenta Temari.

— No, no lo hago, sé que todos los que estamos en esta sala somos grandes ninjas pero tampoco somos invencibles.

— Igual ya cuando regresemos a ese lugar no vamos a encontrar rastro de todos ellos —añade Shikamaru.

— Debimos haber aprovechado la oportunidad —musita Kankurô.

— Kazekage-sama —habla Matsuri por primera vez—. No fuimos allá en vano, rescatamos a todos esos presos inocentes, no fue una misión fallida después de todo —dijo con un aire optimista.

— En eso tienes razón, Matsuri. —comentó Temari con una media sonrisa.

— Igual pienso que debimos haber capturado a los que estaban detrás de la puerta en dónde salió _______ —insistía Kankurô.

— Hablando de _______ —comenzó Temari—. ¿En qué demonios estabas pensando Kankurô cuando la atacaste con tu marioneta Karasu? ¡Pudiste haberla matado! —reclamó.

— Eso también me lo pregunto —corroboró Shikamaru.

— Fue un ataque de ira —respondió Kankurô apenado por lo que pasó con ______ y su marioneta.

— Eso fue más bien ganas de matarla, si me lo preguntas —habló Matsuri.

— Tienes que aprender a abstener esos ataques de ira, si no fuera por el tal Yato, ______ estuviera muerta —comentó Shikamaru cruzándose de brazos.

Gaara observaba todo.

— Lo sé, lo sé —repetía Kankurô  completamente avergonzado—. De verdad lo siento Gaara, yo no quise. Yo no... lo siento —dijo mirando a Gaara este sólo lo miró sin decir nada, haciendo que Kankurô bajara la mirada culpable.

— No importa ya, ______ está bien y no le pasó nada —habló por fin Gaara, restándole importancia a lo sucedido.

Kankurô liberó el aire contenido en sus pulmones, aliviado.

— Gaara, Shikamaru y yo volveremos a Konoha mañana temprano, te pido ahora que nos avises si sucede algo, vendremos enseguida —anunció Temari. Luego se fue de la habitación junto a Shikamaru dejando sólo a Kankurô y Matsuri con Gaara.

— Yo... tengo asuntos que arreglar, nos vemos más luego hermanito —dijo Kankurô dirigiéndose a la puerta—. No te quedes hasta tarde haciendo el papeleo.

Dicho esto abre la puerta para salir y Matsuri sale con él sin decir nada.

Ahora Gaara está solo.

— Supongo que así deben ser las cosas —dijo Gaara y se dispuso a hacer el papeleo. 

 

Yo, aún creo en ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora