Agosto 13 2014
- Vamos Ethan tienes que salir de este chiquero de una vez por todas por el amor de Dios, ¿cuando fue la ultima ves que saliste de esta pocilga? ¿o que lucias como gente?. Sal de este maldito lugar por amor al cielo.
- No recuerdo haberte abierto la puerta Andrew- respondí.
-Tu y tu amabilidad con tus huéspedes, deberías estar besando mi culo Ethan, yo soy de las pocas personas que vendrían desde Italia a visitarte en esta pocilga descuidada, reitero soy la única persona que haría eso por ti pedazo de imbécil - mientras el decía eso se acerco a mi refrigerador y saco una cerveza- ya ha pasado tiempo Ethan. Es hora de que hagas tu vida nuevamente, que salgas de aquí, que te bañes por el amor a Dios porque apestas hermano.
- Tu lo dices porque no tienes que vivir con un rostro así Andrew, es fácil decir todo eso cuando tu no pareces sacado de una película de terror - en ese momento me voltee a enfrentarlo- es mi vida, mi casa, puedo hacer lo que se me de la gana pedazo de idiota, no se te olvide que te puedo botar de aquí si quiero -yo también me acerque a la nevera a sacar una cerveza.
- Ethan tu vida no se acabo por eso - me observo fijamente, podría jurar que en sus ojos ya casi no se veía lastima, mas bien un dolor de cuando sabes que alguien que quieres se esta ahogando- Tu vida ha seguido por el amor a Dios, el tiempo no se detiene por nada ni por nadie aunque así lo desees, no funciona de esa maldita manera, así que sal de ese estúpido hueco de autocompasion porque no te estas ayudando, y yo me estoy cansando.
-¡MÍRAME MIERDA! ¡SOY UN MALDITO ADEFESIO! -golpee la mesa y deje mi cerveza de lado mientras me quitaba la capucha del suéter que traía cubriéndome el rostro- ¡NO ES CUESTIÓN DE AUTOCOMPASION ES CUESTIÓN DE QUE SOY REPUGNANTE A LA VISTA! -el estruendo se hizo presente, la botella que había tenido en mi mano desapareció, y ahora había pequeños fragmentos de vidrio y liquido en el suelo- eso es lo que soy Drew, una bestia.
-Pues yo me niego a creerlo, así es como tu te quieres ver y actúas justamente de esta manera para que los otros te veamos así, pero entiéndelo de una buena vez Ethan Cañaveral, no eres un monstruo. Yo he visto la luz en ti, solías ser alguien que amaba ayudar a las personas, y amabas a tu madre por sobre todas las cosas, tenias una carrera jodidamente exitosa por la que cualquiera hubiese matado por tener, ni siquiera terminaste la universidad por toda esa mierda que crees de ti mismo, y ahora esta una pequeña cosa llamada Internet que pudo haberte ayudado a terminar con un tutor, pero claro, como tu estas empeñado en no hacer un demonio y roerte aquí en este maldito castillo olvidado por el tiempo, adelante, no te voy a detener, ¡pero lo he intentado maldición! ¡Soy lo único que te queda y incluso a mi me estas apartando joder!, Ya no se que hacer para ayudarte Ethan, ¡AYÚDAME MALDICIÓN! ¡Solo Dios sabe cuanto he soportado de ti aun estoy aquí!, soy lo único que te queda, y si continuas así me perderás a mi de igual manera querido amigo, y esta ves no volveré Cañaveral, no volveré.
Y de esa manera, mientras aun escuchaba sus palabras retumbando en mi cabeza, se retiro de mi casa. Y me temía que esta vez no volvería.
Me serví un trago de whisky, ¿Por que sera que en algún punto mientras Andrew me gritaba me sentía yo gritándome a mi mismo?, demonios.
Hice sonar el intercomunicador y repico una... dos... tres veces, hasta que se escucho una voz.
-Dígame Señor Cañaveral, ¿Necesita algo? - el acento Polaco aun se podía escuchar en la voz de Polina.
-Polina, siento molestarle tan tarde pero ha habido otro incidente en la cocina, solo le quería informar para que se limpiase, no importa cuando, yo voy a salir a dar una vuelta.
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El dolor detrás de la Bestia.
Fiksi RemajaEl era una Bestia pero no por elección propia, la Bestia real era la que le había hecho esto, el había sido una victima mas de la vida. El por los golpes se convirtió en eso. Ella era una joven cualquiera con una peculiaridad que no muchos comparten...