Capitulo 4: El viaje.

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La noche, fue inquieta. No pude dormir bien pero al final de la noche lo logre. Me desperté y arme mis maletas, como para cuatro años. No sé cuándo voy a volver, llevare toda la ropa que pueda.

Salí y la cara de mis tíos reflejaba, dolor y preocupación. Los vi y sonreí para mostrarles que estaba bien. Mi tía me abrazo fuerte y soltó un par de lágrimas. Yo también la abrace fuerte y le dije que todo iba a estar bien. Me dijo que me cuidara mucho, y que cualquier cosa la llamara y que puedo volver en cualquier momento.

Mi tío me iba a acompañar al aeropuerto pero aun así me abrazo. Salimos y tomamos el autobús al aeropuerto.

El camino se me hizo corto por la música. Mi tío nunca fue un hombre de muchas palabras, eso siempre me gusto de él.

Llegamos al aeropuerto y mi vuelo salía en 15 minutos. Pedí mi desayuno allá. Mi ensalada romana estaba tibia y mi soda caliente. Fue horrible y costaba caro para completar. Ahí si necesitaba estar con Tony. Mi tío pago el desayuno dijo que era por despedida.

Faltaba 5 minutos para que llegara el vuelo. Iba a entrar a área de espera. Mi tío me dio un abrazo y se despidió de mi luego me dijo.

-Iré para allá en un par de semanas, para ver como esta- dijo con una amable sonrisa.

-Estaré esperándote por allá- me dio un beso en la mejilla.

Me voltee para entrar, cuando sentí que una mano me halo por la espalda, la fuerza me volteo y me puso de frente a Tony. Nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos. Luego tomo mi rostro en sus manos y me beso. En ese momento lo único que pensé fue: ¿Que hacia Tony ahí? Y ¿Cómo sabía a qué hora salía mi vuelo?

Cuando me soltó me quede mirándolo fijamente a los ojos para descifrar. Lo que pensaba. Alrededor de tres emociones se reflejaban en sus ojos, sin contar los que trataba de ocultar. Uno de ellos era dolor, el otro era vulnerable, y el último no logre descifrar, era como rabia y enojo. La pregunta es ese enojo era hacia a mi o a él.

Después de todo logre abrir mis labios para hablar y le dije.

-Gracias por venir pero llegare tarde a mi vuelo. –Le dije y después le di un gran abrazo- Te voy a extrañar- me aleje de él y le di un beso en la mejilla.

Soltó un suspiro asintió y luego dijo.

-Ten un buen vuelo. Si decides volver aquí estaré esperando. Te esperare siempre-

-No lo hagas- después de decir esas palabras me di vuelta sin mirar atrás y llegue al área justo a tiempo, para ir al vuelo.

Cuando llegue al vuelo ya era hora de irme de Estados Unidos a Reino Unido. Una parte de mi quería volver a casa pero la otra, se quería quedar en Nueva York, seguir mi sueño. Pero si no fuera por la vida que me dieron mis padres, yo nunca pudiera seguir mi sueño, no tendría sueño que seguir. Ellos son mi fuente de inspiración. Las personas más importantes para mí en este mundo. Les debo todo, la persona que soy ahora quien soy. Lo menos que puedo hacer, es ayudarlos ahora en el momento más difícil de nuestras vidas. Hare lo que sea para ayudarlos. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la aeromoza. Me ofrecía un té y un pan. Pero según la última vez que me monte en un avión: el té estaba frio y el pan viejo, no volveré a pagar 15 dólares por eso. Decidí pedir una soda, ya que tenía galleta de soda.

El resto de las 3 horas y media viaje se me hicieron cortos gracias a Coldplay y Radiohead. Y aunque fue corto no pude dormir nada, pensando en mil cosas. Tony, mi padre. Y en mi porque aún no sabía, que hacer para ayudar. Lo que sea lo iba a hacer. Lo que sea lo resolvería cuando llegara.

Memory of youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora