Mi Profesor

Lección 5: Las voces seran silenciadas

—Poeta ha llegado tu fin —Asano Gakushū, El presidente del consejo estudiantil e hijo del director, se encontraba haciendo algo que muchos considerarían malo...
Jamas pensó que haría eso, pero ahí Estaba él con sus grandes aires de superioridad mostrando todas las fotos privadas de Terasaka Ryōma.

—¡T-tu bastardo! ¡¿Por qué haces esto?! —gritó con furia.

—Debo proteger al consejo estudiantil y Shiota es uno de ellos.

—¿Ese perdedor? —Ryōma empezó a reír.

¿Y quien no lo haría?

El pequeño peliazul siempre había sido ignorado por las grandes masas.
Asano se había adelantado, había dicho en alto algo que debía en silencio guardar pero concluyó que si decía que Shiota era un miembro importante de estos ese cobarde no diría nada. Porque en un futuro lo seria. Con o sin el consentimiento el mismo.

El extraño rumor del "Fantasma" Había empezado a correr a voces por el estúpido troglodita. Haciendo que Nagisa, su blanco, Se convirtiera en: “Un chico interesante y misterioso”  Para todos. Y Aquello lo quisieron aprovechar la mayoría de los miembros del consejo estudiantil.

—¡Trae eso! —exclamo el gorila  pensando que Asano lo tenia *cogido por las pelotas y eso...
¡¡ Era inconcebible!!
Después de sus muchos esfuerzos por negar su homosexualidad notoria desde muchos años atrás por vergüenza y miedo todo se desmintiera, con pruebas, todos sus esfuerzos serian tirados a la basura.
Si llegaban a ver sus comprometedoras fotos con Horibe...
Un chico de baja estatura con los cabellos blancos como la nieve y ojos amarillentos cuan tan dulce miel que sólo el podía probar.
Una delicia, un ángel para Ryōma.
En definitiva. Todo se iría a la mierda...

Gakushū decidió dejarlo estar.
Tal vez era lo mejor, daría a ese chico el beneficio de la duda.
Miro desde arriba como aquel chico se arrodillaba y suplicaba que le diera las fotos.
¿Terasaka suplicando? Eso no se veía todos los días...

«Las gilipolleces que uno hace por amor... »
Asano suspiro derrotado,
por supuesto que le daría... Las copias.

[ • • • ]

Y

ahora, enfrente de Nagisa se encontraba el gorila mas temible de todos. (O el mas tonto) Reclamando algo estúpido y sin sentido que el peliceleste no entendía.

—¡Escucha bien! —Terasaka arrinconó al peliazul contra los casilleros haciendo un estruendo que llego a los oídos de todas las personas que estaban en los pasillos.
Unos segundos después, ya se había llenado de gente.
La “Conversación privada” que el gorila planeaba tener se había convertido en entretenimiento para el publico.
Entre ellos escondido el jefe de estudios miraba expectante.

—¡Me vas a decir que tienes tu con el hijo del puto director! ¿¡Oíste!? —grito hecho un manojo de nervios.
Intentando tapar a Nagisa con su cuerpo de  ojos ajenos.
Lo cual quedaba raro, porque parecía estar hablando de frente con la pared y la gente miraba con más interés.
Se formo un circulo lleno de personas que se empujaban para ver mejor que estaba pasando.
El pasillo del instituto parecía estar lleno de cabezas curiosas.
Hasta que empezó ha verse una silueta mas grade que las demás tratando de abrirse paso entre la multitud que se fue dispersando hasta el pasillo quedar vacío.

—¡¿Qué esta pasando?! —Después de escuchar esa voz Nagisa volvió en si.
Cuando Ryōma le había cogido del cuello de la camisa y lo había elevado a su altura, había sentido tanto miedo...
Podría haberse defendido, decir algo, pestañear al menos...
Pero su mente quedó en blanco incapaz de reaccionar a nada.
Algo que últimamente pasaba demasiado.
Y su cuerpo reaccionó gracias a karma que se aproximaba colérico a ellos.
¿Realmente estaría a salvo?
¿O ese profesor era mucho mas peligroso que un gorila enfadado?