Capítulo 1 La Escuela.

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Era la noche antes de entrar a clases, había quedado con Ángel para dormir juntos y así llegar a la escuela, durante la noche no hacíamos nada más que platicar y jugar videojuegos, eso bastó para quedarnos agotados y así dormir, Ángel se cambiaba para dormir, así que se quita su camisa y la deja a mi lado, al momento me puse nervioso cuando vi Ángel, porque él tiene algo que me encanta, tiene ese cuerpo tan perfecto, limpio, suave... No tarde mucho e hice lo mismo, me quite la camisa y la deje a su lado.

Ya listos para dormir, le dije a Ángel que dormiría en la cama y que hay un lado para el, pero se negó y quiso dormir en el piso, ya que no quería crear tensión... pero yo si quería dormir con él... no se por qué, pero la idea de dormir con él en la misma cama, me hace sentir diferente, feliz, emocionado y con adrenalina, bueno, mejor ya me duermo y me dejo de estupideces.

-¡Ángel basta... no sigas, yo te necesito aquí, no me dejes por favor!- Grité con miedo y un despertador suena y me levanto por el susto, vi la hora que era y se nos hizo tarde, eran las 7:15 a.m. y nosotros debíamos entrar a las 7:00. Le grité a Ángel para que despertase y no lo hacía, pero en el intento de despertarlo, me vestía y alistaba.

-¡Ángel!, despierta ya es tarde!- Grité absurda mente, pero una idea se me vino a la cabeza y entonces me quedé ahí... observándolo y dudando si hacerlo o no, pero ver ese rostro tan suave, tan perfecto, me dejó la piel de gallina, así que me acerqué lentamente a su cara y le dí un beso en la mejilla, entonces Ángel por fin abrió los ojos y se despertó.

-Oye qué hiciste?, qué hora es?- pregunta Ángel confundido.

-Traté de despertarte, ya es tarde, son las 7:18- le expliqué algo nervioso.

Ángel se levantó con rapidez, agarro todas sus cosas y me jaló de la muñeca hasta llevarme a la puerta de su casa. Comenzó a correr y yo también lo hice, la casa de Ángel esta lo suficientemente lejos de la escuela así que corrimos lo más que pudimos, pero en el camino Ángel se vestía como podía, dejando su ropa de dormir a media calle, como yo estaba atrás de él, la fui agarrando y la iba guardando en mi mochila.

Llegamos a la escuela y estaba cerrada, pero había una vaya que cubría la escuela y en ella había un agujero, así que nos colamos por ahí para poder entrar a la escuela. Como no sabíamos nuestros salones aún, buscamos las oficinas de la escuela para preguntar en qué gpo. estaríamos; el director nos vio y nos cito a ir a su oficina para que hable con nosotros.

-Me pareció verlos al entrar a la escuela de una manera indebida, pero se que será la última vez, así que necesito sus nombres para que así puedan entrar a sus aulas.- Nos comentó el director con una expresión seria.

-Yo soy Ricardo Léon y él es Ángel Herrera- respondí.

-Muy bien señores, León, tu estarás en el 1B y tu Herrera en el 1D, eso es todo pueden ir a sus aulas, por favor.- Nos habló con franqueza y firmeza. Pero nos quedamos algo petrificados al escuchar que no estaríamos juntos, esta sería la primera vez que no estaría con Ángel, siempre hemos estado juntos, al menos en secundaria.

Por mi parte, estaba nervioso y asustado, pero ambos queríamos entrar ya a clases para no retrasarnos más y eso hicimos.

Al entrar a mi salón, estaban todos de pie y no había maestro, algunos chicos se peleaban, otros solo platicaban, se tomaban fotos o molestaban a los demás; yo decidí ignorarlos y esperar a que llegara algún maestro o instructor, pero en vez de eso, llegó un chico, algo serio pero simpático, su cabello era largo, estaba despeinado pero me gustaba ese estilo, era de tez clara, ojos azules verdosos claros, debo admitir que me encantaron, y después de un rato se sentó junto a mi y me habló como para que seamos amigos.

-Hey, hola, soy Amir, qué cuentas?- Me habló Amir sin timidez alguna.

-Ricardo, nada, esperando que este día no sea un asco- Respondí algo dudoso.

-Jah! como si eso existiera, siempre el primer día será un asco, pero tranquilo, conozco a la mayoría de aquí, te presento a alguien si quieres- Comentó ansioso.

-Ay si tú, haber dime, quién es él?- Pregunté con tono sarcástico.

-Bien, me gusta tu sarcasmo, se llama David, es buen chico, tiene una hermana mayor y le gustan los perros.- Respondió con una sonrisa picara en el rostro.

-Qué buena imaginación tienes, me sorprende- Confesé devolviendo la sonrisa.

Al final conversamos durante toda la clase, me calló bien Amir, nos hicimos amigos casi enseguida.

Sonó el timbre de salida y quería ver a Ángel fuera de la escuela pero no estaba ahí... se fue y sin mí, el no verlo la verdad me hizo sentir algo mal, no sé por qué pero si me dolió, luego iré a su casa para verlo y preguntarle por qué me dejó así de la nada.

Sólo ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora