Muñeco.

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Dipper miró divertido como su hermana y su mejor amigo/novio Bill Cipher se correteaban como un par de niños que, literalmente, peleaban por una galleta.
—¡La última galleta es mía, Shooting Star!
—¡No si yo lo impido, Cipher!—Dipper rió mientras ambos seguían correteándose y peleando por esa galleta.
Finalmente Mabel tomó la galleta de un extremo mientras que Bill la sostenía del otro. Ambos tiraron y la galleta se rompió, repartiendo migajas en el suelo de la cabaña.
Ambos se miraron en silencio y luego de encogerse de hombros cada quién comió su parte de la galleta, causando más risa a Dipper. Tanta pelea para nada, al final ambos comieron de la última galleta.
Dipper calmó su risa mientras recordaba los tiempos cuando conoció a Bill... El primer pensamiento que tuvo Dipper al verlo fue que parecía un muñeco. Y era la verdad, sus ojos no parecían mirar nada, no hablaba con nadie, sus movimientos era como los de títere siendo controlado por alguien más.
Le pareció interesante, más considerando lo guapo que era y como a pesar de eso en el receso se sentaba sólo a comer su almuerzo mientras miraba ausente todo a su alrededor. Aveces ni si quiera comía, como si no lo necesitase.
Todas las chicas de la preparatoria estaban ya locas desde que se enteraron que habría un alumno nuevo, y muchas tuvieron que reprimir sus gritos cuando vieron a un guapo chico rubio y de ojos color oro derretido entrar en el salón de clases. Pero las ilusiones de todas descendieron en picada cuando por más que le coqueteaban y lo perseguían este ni las volteaba a mirar con esos ojos ausentes. Incluso hubo algunas que se propusieron hacerlo cambiar y al menos sonreír una vez, pero se rindieron al cabo de un mes o dos en los que Bill se la pasaba ignorándolas. Lo gracioso es que ni si quiera se molestaba en decirles que lo dejasen en paz, pues él sabía que si las ignoraba tarde o temprano se cansarían.
Dipper entonces se decidió a acercarse a él, la razón era muy sencilla (como todas las razones): Bill le parecía diferente, igual que como él era diferente a todos los demás. Aunque entre sí, ambos eran algo parecidos en el sentido de ser sociables. Dipper no tenía amigos porque lo consideraban raro, Bill, porque consideraba raros a los demás. Dipper decidió ver que pasaba si juntabas a dos renegados de la sociedad.
Así que se acercó a Bill. Comenzó tratando de hablar con él. La primera vez fue un fracaso; la segunda igual; la tercera estuvo un poco mejor, logró sacarle la palabra "vete" (que era un gran progreso considerando el rotundo fracaso de las demás chicas que habían intentado hablarle); la cuarta le sacó unos gruñidos; la quinta logró unos cuantos ruidos a manera de "sí"; la sexta logró una conversación (con respuestas cortas y algo cortantes, pero una conversación al fin y al cabo); la sexta una leve sonrisa; la séptima una risa leve; la octava una carcajada; la novena una sonrisa completa y la décima un amigo.
Dipper disfrutaba enormemente las miradas de envidia de todas las chicas cada que recorría los pasillos mientras hablaba alegremente con Bill.
Las vacaciones de verano llegaron y Dipper invitó a Bill a ir con él a Gravity Falls de vacaciones. Se quedarían en la cabaña de sus tíos junto con ellos y Mabel, tal como cada verano que pasaban ahí desde los 12 años.
Bill aceptó luego de múltiples súplicas de Dipper, y a este esas vacaciones le sirvieron para terminar de conocer a Bill y hacer que empezase a abrirse a los demás.
Dipper recordaba con especial satisfacción la cara de estupefacción de todos cuando al regresar de vacaciones de verano Bill llegó tarde al primer día, y al tener al mismo profesor del año pasado, se plantó en la puerta 5 minutos después de que la clase hubiera dado inició y dijo:
—Demonios... Lamento la tardanza profesor, sólo que alguien—recalcó, mirando a Dipper con los ojos entornados—prometió esperarme y no lo hizo—Dipper rodó los ojos divertido.
—Te dije que por mensaje que Mabel me pidió acompañarla—Bill se puso dramáticamente una mano en el pecho mientras ponía cara de ofendido.
—¡Ósea que prefieres a tu hermana antes que a mi, tu mejor amigo!
—Hum... Considerando que eres una Reyna del drama, diré que sí.
—Me hieres, Pine Tree...—Bill negó con la cabeza, fingiendo estar decepcionado.
—Como veo que les interesa tanto su conversación pueden seguirla en el pasillo—ante lo dicho por el profesor, Bill se dio inmediatamente la vuelta e hizo un ademán con la mano a modo de despedida.
—¡Gracias!
—¡Bill!—regañó Dipper, mientras se levantaba y tomaba apresuradamente sus cosas para salir detrás de él.
La puerta del aula se cerró detrás de ellos con gran estrépito, y una vez ambos estuvieron fuera y completamente solos en el pasillo, comenzaron a reírse a carcajadas.
El rumor de la nueva actitud de Bill se esparció rápidamente, y para la hora del receso ya todo el mundo lo sabía. Y seguían quedándose con la boca abierta y los ojos como platos al ver al chico en cuestión con una permanente sonrisa burlona o divertida en el rostro, haciendo bromas todo el tiempo y siendo un dramático de primera.
Incluso una vez ese mismo día, en una hora libre que tuvieron gracias a la ausencia del profesor de inglés, Dipper se encontraba en su casillero depositando sus libros, mientras que Bill estaba despreocupadamente recargado en el casillero de al lado conversando con Dipper.
—En serio, eres un infantil, Bill.
—¡No lo soy! Y te lo mostraré... ¡Tú, la de coleta!—la chica en cuestión, que se encontraba observándolos a ambos junto a su grupo de amigas, dio un sobresalto y se puso colorada.
—¿Si?
—¿Verdad que no soy infantil?
—Eh...—la chica miró a sus amigas, sin saber que contestar.
—¿¡Ves!? ¡No lo soy!—Bill hizo un puchero. Dipper rodó los ojos mientras cerraba su casillero.
—Sí, claro, y aquel grupo de gnomos no secuestró a Mabel por segunda vez este verano.
—No lo soy, sólo que tu eres muy malo conmigo—Bill le sacó la lengua a Dipper y este rió.
—Lo que tu digas, Cipher—ambos se alejaron mientras seguían en su mini pelea y las chicas de aquel grupo los seguían mirando sorprendidas. Ese, definitivamente, no era el mismo chico indiferente y calmado del año anterior...
Unos brazos rodeando la cintura de Dipper lo llevaron de regreso al presente, sabiendo quien era se giró sonriendo a ver a Bill y este le regresó la sonrisa.
—¿Qué tanto pensabas? Llevo siglos llamándote.
—Lo siento—Dipper dio una risita—. Sólo pensaba en cuando nos conocimos y nos hicimos amigos.
—Ah, sí... Fueron buenos tiempos.
—Muy buenos... No se que sería de ti ahora si yo no me hubiera acercado a hablarte.
—Probablemente me hubiera tirado de un puente hace mucho—Dipper le dio un golpe en el brazo a Bill por sus palabras y lo miró con algo de molestia.
—No bromees con eso, Bill.
—No es broma, es en serio. Ya lo estaba considerando cuando tu te acercaste a hablarme—Bill se puso serio, pero su semblante serio desapareció en un segundo siendo sustituido por una sonrisa—. ¡Bueno, vamos! ¡Está nevando, y es casi Navidad! ¡Vamos a hacer un muñeco de nieve, Pine Tree!
Dipper rió por cuan infantil podía llegar a ser su novio y negó con la cabeza al ver a este mismo correr fuera de la cabaña. Dipper creía que tenía el mejor novio del mundo.

¡One Shot's BillDip!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora