Capítulo 9:

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Las vacaciones habían terminado. Estaban subiendo sus maletas a la camioneta cuando Sam divisó a Bruno acercarse a ella.

-¿Ya te vas? -preguntó angustiado.

-Sí, mañana empiezan las clases.

-Que te vaya bien -sonrió sincero.

-Gracias -dijo y le devolvió la sonrisa.

-¿Puedo darte un abrazo?

-Claro -sonrió otra vez.

El chico la envolvió en un cálido abrazo. No fue muy fuerte ni muy despacio. Fue el abrazo perfecto, Bruno sabía como hacer las cosas bien. Estuvieron unos segundos más así y luego se separaron sonriendo.

-Sam, ya está todo listo -oyó decir a Katt. Estaba detrás de ellos.

Ella asintió y se volvió hacia Bruno y se despidió para luego subirse a la camioneta.

-Oh, creo que olvidé una maleta -dijo Katt antes de subirse, mientras contaba sus maletas. -Voy a buscarla, no tardo.

Katt subió las escaleras mientras los padres de Tammy terminaban de subir las maletas.

Entró en su habitación y sacó una gran maleta roja que estaba bajo la cama. Bajó las escaleras con dificultad y casi se cae, pero logró llegar abajo sin mayor problema. Salió haciendo un gran esfuerzo por llevar la maleta hasta la camioneta. Pues esa era la única que no tenía ruedas, a pesar de ser la más grande.

-¿Te ayudo? -oyó la voz de un chico frente a ella.

Levantó la vista y vió a Bruno, él le sonreía amable mientras esperaba su respuesta.

-Ah, yo... -se quedó hipnotizada con sus sonrisa. No logró decir nada.

El chico soltó una pequeña carcajada y tomó la maleta. Katt sólo caminó detrás de él. Sintió sus mejillas arder al recordar al chico sonriéndole. Había interactuado con muchos chicos en el pasado, pero ahora... Se sentía muy tímida con Bruno.

El chico dejó la maleta donde había espacio y caminó hasta la puerta que Katt estaba a punto de abrir, tomó la manija, la jaló y abrió la puerta por ella.

-Adelante -dijo y le sonrió.

-Gra-gracias... -se sonrojó y subió a la camioneta sin decir nada más y evitando mirarle a la cara. Estaba demasiado avergonzada.

Bruno cerró la puerta y dió unos pasos hacia atrás. Los padres se Tammy subieron a la camioneta y cuando encendió el motor, Katt se asomó por la ventana aún avergonzada y se despidió de Bruno con la mano al mismo tiempo que pronunciaba un gracias con los labios.

La camioneta comenzó a moverse y pudo ver que el chico le respondía un de nada.

-Katt, ¿Qué fue eso? -oyó la pícara voz de Tammy.

-Chicas, creo que... me enamoré de Bruno -confesó.

Las tres soltaron un grito ahogado de emoción. Y la abrazaron dándole ánimos para cuando lo volviera a ver.

Sam sintió una enorme alegría al pensar que Katt podría ser la chica indicada para Bruno. Tal ves su amiga curaría la herida que ella dejó.

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-¡Ray! -Sam corrió hacia el chico y se abalanzó contra él.

-Por fin te veo - dijo envolviéndola en un abrazo. -No sabes cuánto esperé éste momento.

Ella rió y lo besó. Oyó a sus amigas fingir tos, se volteó y las vió con expresión de "no es justo que tú disfrutes lo que nosotras no tenemos".

De la cárcel a la caja de sorpresasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora