[Kano x Kido] Nuestro Cuento (GB)

Dulzura

Un paseo, unas miradas, un rato juntos. Esto es felicidad.
Llegaron a la entrada del parque de atracciones los cuatro, con una mirada impaciente a Seto le brillaban los ojos al observar la velocidad de la montaña rusa.

-¡Wow! ¡Huele a tantas cosas dulces! ¡Lo quiero probar todo!- Kano dio pequeños saltos de alegría y tiraba de Kido quién no quería avanzar solo para gastar dinero en comida que se comería solo Kano.

-¡Vamos nosotros también Mark! ¡Vamos a la montaña rusa!- Mark temblaba e hizo un gesto a Kido para que lo salvase.

Lo siento amigo, estás solo en esto. Al igual que mis ahorros...

Kano y Kido estuvieron a la persecución de las tiendas y puestos de comida y dulces, el aroma no dejaba aparte a Kano. Era tentada por el encanto de gastar, que atemorizaba a Kido.

Después de un par de compras por TODAS las tiendas se sentaron a descansar en un banco donde se podía ver transitar feliz a la gente. Habían parejas y familias agarradas de las manos inquietas, amigos con el simple disfrute del lugar y gente con sonrisas imborrables.

Kano parecía serena mirando a toda esa gente y Kido la miraba con una respiración nerviosa. Una mirada que podía expresar Kano como el encanto por la humanidad, la gente que no puede mentir sobre su propia verdad.

-Kano...- Kido fue interrumpido por el tintineo de la campaña de un carro rosado que vendía gigantes de nube rosa, o algodones de azúcar , típico de los niños....

Kano salió dejando todo los souvenirs al cuidado de Kido y esta salió a comprar uno de esos dulces tan empalagosos y azucarados, mientras que Kido suspiro pesadamente.

La chica de cabellos rubio volvió con una de esas nubes de seda rosa y se volvió a sentar junto a Kido.
-¡Kido-kun! ¿Quieres probar?- Dijo mientras miraba al peli-verde de reojo sin aún haber probado bocado.
-N..no, no me gustan las cosas dulces-. Kano infló sus mejillas enfadada.

-No seas estúpido, come un trozo-.
-No-
-Solo un poco-
-Dije que no...-
-¡Un poquito poquitirrín poquitísimo!-
-No Kano, no-

Kido estaba con la ira calentando su cabeza y sus finos ojos enfocaban borrosamente a una mirada a la nada.
Entonces la chica de ojos amarillos suspiro como si hubiera cortado su juego de un golpe. -Kido-.

El chico torció la cabeza y contempló los ojos cristalinos que te puede poner un cachorro que ruega por la comida de su amo. -Ugh..... solo será un poco-. Kano mostró entonces esa sonrisa pícara de felicidad.

La chica cogio un poco del algodón de azúcar y con los dedos se lo acercó a los labios a Kido. El chico se sonrojó al mirar como se lo ofrecía. -Dí "aaaah"-.
El peli-verde mirando hacia otro lado aprobó muy rojo el acto de Kano y se acercó para meter los dedos de la chica enroscados en algodón de azúcar en su boca.

Kido vio de reojo como los ojos de Kano tenía un brillo rojo aunque seguía con una sonrisa corriente.

¿Que estaría intentando ocultar ahora?

Kido se aparta de la mano de Kano y se relame los labios aún sonrojado mientras que la chica le miraba con curiosidad. -¿Te gusto? ¿Estaba bueno verdad?-.
Se le podía ver con claridad esos ojos rojos que profundizaban en Kido con una cálida sonrisa, un panorama que lo llenaba por dentro del amor que sentía hacia el.

No se.. que me ocurrió...

No se... porque reaccione así...