[Kano x Kido] Nuestro Cuento (GB)

Sin Sentido

Noches en las que la oscuridad te amenaza con abrazarte y jamás soltarte ,pensando así, que desaparecerías.
Días en las que la multitud y las plegarias de la luz pura atravesándote la piel por no ser tan merecedor de aquel bien.

Hay cosas que simplemente no tienen pues ni cabezas por lo que le puedes marcar un ritmo con sentido. Cuando uno pierde su capacidad del sentido lo poco que le puede quedar después de ello... sería menos que nada.

Shuuya Kano. Una dama que poco a poco va careciendo de este sentido...

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Kido se estaba en la cocina preparando el desayuno. Al parecer ya era bastante tarde y casi todos se habían ido, el siempre desayunaba el último y solo quedaban el y la dormilona de Kano en la base.

Kido terminaba su café mientras que miraba inquieto las escaleras.

Esa chica... ¿Porque no baja?

El chico de cabello verde se levantó con algo de ansiedad y se dirigió a subir el segundo piso, se colocó delante de la puerta de Kano y golpeó sincronizado. -Kano, despiértate. Que no tengas nada que hacer no significa que te pases todo el día durmiendo-.

Kido agudizó la mirada y al ver que no respondía abrió la puerta.
La habitación estaba a oscuras y las sabanas desechas, parecía que Kano se marchó rápido después de despertarse.

-Aghh, ni siquiera aviso de que se iba. No es normal en ella, espero que este bien-.

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Una chica avanzaba con prisas entre la gran multitud de la gente, corría con prisas e inquieta se movía golpeando accidentalmente a los demás.
Parecía exhaltada y los demás la miraban ariscamente, estaba rodeada de gente.

Pero en verdad se sentía sola

De entre el estruendoso ruido la gente se iba alejando y sonaba un pitido cercano y rojo como el fuego.
Estaba entre medio de la gran vía de automóviles, los semáforos se colorearon de rojo y los coches con sus bocinas pitaban amenzadoramente mientras se acercaban a ella.

-¡CUIDADO!-

Escucha la chica rubia encapuchada como último anhelo. Sitio que algo la empujaba velozmente y la arrastraba lejos del peligro. Después de ello perdió la consciencia de lo que le rodeaba.

El viento fluía y la oscuridad de las calles frías y húmedas rozaba su piel. Con un apretar de párpados abrió sus ojos incorporándose del suelo húmedo.
-¿Do..donde..?-.

-Menos mal que despertaste-. Asumió una voz aliviada y femenina.
Parecía jugar con el también te con su voz y rostros, manejar todo su alrededor.

Kano levantó su rostro y miró a una chica joven de cabello negro algo sonriente ,pero también molesta.
Conocía esa mirada, la misma que ponía ella cuando se traía algo entre manos que le parecía mala idea de principio.

-¡Ey ey, mírame Kano! ¡Levanta chica!- Decía colocando sus manos en sus caderas.

Iba con unas vendas en el pecho un pantalón negro algo rasgado. Parecía una chica sin techo pero ni sabia la misma Kano por qué se sentía segura con ella.