3. The Magnific Magnus Bane

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"A veces sientes que algo falta..."

Moda...Algo que debías saber de Magnus Bane es que era todo un astro en este sentido,  podías decir moda y automáticamente lo relacionabas con él.

Uno de los solteros más codiciados, y aún más  cuando dicho personaje se había  declarado bisexual, así  es señores,  tanto hombres como mujeres buscaban la manera de enamorarlo.

Magnus era altamente  conocido  por ser un conquistador de primera, además de ser empresario y nadar literalmente en dinero.

Sus relaciones nunca duraban y se declaraban fracasadas.

A sus veintitrés años  había tenido incontables amantes  algunos más memorables que otros pero ninguno que haya logrado que el Magnífico  Bane se enamorara.

Actualmente  se había mudado a la zona más concurrida de Brooklyn,  gozando de un departamento bastante grande.

Al ser aún  un niño, perdió  a su madre y su padre Asmodeo Bane se despreocupo de él,  fueron cinco años en los que lo ignoró,  hasta que conoció  a  Amatis una mujer noble.

El único  problema era que Amatis era estéril,  ante esto Magnus trató  de consolarla y así  nació  una relación muy linda y pronto Magnus la quiso como una madre.

Su padre se volvió  más cariñoso y atento, a los dieciocho Magnus decidió  crear su propia empresa, la cual era sobre diseño de ropa, Magnus Bane era un diseñador excepcional y lo demostraba a la hora de vestir, sus gustos en moda eran egocéntricos pero se las ingeniaba  para que le lucieran bien, y gracias a eso se le denominaba un hombre apuesto.

Aparte de sus padres, contaba con sus mejores amigos: Ragnor Fell, Catarina Loss, Raphael  Santiago y Jonathan Morgenstern.

Ragnor y Catarina   eran esposos ya desde hacía  un año y Raphael con Jonathan formaban una linda pareja.

–Magnus ¿qué clase de cosa es esta? –Su querido amigo Ragnor veía  una maleta con una sustancia brillante en él.

–Es mi amada purpurina, amigo gruñón.

–Pareces una chica, no sé  cómo me hice tu amigo.

–Pues cualquiera que fuera esa razón agradezco que lo seas.

–Ya deja de hablar así, me darán ganas de vomitar.

Magnus se estaba mudando y sus amigos Ragnor y Catarina  lo ayudaban a instalarse, Raphael y Jonathan no habían podido ir porque necesitaban resolver asuntos en Alemania que era dónde  Magnus vivía  antes de llegar a Brooklyn.

Agradecía que su departamento fuera grande, en especial para albergar su ropa que no era poca.

A Magnus le encantaba destacar, su hermoso cuerpo ejercitado atraía a cualquiera,su acanelada   piel y sus ojos...peculiares ojos verdes con matices dorados y pupilas casi verticales que daban la impresión  de ser los ojos de un gato.

–Ya acabé  y si no te importa me iré  a mi casa con mi esposa a la que DEJE por tu culpa- anunció  Ragnor.

–Está bien, adiós.

Una vez Ragnor se hubo ido, Magnus fue en busca de Presidente Miau,  su gato.

Su mascota y él  eran los únicos habitantes de ese colosal departamento.

–¡Ven presidente! –el minino  llegó  y se abalanzó  sobre el regazo de su dueño para ser  mimado.

Magnus amaba a ese gato, su presencia era demasiado grata para el de ojos gatunos.

En ese instante mientras acariciaba  a presidente, un nudo se le formó en el pecho.

Magnus sabía que a pesar de tener tanta fama algo le faltaba, precisamente  alguien que le hiciera compañía,  una pareja...Alguien  que que lo hiciera temblar al verlo, que al escuchar su voz se olvidará de su nombre, y al fin poder tener alguien a quien amar y que lo amase.

Pero tenía miedo, le habían roto el corazón  demasiadas veces y no estaba seguro de soportar un rechazo más,  prueba de eso eran dos de sus "amores" los que lo marcaron de por vida y no de la buena forma.

Imasu,  un peruano sumamente atractivo, lo había  amado pero...Le exigía  demasiado,  además de que era sumamente celoso y no permitía  que Magnus hablase con cualquier persona.

Al final le dio fin a esa relación enfermiza, y después...llegó  Camille una despampanante rubia pero igualmente hipócrita,  él  llegó a amarla pero ella no, descaradamente le hechó en cara que no lo  amaba y que solo lo buscó  por su dinero.

Aún  así  no desistiría de buscar a su alma gemela.

Sin poder evitarlo se durmió  con la esperanza de encontrar  el amor.....Sin saber que  pronto lo encontraría.

EL SABOR DE TU CORAZÓN  (MALEC AU)  [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora