"La cocina es un estudio, la cocina es un arte......"
–Isabelle Lightwood, ¡¡¡apresúrate!!! –Alec llamaba a su hermana que se tardaba como mil años en arreglarse para ir a su primer día de clases.
Como siempre él era el único que se preocupaba por ella y sus dos hermanos, Maryse y Robert casi nunca estaban en casa por lo que Alec asumía la responsabilidad de ayudar a sus hermanos.
Esperaba en el vestíbulo de la casa junto a Jace y Max, Jace e Izzy asistían todavía a la escuela mientras él estaba en el primer año de Administración en la universidad pero también en el tercer año de Cocina y Repostería cosa que solo sabían sus hermanos.
Como el hermano mayor, él era el único con la capacidad de manejar y debía ir a dejar a Max a su escuela y a sus dos hermanos al instituto para después ir a la universidad.
Con apenas dieciocho años Alexander era toda una caja de sorpresas, desde pequeño practicaba deportes en donde destacaba en Arquería, también sabía de Artes Marciales y Defensa Personal, además era uno de los mejores estudiantes en la universidad, pero en sí solitario puesto que solo hablaba con sus hermanos y su mejor amiga Lydia, además de fraternizar con Clary la novia de Jace que en un principio no le caía bien, pero después la pequeña chica de cabello color zanahoria y el de cabello azabache se habían aprendido a llevar bien, también convivía con Simon el pretendiente de Izzy y mejor amigo de la zanahoria.
Fuera de eso estaba casi siempre sólo.
–Ya estoy aquí –la voz de Izzy se escuchó cuando bajaba de las escaleras.
Indudablemente toda Isabelle irradiaba belleza, estaba vestida con un vestido ceñido al cuerpo color azul cobalto, limpiamente maquillada, con unos tacones no menos de quince centímetros y el cabello recogido en una cola alta y apretada, su sonrisa era la más bonita según los hombres que la conocían o tenían la afortunada suerte de admirarla.
Jace llevaba un pantalón café oscuro apretado, una camisa a cuadros roja y botas negras, muchas chicas del instituto morían por él, además su cabello rubio y sus ojos dorados contribuían a alimentar su ego, solo Dios sabe como Clary lo aguantaba pero no podía negar que la pelirroja lo hacía inmensamente feliz.
El pequeño Max iba con su habitual uniforme el cual consistía en un pantalón negro, camisa blanca, suéter azul y lentes.
El único que desentonaba totalmente con ellos era el mismo Alec, sus padres le habían bajado mucho el autoestima desde que era un niño y ahora que ya era mayor lo obligaban a trabajar para que según ellos "aprendiera a valerse por sí mismo" cosa que no ocurría con sus hermanos ya que a ellos si los consentían y les suministraban de grandes cantidades de dinero, esa era una de las razones por las que Alec no gozaba del uso de mucha ropa y la que tenía estaba desgastada o agujereada, además a él parecía no importarle su vestimenta, pero eso no evitaba que sus hermanos que, enterados de esta situación lo llevarán de compras con el fin de que su hermano se viera más presentable.
Por otra parte Alexander no era fan de la ropa y se conformaba con cualquier prenda que le compraban y al final nunca usaba.
–Alec... ¡¿SE PUEDE SABER QUÉ DEMONIOS ESTAS USANDO?! –espetó Izzy al ver como su hermano mayor iba vestido.
–Esto –dijo Alec señalando su vestuario –se llama ropa Isabelle, creo que ya estas familiarizada con el término.
–¡Ahhhhh! A veces eres exasperante –exclamó frustrada.
–No me digas lo que ya sé– respondió con una sonrisa de lado.
–Ya déjalo Izzy sabes que nos costará convencerlo de que se cambie, además ya vamos tarde al instituto.
–Si, ya vámonos –anunció Max y los cuatro salieron para entrar al auto e ir a sus respectivas escuelas.
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–¡Alec! llegaste tarde – Lydia Branwell llegó junto a Alec y se sentó a su lado.
–Si, ya sabes mis hermanos se despertaron tarde y yo apenas llegué a la universidad.
–Que bueno que llegaste a tiempo, el profesor Hodge dijo que tardaría unos minutos antes de dar la clase porque necesitaba resolver algo.
–Ajá.
La jornada de clases fue la misma rutina de siempre y a pesar de que Alec era muy responsable en sus estudios, sinceramente no le gustaban, al contrario deseaba que las clases terminarán para ir a la academia culinaria en al cual estudiaba para ser chef.
Amaba la cocina y eso lo ayudó para que a los quince años sin que sus padres se enteraran decidiera entrar a estudiar Cocina, los maestros sabían al igual que sus hermanos lo estrictos que eras los padres de los Lightwood, por esa razón encubrían muy bien a Alexander para que sus padres creyeran que recibía cursos libres en relación a su carrera.
Por otra parte Robert y Maryse siempre estaba de viaje y no se ocupaban de sus hijos más que para presumir de ellos, y al no estar presentes Alec tenía más responsabilidades pues tenía que cuidar a sus hermanos, estudiar y mantener uno de sus mejores secretos.
Porque, sí, Alexander Lightwood era gay y eso solo sus hermanos y Lydia lo sabían, claramente no había salido del closet, lo que generaba que muchas chicas lo asediaran para tener una relación con él y es que a pesar de vestir como un vagabundo, su cabello negro y rebelde, con sus facciones finas y varoniles, con su piel tan pálida y sobre todo sus ojos...Esos ojos espectacularmente hermosos...De un azul intenso demasiado perfecto, que provocaba la admiración de cualquiera y eran tan peculiares porque cambiaban de tonalidad en relación a las emociones del muchacho.
Sin duda Alexander Lightwood poseía un rostro precioso y digno de admirar por todos menos por él mismo.
El ojiazul no creía ser guapo, de hecho cuando estaba con sus hermanos procuraba no llamar la atención y siempre funcionaba debido a que sus hermanos se robaban esa atención.
Así transcurría la vida de Alexander Lightwood, sin nada que lo alterará...o tal vez si.
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EL SABOR DE TU CORAZÓN (MALEC AU) [En Edición]
FanfictionMagnus es un empresario joven y Alec un estudiante de cocina, una historia llena de amor, sufrimiento y mucho MALEC Esta historia es 100% MALEC, es mi primera historia de Cazadores de sombras. Espero les guste. Todo esto nació gracias a la serie...