Aveces era casi imposible pensar que todos nosotros teníamos algo en común. Entre los pasillos se rumoreaba que el hecho de mezclas en niveles de popularidad tan rara que se daba entre nosotros era a causa de que Criss y Katherine querían hacer una especie de obra caritativa de "Siéntete popular unos cuantos dias".
Los días señalados cuando nos reuníamos como club en la cafetería me sentaba a almorzar con ellos, de hecho no tuvieron problema en que Jesee se sentará con nosotros, hasta lo invitaron a las reuniones después de clases pero se negó.
Jesee podía estar con quien sea en el almuerzo sin importarle pero no se convencía del todo, él decía que no tenía nada en común con los demás.
Y era cierto, a diferencia de los integrantes del club, la vida de Jesee era común, sin problemas y nada lo acomplejaba.
Era casi imposible creer que los chicos populares tuvieran algún problema. Se podría suponer de los que somos casi invisibles en la escuela pero de ellos no, podrían parecer extraterrestres de un mundo perfecto. La realidad es que lo que todos compartíamos en común es que cada uno de nosotros tenía demonios por dentro, algunos iguales y otros diferentes.
Empecemos con Criss, Criss podía verse perfecto a simple vista. Porque era perfecto en toda la extensión de la palabra pero la realidad es que tenía episodios de depresión, aveces duraban mucho o aveces duraban nada.
Aunque era pasexual solía salir con las chicas de la escuela pero no tenía nada serio nunca. Algunos chicos decían que tal vez era homosexual ya que muchas veces lograron verlo con chicos en situaciones comprometedoras. Por supuesto, aunque Criss era reservado con sus relaciones no se escondía.
Jules conocía todos los secretos de Criss, al principio pensé que era su novia o tal vez estaban enamorados ambos. Pero, para Criss, Jules era sólo una amiga y para ella también, no le importaba que Criss fuera el chico más guapo, ella no estaba interesada.
Cualquiera que viera a Jules notaría que es un chica amable, perfecta y siempre sonriente. Que su vida es un cuento de hadas porque su padre es dueño de varias empresas grandes. La realidad es que Jules se sentía sola. Tenía que soportar las infidelidades de su padre a su madre enferma sin quejarse. Jules nunca lloraba, para mí era la más valiente de todas porque nunca se quejaba.
Ross era atleta, conocido y aclamado por casi toda la escuela. Tenia fama de estar con muchas chicas. Fama de casi no hablar y de no ser nada amable con nadie. Era ese tipo de chico malo y rebelde con el que nadie se mete.
La realidad es que Ross era homosexual y salía con chicas sólo para no levantar sospechas. Él a diferencia de Criss se escondía para no ser flanco de burlas.
Nadie a excepción de nosotros lo sabía, ni siquiera los padres de Ross, su padre era sumamente violento y si se enteraba podríamos jurar que no le importaría matar a su hijo.
Emma siempre sonreía, siempre estaba feliz y tenía unas notas excelentes en clase. Era la mejor en clase y muy guapa. Rodeadoa de chicos y admiradores secretos que le pegaban notas en su casillero.
La verdad de la increíble vida de Emma es que tenía que trabajar todos los fines de semana de mesera. Que tenía que soportar a un jefe que la acosaba sexualmente y ella no podía contárselo a nadie.
Cuando me enteré pensé que soportaba al anciano ese porque necesitaba el dinero para sus padres, pero me dio rabia al saber la verdad. Emma tenía que trabajar por castigo.
Hace dos años su padrastro abusó de ella y al contárselo a su madre, en lugar de ayudarla a salir adelante y separarse de esa basura humana, metió a trabajar a Emma todos los fines de semana porque según ella, Emma lo habia provocado
Katherine parecía la chica perfecta de todos. Con sus ojos pardos, su sonrisa perfecta. Siendo la chica más popular de la escuela, el ejemplo a seguir como presidenta, de notas perfectas. Con unos padres con mucho dinero, un futuro prometedor y hasta apostarias que jamás tendría que trabajar, su vida llena de lujos que cualquiera desearía.
La vida de Katherine era un sueño, nadie tendría idea de como fue que ella cayó en manos de Ana, así es, Katherine era anoréxica. Nunca entendí como fue que pasó, ella nunca me lo contó, no se si porque no confiaba en mí o era tan doloroso recordar para ella.
Susanne, Su, tenía el mismo problema que Katherine pero para Su, Ana no era su única amiga, Mía también era otro fantasma que la acosaba. Sufría anorexia y bulimia.
Las otras chicas, Michelle y Elizabeth compartían el mismo problema alimenticio que Su, pero Elizabeth tenía además otra historia, varias chicas la acosaban siempre en el baño porque pensaban que era lesbiana por su forma de vestir, le decían apodos horribles. Aunque nuestro club ya no se escondía, Elizabeth nunca dejó de ser acosada.
Michelle sólo pasaba desapercibida. Aparte de su problema de no comer no tenía nada similar con otro de nosotros. Ella sabía que Elizabeth era molestada por sus amigas pero no hacia nada por evitarlo. Siempre observaba, era cómplice, escudándose en que no podía hacer nada. A veces aun me pregunto ¿cómo es que la aceptaron?
Michelle tenía novio Chad, comenzó comenzó salir con él cuando se comenzó a decir que era lesbiana o tal vez bisexual. Chad era un buen jugador de fútbol americano pero no destacaba por nada más.
Tal vez fue que me perdí las reuniones anteriores, tal vez no preste atención pero, no sabía cuáles eran los problemas o demonios de Becca. Podría apostar que tenía algún problema alimenticio por lo poco que comía pero, no estaba en claro algún otro problema. Para mí, ella era perfecta, perfecta al igual que los demás.
Pero, ese era el problema, que todos eran perfectos a simple vista, que nadie tenía problemas, que venían de un mundo extraterrestre de perfección y felicidad. La realidad es que aunque se vieran perfectos no dejaban de ser humanos, eso era lo que nos unía, todos éramos humanos.
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Becca and Mía
Teen Fiction¿Te imaginas que alguien ponga tu mundo patas para arriba? Y peor aún que esa persona te haga dudar acerca de todo. Esta es la historia de cómo todo sucedió cuando llegó Becca a mi vida. El momento en que todo cambió Dicen que el destino esta pre...