Let It Loose

Eight.

Danielle's POV:

Saqué mi agenda y, para variar, me puse a escribir letras aleatorias, desconectando completamente de la clase de español.
Era la única clase en la que podía permitirme no prestar absolutamente nada de atención, ya que iba muy avanzada a lo que estábamos dando en clase. Por suerte, eso el profesor, que era mi tutor este año, lo sabía, así que cuando me veía mirando distraída por la ventana, leyendo disimuladamente, o escribiendo en la agenda, no me decía nada. Siempre y cuando, los demás alumnos no se diesen cuenta de que yo no estaba prestando atención y no estaba siendo regañada por el profesor.

Me puse a pensar en cómo transcurrió la tarde después de que llegase a casa. Cuando me puse el pijama y me metí en la cama, mi madre apareció por la puerta con dos tazas de chocolate caliente.
Se metió conmigo en la cama, y juntas comenzamos a ver Orange Is The New Black en mi MacBook Pro mientras nos tomábamos el chocolate.
Me pasé todo el tiempo intentando explicarle la trama de la serie y todos los personajes a mi madre, ya que era la primera vez que la veía, y me alegré profundamente al darme cuenta de que no era para nada homófoba -esto quedó completamente demostrado cuando en el capítulo apareció una escena en la que "salía" la protagonista teniendo sexo lésbico con otra chica, y mi madre no se inmutó lo más mínimo-.
Después, mi hermano llegó de entrenar, lo que hizo a mi madre volver al mundo real y acordarse de que tenía que preparar la cena.
Cuando la cena estuvo lista y mi hermano se había duchado, bajamos los tres a cenar, y mi madre comenzó a contarle emocionado a Austin la serie que habíamos estado viendo, y todo lo que ocurría en ella.
Después, simplemente nos sentamos los tres en el salón y, mientras Austin y mi madre veían un programa de televisión denigrante para quien iba, aunque entretenido para quien lo veía, yo me senté junto a ellos y continué leyendo Cumbres Borrascosas.
Al terminar el programa, mi madre se despidió de nosotros y se fue a dormir, y ahí fue cuando la cosa se complicó.

—¿Vamos? —preguntó mi compañera de clase, sacándome de mis pensamientos.

Miré a mi alrededor sin entender, y me di cuenta de que todos mis compañeros habían recogido sus libros y se levantaban para marcharse del aula. Miré el reloj de mi muñeca, y observé que acababa de tocar el timbre.
Recogí los libros, la agenda y el estuche lo más rápido que pude, y salí del aula con Alice lo más rápido que pude.

Caminamos por los pasillos dirección a clase de Educación Física, y me crucé con Ashton y sus amigos. Le miré inconscientemente durante un momento que fue más que suficiente para que él me saludase con esa sonrisa divertida y sugerente suya.
Agarré el libro con más fuerza sin darme cuenta, y le sonreí tímidamente de vuelta. Continué caminando sin querer mirar a sus amigos.

—Veo que desde que ayudaste a Ashton en clase, has hecho buenas migas con él —dijo sonriendo mi compañera.

—¿Qué? —pregunté, sintiendo mis mejillas arder ligeramente.

—Lo que oyes —dijo mi amiga divertida, mientras salíamos del edificio de las clases para ir al gimnasio.

Negué con la cabeza repetidas veces, y me sorprendí a mí misma pensando en Ashton, de nuevo. Para mi desgracia, y ya que era lo último que quería hacer, no paraba de tener a ese chico malo en mi mente constantemente. Incluso sabiendo que tengo a Mark.
Abrí los ojos sorprendida cuando el rostro de Mark pasó por mis pensamientos, y recordé que desde el día anterior cuando nos fuimos de casa de mi padre, no había hablado con él.

—¡Danielle! —oí la voz de mi hermano a mi espalda. Me di la vuelta antes de pedirle a mi, ahora más cercana amiga pelirroja y compañera de clase, que esperase.

—¿Qué haces aquí? —pregunté con curiosidad cuando llegó frente a mí..

—No me respondes a los mensajes, ni a las llamadas. Mark me ha hablado esta mañana preguntándome por ti. Dice que tampoco has contestado a sus mensajes, y que estaba preocupado, por el estado en el que estabas cuando se tuvo que ir ayer...