Paradojas temporales

El desconocido

En toda la noche Mike apenas pudo dormir una hora. Cuando sonó el despertador de las ocho de la mañana etaaba despierto y muy cansado, por lo que mintió a su madre diciendo que se encontraba mal y decidió quedarse en casa. Era extraño, a pesar de no haber dormido en toda la noche, estaba mas cansado de lo que debería, pero no tenia ni pizca de sueño.
Tras almorzar y reflexionar durante un rato decidió comprobar si realmente podía viajar en el tiempo, como le habia parecido hacer el día anterior. Estuvo durante horas (hasta la hora de comer con sus abuelos) mirando fijamente el reloj, pero las agujas nunca retrocedieron. Finalmente llegó a la conclusion que todo había sido un sueño lúcido.
Por la tarde Javier fué a visitarlo a casa para ver como se encontraba, y después de unos cuantos partidos al fifa se despidieron hasta el día siguiente, que ya por fin seria viernes.
Ring ring. Era el despertador del viernes. Mike empezó su rutina de las mañanas: se duchó, fué a almorzar, fue a peinarse... y se llevó una sorpresa. Su cabello castaño había enclarecido, era complicado ahora diferenciarlo del rubio oscuro. También se notó la piel un poco más oscura, pero pensó que era debido al contraste con el color de la ropa y no le dió importancia.
Finalmente se despidió de su madre y salió direccion a clases. Siempre quedaba con Javier al final de la calle para ir juntos durante el resto del trayecto, pero antes de llegar al encuentro le pareció ver a alguien que lo observaba. Parecía un chico un par de años mayor que el, con el pelo largo, así que Mike decidió ahorrarse problemas e ir corriendo para encontrarse con su amigo. El resto del día transcurrió normalmente: escuchando en algunas clases, jugando al Vainglory con Javi en otras, o directamente distraiendose en otras. A las 5 de la tarde, tras salir del insti, llegó al final de su calle, se despidió de Javier y prosiguió con su camino a casa. El sujeto que por la mañana lo estaba observando seguia estando, ahora cortando el paso en medio de la calle. Ahora podia ver claramente su aspecto: era un chico efectivamente unos dos años mayor que él, ya debía ir a la universidad, con un cabello a modo de melena rubio extremadamente claro, ojos marrones y lo que mas le llamó la atención: vestía completamente de rojo.
- Te ruego que me escuches - dijo el desconocido. - Hay una misión importante, demasiado larga como para explicártela ahora, en curso, y tu ayuda es de vital importáncia.
Mike que estaba bien educado y acostumbrado a hacer caso omiso a los desconocidos, prosiguió su marcha a casa acelerando el paso.
- ¡Que no me oyes! - replicó el extraño - ¡Vas a venir conmigo por las buenas o por las malas!
Mike se frenó en seco, se dió cuenta que estaba en medio de su camino y que era imposible esquivarlo para llegar a casa.
Decidió confiar en los echos paranormales ocurridos hace dos dias, rezando para que no fueran parte de un sueño, y se encaró con el desconocido. Éste pareció enfurecerse, y empezó a cambiar de aspecto. Parecía que tuviese ahora alrededor de los 30 años, los ojos se le volvieron completamente blancos y, lo peor, sus manos triplicaron el tamaño normal.
- ¡Te lo he advertido! - gritó mientras se avalanzava encima de Mike - ¡Vas a venir conmigo por las buenas o por las malas!