El dolor de una verdad

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Aquel día... fue uno que jamas se olvidara. Uno de esos lleno de un dolor indescriptible, donde la lluvia, el gran sonido de los truenos eran lo único que podía escucharse, nadie se atrevía a decir nada aquella tarde en medio del panteón, el olor a pasto mojado inundaba el ambiente y el viento hacia que todo estuviera mas frió de lo normal mientras silbaba entre las hojas de los arboles, el gran tumulto formado en torno a una sola tumba se mantenía en silencio mientras con la mirada baja intentaban algunos aguantar las lagrimas, otros lloraban en silencio pero todos estaban atentos de una sola persona, aquel muchacho que solo queria hacer las cosas bien, el lo unico que deseaba era ayudar en todo lo que pudiese pero se le salio de las manos, cometio un error que lamentaria toda su vida y el lo sabia, se encontraba arrodillado al frente de todos con una mirada rota, casi muerta, era la primera vez que toco fondo, la primera que su alma y vida se destrozaron tan vilmente y todo por su propia mano...


Meses antes el era alguien feliz, vivía solamente con su madre en una casa pequeña pero totalmente cómoda, el era un gran fan de los héroes y no dejaba que lastimen a nadie mientras el pueda evitarlo, jamas dejaba de ayudar sin una sonrisa y era muy servicial, el creía que era parte de una de las historias que el tanto amaba, cada vez en sus ratos libres le gustaba entrenar por su cuenta todo tipo de cosas desde boxeo hasta un poco de corrida libre, el quería llegar a ser el mas fuerte de todos para que nadie saliera lastimado, un sueño bastante tonto e inútil, cada vez el se hacia mas y mas fuerte y se metía con tipos cada vez mas grandes y malos, pensó que todo podría estar bien, que nadie llegaría a ganarle hasta que se metió en asuntos para los que el no estaba preparado, aquel día que creyó que por tener algo de entrenamiento se podía meter en los bajos mundos de las apuestas solamente para intentar ayudar a un pobre bastardo que no podía ser salvado, ahí estaba el agarrado por dos matones mas grandes que el todo golpeado con un rastro de algunos idiotas que lo enfrentaron atrás suyo, en frente tenia al gerente de ese casino todo enojado por lo que le había echo perder en tan solo una hora, el enojo era tal que no le basto con solamente golpearlo y lastimarlo ahí enfrente suyo con sus propias manos, cosa que el jamas hacia, si no que debía haber algo mas, algo que le enseñe que en negocios de esa escala no debes meterte, que hacerle perder dinero a ESA gente sin un plan de reserva o siquiera un plan en mente era simplemente suicidio, el olor a humo de cigarro inundaba la sala mientras el jefe pensaba muy lentamente en un castigo, el muchacho sabia que haba arruinado las cosas pero jamas se imaginaria lo que iba a suceder, finalmente el jefe se paro en seco con una cara de iluminación, se acerco con una macabra sonrisa al muchacho y le susurro unas simples palabras al oído:

"jamas olvidaras lo que tengo planeado para ustedes dos".

Historias desde las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora