Capítulo 2

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En multimedia Conrad😍❤
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Me senté en el sofá junto a Kate para ver la película que aunque no lo crean era de amor. Me gustaban las películas de ese tipo, poco creíble pero cierto. La verdad es que para mí es solo fantasía. No digo que a los demás no les podría suceder una historia así. Sólo a mí no me sucedería, simplemente porque lo evito.

A penas mi trasero sintió el sofá, comencé a devorar la comida, literal.

Kate me pegó en la mano- Deja comida para cuando estemos viendo la película, ni siquiera comienza y ya comes como si se fuera a acabar el mundo- siempre me reprochaba por lo mismo. Yo sólo le sonreí en respuesta.

La película me gustó bastante, lo más esencial en general es que los protagonistas de la historia se quedaban juntos. No sobró nada de comida, gracias a mí. Moví mi cabeza para mirar a Kate que lloraba a mares.

Le tomé las manos-¿Estas llorando por la película no?- negó con la cabeza- Eres una mujer hermosa ¿Lo sabías?, no mereces sufrir por alguien que no te valora, él es un idiota y me irrita que estés así por un hombre y lo sabes- Odiaba que sufriera así por un hombre, ya mismo me pararía a matarlo pero tenía que apoyarla.

-No pue...do entender, ¿Qué hice mal?...- me miró y fue una clavada en mi pecho. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar, me mataba verla así, lo odiaba.

-No- levanté la mano para que no siguiera hablando, no entiendo como podia pensar si quiera eso, el era el idiota, no ella- Tu no hiciste absolutamente nada, él es el imbécil que no sabe hacer nada más que ir en la cama de chica en chica- quería subirle el ánimo- aunque creí que yo era tu novia- dije haciendo pucheros, logrando sacarlo una sonrisa.

-No he dicho lo contrario- y ahí señoras y señores la Kate que conocía.

-Será mejor que nos acostemos, ya es tarde y mañana hay escuela- asintió.

Al final el día no había sido totalmente un asco, no se que haría sin esta loca.

*

Alguien gritaba como loca, no reconocía la voz, debe ser a fuera pensé. Hasta que alguien me tomó de las mechas moviéndome de un lado a otro-¡ALICE!- había olvidado ese pequeño detalle, Kate.

Abrí los ojos lentamente y los cerré de golpe por la luz que entraba por la ventana.

-¡Levantate por Dios!- porque esta mujer tenía que ser tan puntual. Alcé mis manos en signo de rendición, y me fui a dar una ducha. No se específicamente a que hora de habrá levantado está mujer, pero debe de ser muy temprano porque ya estaba lista y mirándome con impaciencia para que me apurará.

-No, no me mires así, son las 7:30 de la mañana alcanzamos a llegar a la escuela puntuales-

Y así fue, a parte de que teníamos el carro de Kate, esta se fue a una velocidad no muy prudente que digamos. Casi muero.

*

Me despedí de Kate y me encamine hacia mi casa. Fue un día agotador y lo único que quería hacer era dormir.

-¡Hey!- me di la vuelta y vi a un Conrad corriendo hacia mí, mi mirada reflejaba bastante confusión.

-¿Qué?-

-Eeh, es que vivimos bastante cerca y pues pensaba que nos podríamos ir juntos- de todas las posibilidades de lo que pensé que diría jamás pasó por mi mente eso.

-¿Y que te hace pensar que el vivir cerca mío haga que nos fuéramos juntos?- nunca me di cuenta que el era el vecino nuevo.

Su ceño se frunció antes de hablar- Por favor, no te creas el centro del universo, sólo no tengo con quien ir y no sé muy bien el camino- Pareciera que este chico quisiera mi odio, porque se lo había ganado completo.

-Aquí el único que se cree el centro del universo eres tu- giré para caminar en dirección a la casa- para tu suerte no te dejaré tirado, ahora mueve tu trasero- mi madre me había inculcado siempre ayudar a la gente, el no sería la excepción. Cuando ya nos encaminamos, él fue quien habló, yo no tenía ni el más mínimo interés de hablar. Si acepté que viniera conmigo fue únicamente por ayudar.

-¿Tienes novio?- no me esperaba una clase de comentario más inteligente de su parte.

- No se te ocurre nada más inteligente- como era predecible, rodé mis ojos.

-Tan guapa y sin novio- dijo sonriendo  como estúpido.

-No he respondido, y no es algo que sea de tu incumbencia-

-Esta bien, Doña solterona- su comentario no me afectaba en lo más mínimo

-Prefiero eso a andar en la cama de chica en chica esperando a que me contaguien una emfermedad-

-No exageres, eso es solo para pasar el rato- esto era un caso perdido.

-¿Por qué hablas de las mujeres como si fueran un objeto?, aunque de hombres como tú no esperaba más- si rostro se ensombreció una milésima de segundo.

-¿Hombres como yo? Quieres decir hombres tan guapos como yo- suspiré

-Creo que ahí dentro- apunté a su cabeza- no hay nada.

-Oh cariño, hay más de lo que tu te imaginas- dijo guiñandome el ojo- y te lo demostraré, te demostraré que de todas las chicas que han caído rendidas a mis pies, Tú- me observó de pies a cabeza- no te salvas- concluyó sonriendo.

Este tipo estaba completamente loco si creía eso- Sigue soñando, Benner- dije palmemado su hombro.

-Todo sueño se puede hacer realidad- tatareó.

-Como sea, ya llegamos- no espere ni un segundo más y mis pies fueron en dirección a mi casa.

-Adiós, Cooper- lo ignoré, no quería desperdiciar ni un segundo más de mi tiempo con él- no te descuides, en cualquier momento puedes caer- fue lo último que oí antes de cerrar la puerta.

Como era costumbre, mamá no estaba. Pasaba en su trabajo la mayor parte del día, prácticamente sólo dormía aquí. Por eso Kate venía seguido a mi casa, no me gustaba sentirme sola.

Me dirigí a mi cuarto, y me lancé en mi cómoda cama, nesecitaba dormir. Esto era lo único que me podía relajar después de este agotador día. Lo peor de todo es que mañana sería igual, preferí dormirme antes de que pensar en cualquier estupidez que se me ocurriera.

*

Desperté por unos ruidos provenientes de la cocina, la primera idea que se me vino a la cabeza fue que habían entrado a robar. Aterrada me acerqué a la escalera y bajé lentamente, a medida que me iba acercando me daba cuenta que los sonidos eran muy distintos a lo que me imaginaba, cuando la imagen de lo que estaba ocurriendo se contempló ante mis ojos quedé totalmente en blanco. Mi mamá estaba arriba en la encimera de la cocina con un tipo del trabajo supongo, teniendo sexo.

-Mamá...- no tenía más palabras que decir, mi vista se nubló nesecitaba salir de allí  lo más rápido posible.

-Alice- sus ojos me decían que se sentía culpable, levante la mano para que no hablará y salí corriendo de allí.

Caminaba por las oscuras calles, el viento era cálido, faltaba poco más de dos meses para el invierno. Sólo una cosa estaba en mi mente, la imagen  de mi mamá con ese tipo. No la juzgaba para nada, la entendía digo papá nos había abandonado hace más de un año, nunca me dijeron el motivo de la separación. Lo que si me molestaba era que papá se había ido sin decir ni una palabra, y a mamá no le importó de hecho hasta puedo decir que la vi feliz, por eso lloraba en este momento porque ella si tuviera el mínimo respeto por mí se hubiera ido a la casa del tipo o a un hotel. Sufrí demasiado con mi papá para que ella traiga a un chico a la casa y menos de esta manera.

Me dirigí al parque más cercano de la casa. A lo lejos visualice a dos personas besándose, no les di importancia, me senté en la banca que estaba cerca de ellos. Cuando pude observar un poco mejor a las personas caí en cuenta que era Conrad con una chica de la escuela, esto no podía ir peor. No era que me importará que estuviera ahí besándose con alguien, era el hecho de que yo estaba llorando y no quería que me viera así, por suerte no me vieron y logré ir a sentarme en una banca de más lejos. Apoyé mi cabeza en mis rodillas y me abracé a mis piernas, permanecí sentada ahí sin hacer ningún movimiento eso era lo único que nesecitaba.

-¿Alice?- susurró, creo que no había sido precisamente discreta.

¿Amor?, Algo Así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora