SeokJin es de BTS (drabbles y oneshots about BTS's Jin)

¿Will We Be Good Parents?

La luz del Sol se colaba por entre las rejillas de la amplia ventana, impidiendo que el joven chico de cabellos rubios pudiese continuar con su dulce sueño; removiéndose entre las sabanas incomodo y molesto, le dolía horrores el cuerpo entero y la cabeza ni se diga, tenia una resaca de los mil demonios. Unas ganas inmensas de vomitar le hicieron levantarse e ir directamente al baño, afortunadamente dando en la habitación correcta, expulsando lo poco que había consumido el día anterior y algo de jugo gástrico; Se sentía pésimo, su garganta ardía, sus intestinos aun estaban revueltos y su cabeza pulsaba como si tuviera un marca pasos en ella. En ese momento, en ese segundo, juró jamas volver a beber en su vida, o bueno, no mas de una botella de vodka.

Otra arcada llegó y mas vomito salio de su estomago, sintiéndose un poco mejor, recuperando poco a poco la conciencia, dándose cuenta que había algo muy importante que le faltaba... la ropa.

"¿Donde demonios esta mi ropa?" Se preguntó el chico mientras se ponía de pie, con las piernas temblando a falta de fuerza, tuvo que apoyarse del lava manos, tomando un poco de agua para enjuagarse la boca antes del salir del baño, recorriendo con la mirada la recamara en la que antes había dormido, no la reconocía, lo cual disparó sus nervios por todo su cuerpo ¿Que había pasado anoche?.

Encontró parte de su ropa esparcida por el suelo, vistiéndose con apuro al escuchar un ruido provenir, supuso él, del piso de abajo. Terminando de colocarse la playera, bajó las escaleras cuidando de no hacer demasiado ruido, curioseando en el camino el gran y pulcro apartamento en el que se encontraba. Descubrió el factor de que este era un departamento al asomarse por la ventana y darse cuenta que se encontraba en el octavo piso, esto dándole una hermosa vista de la gran ciudad de Seúl. 

Un delicioso aroma lo envolvió al llegar a la cocina, mordiéndose los labios cuando su estomago empezó a gruñir, al parecer este ya se había recuperado del mareo y ahora el hambre lo estaba atacando. Se acercó poco a poco a la mesa cuando vio un par de platos colocados bien acomodados, y al lado de estos una pequeña cesta de pan recién tostado. Sus ojos brillaron pero aun se sentía incomodo al estar en un lugar desconocido así que no se confiaba del todo.

"Puedes tomar uno si quieres" Una grabe y profunda voz dijo a sus espaldas, provocando que el chico rubio brincara un poco, volteando con rapidez para enfrentar a un joven de cabellos castaños, enormes ojos achocolatados, piel aperlada, nariz respingada, misma estatura que él y lo que mas le fascinaba, una gran y cuadrada sonrisa, haciendo latir su corazón a mil por segundo y un sonrojo tintando su bello rostro "De hecho estaba preparando el desayuno para ambos, así que toma asiento" El joven apuntó a una de las sillas de la mesa, para después comenzar a servir los huevos con tocino recién hechos y un poco de café en dos tazas "Ten, te vendrá bien esto después de todo lo que tomaste ayer" Soltó una pequeña risa, haciendo sonrojar mas al pelirrubio, el cual tomó la taza y dio un pequeño sorbo, aun algo desconfiado de la amabilidad del contrario.

"Entonces... ¿este es tu departamento?" El rubio preguntó, tomando asiento y dejando la taza a un lado, no sabiendo muy bien como comenzar una platica con el castaño. Diablos, ni siquiera conocía su nombre. El contrario soltó una carcajada, sosteniéndose el estomago con las manos y dejando caer un par de lágrimas por el esfuerzo. El rubio lo miró extrañado "Perdona ¿dije algo gracioso?" 

"No no no" el castaño negó con la cabeza, exhalando un poco para guardar la calma "Es solo que tienes una muy peculiar manera de entablar una conversación, SeokJin" dijo el chico, tomando una pieza de pan y dándole un gran mordisco. Por el contrario, el rubio se sorprendió de que el castaño supiera su nombre, esto dejándolo en desventaja.

"Pues perdona por intentarlo" bufó SeokJin, un poco molesto por ser motivo de las burlas del otro, tomando el tenedor entre sus dedos y pinchando un poco la yema del huevo, de un momento a otro se le había ido el apetito "Además, ni siquiera conozco tu nombre" replico bajito, sintiéndose avergonzado por su laguna mental.