-¿Hallo? - la voz era dulce, estaba claro que era de una mujer.
-Hola
-Sag mir, wer du bist? - lo interrumpió.
-Esto... yo...
-Ist ein Witz? Wer du bist?
V colgó el teléfono con tristeza, no era ella, y no tenía ni idea de en qué idioma hablaba esa señora. Tachó el primer número de la lista, resignado.
Iba a marcar el segundo, pero lo pensó detenidamente. Llegó a la conclusión de que lo más seguro era que el último número que marcará sería el correcto, porque siempre pasaba lo mismo.
Así que, dejando de darle vueltas al asunto, marcó el último número y esperó mordiéndose las uñas.
NARRA SAM:
-¿Quién ha llamado? - preguntó Sam.
Su compañera no dejaba de reír.
-Ni idea, pero le he tomado el pelo, pero bien - dijo entre risas - solo de oír su voz puedo imaginarme la cara que debe de haber puesto.
-No tienes remedio Charlotte - Sam se sentó junto a su amiga - ¿Y si llega a ser Tae?
-¿Quién?
-El chico con el que me crucé cuando lo de la entrevista.
-¡Ah! ¡El coreanito que ayer te robó el sueño!
-¿¡¿¡Qué!?!? - Sam enrojeció.
-Anoche decías en sueños, ¡Oh Tae! ¡No te vayas! ¡Oh Tae eres tan guapo! - Sam se sacó las gafas para limpiarlas.
-Yo no dije eso... - Charlotte echó a reír.
-¡Uy si se ha puesto colorada!, que mona eres cuando te cabreas.
-Anda cállate ya - dijo molesta, colocándose de nuevo las gafas.
-Pues es verdad, ¿sabes?, aún no me puedo creer que estemos aquí - dijo Charlotte suspirando - ¿Recuerdas? de pequeñas nos pasábamos todo el tiempo diciendo que teníamos que venir pasara lo que pasara a Corea.
-Sii, ¿te acuerdas cuándo empezamos a interesarnos por el K-POP?
-Siiiii, ¡recuerdo que con la primera canción empezó a sangrarte la nariz!
-Recuerda que lo de la nariz me viene de pequeña, y solo me pasa, cuando hace mucho frío, cuando estoy nerviosa, asustada o si río demasiado.
-¿¡Solo!? - ambas echaron a reír - yo para mi que tu nariz dijo ¡Uuuhhhh que coreanito más buenorroo! y empezó a llorar de la alegría.
-¡¡Calla!! - Sam cogió un cojín y le golpeó a Charlotte en la cara.
-¡Eh! ¡te vas a enterar! - se lanzó a por Sam haciéndole cosquillas en los laterales, ella se retorció.
-¡Noo! - dijo entre risas.
-¡Suplica suplica canalla! - Charlotte dejó escapar una risa malévola - pide clemencia Sam - de repente paró - ¡si no pones resistencia no tiene gracia!
-En-encima... - dijo Sam, intentando recuperar el aliento, cogió un pañuelo y se limpió la nariz, que ya empezaba a sangrarle. Volvieron a sentarse - y dices... que yo... soy la canalla...
-Por cierto, ¿cómo fue la entrevista de trabajo de ayer? - dijo Charlotte cambiando de tema.
-Bastante bien, dijeron que empiezo en dos días.
-Perfecto, ¿y de que es?
-Empiezo de estilista para un cantante de aquí - dijo emocionada.
-Al fin tu sueño se cumple, ¿eh? - dijo dándole un codazo amistoso.
-Si, yo pienso que ya podríamos ir buscando un pisito por aquí, algún día tendremos que abandonar el hotel.
-Tienes razón, anda vístete y vamos a comer algo por el centro, que ya es tarde.
-Vale - Sam se levantó y se dirigía a su cuarto cuando Charlotte la paró.
-Seguro que volverás a verle - sonrió.
-Gracias Charlie.
Sam se dio la vuelta y se marchó a vestirse.