-Lo sien...-volví a vomitar.
-Esta bien Mel... esta bien.-decía Chandler y pasaba su mano por mi espalda.-Métete a la ducha, te presto alguna remera mía.-dijo Chandler abriendo la ducha.
-Gracias Chandler pero no tienes porque aguantarte todo esto.
-Metete a la ducha, lo hago... lo hago porque... ya Mel metete, yo te traigo alguna remera.Por que hacia esto por mi? Yo no le importaba, ya no era nadie para él.
Me saqué mi ropa y me metí bajo el agua, cerrando la ducha. Escuché la puerta abrirse y una respiración agitada.
—Hey Chandler, gracias.- dije.
—No es nada.-contestó él.Cerró la puerta y se fue, seguí duchandome.
•••
Ya estaba lista, la remera me quedaba larga y era mejor porque al parecer mi ropa estaba completamente vomitada.
Salí del baño pero no encontré a nadie, comencé a llamar a Chandler.—Chan! Hey Chan!-grité pero al parecer no estaba, me ignoraba o simplemente no me escuchó.
Subí por la escaleras y comencé a llamarlo nuevamente pero esta vez sin gritar.
Cuando llego a la puerta de su habitación lo veo acostado, me acerco a él. Al parecer esta dormido, es tan lindo, parece un angelito.
Me senté a su lado y acaricié su mejilla, abrió sus ojos suavemente y automáticamente una sonrisa se formo en sus labios, esos dulces y rosados labios. Le devolví la sonrisa.
Me arrimó a su rostro y me dio un suave y delicado beso en la frente.
Justo cuando me iba a parar para irme me tomo de la mano y me tiro en la cama, me apretó junto a él y me dijo al oído "—Solo quedate aquí para siempre" sonrió y cerro sus ojos abrazado a mi. Ambos nos dormimos uno junto al otro, abrazados. Era lo mejor del mundo, lo disfruto. Lo amo...