CRY BABY (Zach Abels)

Capítulo 2: California

¡Por fin llegamos!- exclamó Celeste.
Casi no nos queda dinero y ya es un poco tarde. Debemos buscar algún lugar en el que podamos pasar la noche - contesté.
Comenzamos a caminar por las calles de California hasta que encontramos un hotel. Celeste y yo estábamos tan agotadas que decidimos hospedarnos ahí sólo por una noche hasta que buscáramos a mi tía o algo fijo, un trabajo, por ejemplo.
La habitación en la que nos hospedamos era un tanto pequeña, sólo había una cama matrimonial, un pequeño sillón de piel roja y un baño.
-No pienses que dormiré en el sillón- chilló Celeste.
-Yo tampoco quiero dormir ahí, ¿qué te parece si lo dejamos a la suerte?
-Tengo mucho sueño así que hagamos un "volado" rápido.
-¿Cara o cruz?- Pregunté.
-Elijo cruz.
Lancé la moneda al aire y afortunadamente gané.
-¡Mierda!- Dijo Celeste.
-Jajaja, no pude evitar reír. Tan rápido como pude saqué mi pijama y me fundí en la cómoda cama mientras Celeste un poco decepcionada apagaba las luces de la habitación.
-Buenas noches Andy.
-Descansa, Celeste.
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Eran las diez de la mañana, el sol apenas comenzaba. Decidí tomar una ducha antes de irnos. Cuando terminé, Celeste ya estaba despierta por lo que de igual manera también optó por tomar una ducha. Al salir nos alistamos y guardamos todas nuestras cosas antes de dejar la habitación.
Bajamos a la recepción y salimos del hotel.
-Y ahora, ¿qué haremos?-Preguntó Celeste.
-Iremos a buscar a mi tía.
Eso hicimos tomamos un taxi el cual nos dejó en frente de la casa de mi tía.
A ser verdad, estaba muy nerviosa.
-¿Y si tu tía no nos acepta?
-Es la única familia que tengo, le contaré todo. Espero pueda ayudarnos.
Sin más me decidí a tocar el timbre, no pasó mucho cuando una señora que parecía de unos 50 años salió y me pregunto que si algo se me ofrecía.
-Buscamos a la señora Katherine.
-¿Quién la busca?
-Andrea, Andrea Hoffman.
La señora entro de nuevo a la gran casa y en pocos segundos salió y nos dijo que podíamos pasar.
Entramos a la casa, era muy grande y elegante.
Nos encontrábamos en el recibidor cuando de pronto se presentó mi tía.
-¿Andrea?- No puedo creer que seas tú.
En ese momento mi tía me abrazó fuertemente como si los años hubieran pasado tan lento.
-Perdón por molestar tía pero necesitamos ayuda. Ella es Celeste, mi amiga. Venimos hasta acá porque como ya lo sabes lamentablemente mis papás sufrieron un accidente y yo me quedé sola en México. Un día buscando alguna información encontré tus cartas y decidí venir aquí para recurrir a ti. Tía, por favor, te ruego que nos aceptes en tu casa, no tenemos a dónde ir. Te juro que no te daremos molestias, podemos ayudarte con los gastos y actividades de la casa.
Al no poder evitarlo mi tía rompió en llanto, al igual que nosotras también estaba sola. Su esposo había sido asesinado y no tenía hijos.
-Andrea, sabes que ambas pueden quedarse.
-Muchas gracias señora, no le daremos problemas- dijo Celeste.
Eran casi las tres de la tarde, mi tía nos presentó a sus empleados los cuales se pusieron a nuestra disposición.
-Carmen, muestrales su habitación a las chicas- dijo mi tía.
-Por supuesto señora.
Subimos las escaleras y seguimos a Carmen, nos mostró nuestra habitación, era realmente hermosa y amplia.
-¡Perfecta!- Exclamó Celeste.
-Espero sea de su agrado, en el clóset pueden acomodar sus cosas. Si necesitan algo no duden en pedírselo a Carmen.
-Tía de verdad, muchas gracias.
-Eres la hija de mi único hermano, como no ayudarte. Bueno, las dejo para que se acomoden. La hora de la comida es a las 4:30 hasta esa hora nos vemos.
Mi tía cerró la puerta de la habitación y se marchó.
Nuestra habitación era bastante grande, habían dos camas matrimoniales, un baño y clóset enormes. Sin duda era la habitación perfecta.
-No te pases, tu tía es una santa- dijo Celeste.
Y ahora a acomodarnos..
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¿Qué les parece la novela?
Espero les esté agradando. ♥