"Madurar"
"Y al final, te pegas una buena hostia con la realidad. Que la gente es egoísta, que van a lo suyo (y oye, cada día lo entiendo más y comprendo de que la única manera de ser feliz es mirar por ti mismo antes que por los demás). Que me doy cuenta de que el concepto de generosidad cada vez es más pequeño a medida de que crecemos, y que a veces duelen más las cosas que no se dicen que las que se dicen.
Que pasaré por muchas decepciones en la vida, alguna inimaginables (dado de las personas de las que vienen), y que se supone que eso me hará más fuerte y creceré, pero joder, cómo duele.
Que me enfadaré conmigo misma por haber dado cosas a personas que quizás no supieron valorarlo, o luego no estuvieron allí cuando yo los necesité. Y no es que yo sea dependiente, pero de vez en cuando viene bien que alguien te tienda una mano y te ayude a salir de tu escondite. Un mensaje que te diga: "déjate de tonterías, en media hora te recojo". Una llamada donde escuches: "te quiero, siempre estaré ahi". O una visita inesperada que te demuestre que aunque hayan estado un poco más apartados, nunca se han ido.
Claro que todos necesitamos esa bolsa de oxígeno. Claro que todas estas acciones nos hacen más humanos. Y qué poco nos damos cuenta de lo absurdamente fácil que es salvar a una persona de sus días oscuros. Aunque no lo merezca. Aunque haya sido una estúpida, porque no se haya aguantado ni ella misma (no porque sea así, si no porque en su cabeza sólo hay demonios).
Y qué cierta es esa frase de "quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite".Y qué injusto es crecer sólo para darte cuenta de que esta vida te toca vivirla sólo. Que todo lo que te rodea es un complemento que uno mismo elige para alcanzar la felicidad. Y que nos equivocaremos, muchas veces, y luego nos recuperaremos. Nos enamoraremos para luego darnos cuenta de que esa persona no es quién tú creías. Entregaremos toda nuestra amistad a una persona para luego darte cuenta de que quizás tú no supones lo mismo para ella. Empezaremos a trabajar en un trabajo increíble para luego darte cuenta de que no es lo que buscabas.
Y así es la vida, llena de altibajos, de ahora si, pero después no. De risas por las tardes y llantos por las noches. De salidas increíbles y resacas de arrepentimiento. De "lo tengo claro" y "ahora tengo miedo".
Pero lo que sí tengo claro seque seguiré decepcionándome, seguiré escondiéndome cuando me haga falta, seguiré eligiendo lo que yo quiera, porque si lo hice fue porque en algún momento fue lo que me hizo tener los pies en la tierra.
Y después de tantas idas y venidas, de amores enterrados y no tan enterrados, de amistades verdaderas y postizas, de trabajos absurdos y exitosos, de ciudades de ensueño y de "mejor olvidar"... Lo único que me queda claro es algo: No sé realmente qué es lo que quiero en mi vida, pero lo que sí tengo claro es lo que no quiero."