OJALÁ

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"Llego a la cocina. 3:01 de la noche. Me fumo un cigarro. El olor de la colonia de ese extraño con el que he tomado un par de cervezas y he regalado otros tantos besos. Y de repente tú en mi mente. Tú.

Esa cara que cuando miro, mi mente me dice que debo dejar a un lado, pero mi corazón me dice: vamos ten valor, muérdele, bésale, róbale una sonrisa de cerca...Y el whatssap sonando. Y no eres tú. Es el pesado que acaba de dejarme en la puerta de mi casa, diciéndome que le ha gustado mucho el día de hoy. Desearía que hubieras sido tú el que me hubiera robado esos besos, y el que me hubiera escrito que no puedes dejar de pensar en morder estos labios.

Pero no.

No eres tú. No has sido tú en todo el día. Ni para decirme hola, ni para cotillearme un poco y querer saber qué tal me ha ido el día.Y mi cabeza ( y porqué no decirlo, parte de mi podrido corazón), en tí.

Y yo ...yo ya no sé ni cómo estoy. Intentando hacerme la valiente, la dura, la independiente. Esa guerrera de piedra que no deja pasar a ningún bastardo, vaya  a ser que le vuelvan a destrozar el corazón.

Ese corazón que perdí en el camino, que lucha por respirar y sobrevivir a los desastres que el pasado me dejó. Y el muy tonto sigue latiendo. A pesar de que en el fondo sabe que lo van a volver a pisotear, a maltratar, a hacerle una llave de karate mortal. Pero ahí sigue, el tío. Eso es valor.

Y mi cabeza... En un torbellino. Tanto que hasta duele. Torbellino por encontrarme pensando en ti. En alguien en quien no debería pensar. Pero qué le voy a hacer, soy testaruda, cabezota, terca, idiota, ingenua. Qué debo decirle a mi cabeza, que lleva toda la vida haciendo lo que le da la real gana? Qué hacer si mi cabeza siente delirio por mi corazón, y al final se acaba dejando llevar por él? Tanto como yo me dejaría llevar por tí, si me lo pidieses.

Pero la realidad es que no me lo vas a pedir. Ni yo a ti. Porque aunque mi cabeza y mi corazón hayan perdido la dignidad ante un tipo como tú, una pequeña parte de mi me empuja a que siga queriéndome a mi más que a nadie en esta vida. Más de lo que nunca podré llegar a quererte a ti (aún estás muy lejos de que llegue a sentir algo parecido a lo que es el querer, no te lo mereces).

Inevitablemente y casi sin darme cuenta, una guerra se ha desatado dentro de mi. Un huracán que derribará todos los intentos de la alianza que mi corazón y mente tienen para poder construir un muro infranqueable con el fin de cuidarme, y que sólo augura el tan esperado Requiem. Requiem por un muro. Por una fortaleza de papel que te has llevado por delante. Tú. Sin hacer nada. Sin promesas, sin palabras de amor, sin tocarme. Sólo siendo tú. Y eso empieza a acojonarme.

Porque aunque quiera convencerme de que nadie va a venir a joderme más, la realidad es que ya estoy bien jodida."

Filosofia de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora