Preguntas sin respuesta [SasuSaku]

La trampa

El Uchiha no podía creer todavía lo que estaba frente a él. Su hermano. Su querido hermano estaba parado en frente con una sonrisa algo diferente a la que le caracterizaba, pero poco le importaba. Ignoró alrededores, su propósito y hasta su razón de ser para mirar únicamente a su hermano mayor. Poco se fijo que su cuerpo se había empequeñecido y que lo veía todo desde una perspectiva mas bajita.

-Hermano... - logró pronunciar con alegría, pero esas palabras vacías se quedaron ya que, sin tiempo a protegerse, recibió un rápido corte en el vientre, haciendo que se inclinase del dolor. -¿Qué...?

El otro no hablaba, solo sonreía y balanceaba la katana de un lado a otro mientras miraba con la cabeza alta como el menor se retorcía de dolor. Eso le provocaba mas excitación, haciendo que con un ágil movimiento, se lanzará encima de su hermano pequeño una vez mas.

-¿Qué haces? ¡Para! -Gritaba Sasuke con su casi inexistente voz, ya que el dolor que sentía a penas le dejaba articular palabra.

-Sufre... -una voz fuera de la pelea retumbaba por cada lugar. Desprendía odio. -Sufre por todo tu clan.

El pelinegro menor a penas veía con claridad. El sharingan se había desvanecido y tan solo tenía de arma un kunai que sostenía con fuerza.

-¿Quién eres? -logró pronunciar una vez mas, mirando a su alrededor pero manteniéndose alerta por si Itachi le atacaba una vez mas.

-Alguien que tu clan conoce muy bien... -un golpe que logró esquivar le alertó de que su hermano estaba en movimiento otra vez.

¿Por qué estaba ahí? ¿Por qué su hermano se comportaba así? ¿Por qué no recordaba nada? Demasiadas preguntas y pocas respuestas aparecían en su mente. Se miró las manos, intentando averiguar a través de estas los recuerdos que había perdido. Nada podía recordar, nada podía ver; una espesa negra rodeaba a las dos únicas personas que había ahí.

-Pagarás tú por todos los daños que nos hicisteis.

Cansado de tanta intriga, decidió correr, aguantándose el dolor, por la espesa niebla, pero cuanto mas perdía, mas olvidaba. ¿Quién era? 

-¡No te escaparas!-Itachi salió de entre la niebla empuñando su katana, atravesando el pequeño hombro del menor.

-Qué quieres de mi.-Dijo entre jadeos con la katana aún incrustada en el hombro.

-Que sufras, que sientas el dolor que todo mi clan sufrió.

-No sé quien eres.-Se sacó el arma de su cuerpo y la tiró hacía un lado. -¡No sé quien soy!

Una risa empezó a recorrer todo el lugar, haciéndose cada vez mas y mas fuerte hasta pararse en un punto en concreto. La niebla se separó en dos para que, en medio de eso, apareciera un hombre encapuchando caminando lentamente hacía Sasuke.

-Me conoces perfectamente... -se retiró la capucha de un movimiento para dejar a la vista una cara demacrada por la edad, y un poco con la ayuda del fuego, ya que grandes quemaduras le adornaban gran parte de la cara. El pelinegro se quedó de piedra; no lograba reconocer al hombre pero si daba un aire de superioridad, haciendo que se sintiera intimidado. -La verdad es que no ha sido muy difícil borrarte la memoria, has ido derechito a la trampa.-Sonrió victorioso, apoyando uno de sus brazos en el hombre de un Itachi estático.-Y este chico de aquí la verdad es que me ha ayudado mucho. -De un solo gesto, convirtió al de coleta en montones de agujas. -¿Te ha gustado el truco?

No sabía que decir. El dolor ya le estaba afectando demasiado y su amnesia no ayudaba en nada. Era cierto que aquel hombre le resultaba conocido, mas no pasaba de ser solo eso. Se llevó una mano al lugar donde había sido atravesado. Su pequeño cuerpo ya estaba haciendo mas de lo necesario para mantenerse en pie.