Hinata Hyuga observa toda la estancia del aeropuerto de Japón un viernes por la mañana.
Muchos rostros se ven pasar de un lado para otro en el pasillo de recibimiento, pero ninguno era de su familia o mejor amiga.
Suelta un suspiro.
Con sus manos en sus maletas sisea entre la gran multitud del lugar e inmediatamente las charlas en japonés la recibieron como si de un puñetazo se tratase y sintiéndose un poco fuera de lugar sin embargo eso solo es un recordatorio de que ya no está en Rusia sino en el lugar donde nació.
Llega hasta los asientos donde puedes esperar ya sea tu vuelo o a ese alguien que viene a recogerte. A su lado hay una pareja de adorables ancianos que duermen plácidamente cobijados con una manta.
La pequeña Hinata deja su mochila en sus piernas, se cruza de brazos y de un momento a otro una sonrisa tonta hace aparición ya que desea estar con su amado así en un larguísimo tiempo, no obstante deja de soñar cuando un niño pequeño de siete años aproximadamente la observa como si estuviera loca y buscando todos sus pecados.
Un poco incomoda se remolinea en su asiento, empieza a mirar hacia todos lados para que el niño deje de verla pero fue todo lo contrario, ya hasta cruzó sus pequeños bracitos y enarcó una ceja para esperar cualquier movimiento de la chica.
Hinata empieza a sudar. Cuenta, en ruso, hasta diez porque piensa que se está volviendo paranoica; cuando termina de hacerlo ve de reojo y el niño sigue ahí, sentado enfrente de ella sin hacer nada, solo observándola como si fuese una rareza de un circo ruso.
Para no prestarle atención al niño, aún más, pensó en el "por qué" de la tardanza de su familia.
«¿Acaso me equivoque en el mensaje de verificación?», se cuestiona tomando su IPhone de la mochila, pero tan rápido lo tomó el aparato vibra en su mano.
Es un mensaje de "Sakura Haruno". Desbloquea su teléfono y abre el mensaje.
«Mire hacia el frente, señorita».
Hinata obedeció de inmediato.
Se levanta como si su vida dependiera de ello. No le importó que todos a su alrededor, mucho menos el niño acosador, la miraran raro y con fastidio por la poca paciencia que tienen al esperar sus atrasados vuelos.
Sakura Haruno, su mejor amiga desde que tiene uso de memoria, está sosteniendo un enorme cartel con su nombre, lo divertido es que está donde los choferes esperan, y hasta trae unos lentes negros para hacerla de emoción.
Hinata oculta una risilla con su suéter color lila. A paso lento observa a los demás choferes y personas con esos carteles como si estuviese buscando su nombre; se detiene a unos cuantos pasos de la peli rosa.
Bufó cuando lee "Jinata" en vez de "Hinata".
Sakura deja caer el cartel al piso, hace todo lo posible para poder pasar hacia el otro lado y corre a abrazar a su mejor amiga. Hinata la imitó. Las dos se estampan, se abrazan con muchísima fuerza, y empiezan a dar vueltas hasta que la Haruno da un tras pie y ambas caen al piso.
Sus risas se escuchan por todo el aeropuerto, no obstante es cuestión de minutos para que empiecen los lloriqueos por el sentimiento de tenerse frente a frente.
Sakura se aleja un poco, llora cuando quita los mechones de cabello de su mejor amiga como no creyendo que este ahí, con ella, esperando todo y nada de ambas.
—Te extrañe mucho, mucho—susurra la peli rosa en el cuello de la Hyuga—, no te imaginas cuanto...
Hinata, inconscientemente, ya le acaricia su espalda en círculos.
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Chica Buena
FanfictionSaga Chicas Buenas Chica Buena 1#: Lo Prohibido Comienza. Hinata, después de estar viviendo por más de diez años en Rusia, vuelve a su lugar de nacimiento para poder desenvolverse como una adulta y cumplir las expectativas de su familia, pero aquel...