SEIS MESES DESPUÉS.
—¿Me estas escuchando, Hinata?—Cuestiona Sakura, moviendo su mano enfrente de la cara de su mejor amiga—. ¡Hinata!
La Hyuga da un respingo, ocasionando que el jugo de naranja caiga en su estómago, chilla cuando siente los hielos derretirse, se levanta para tomar su toalla, se limpia y maldice en ruso entre dientes.
Sakura, simplemente, se ríe a carcajadas. Hinata, molesta, le arroja la toalla en la cara y la Haruno cae al pasto de sentón, en vez de quedarse callada hace todo lo contrario: se ríe más fuerte.
La Hyuga se sienta con un mohín y con sus brazos cruzados. Sakura, cuando se calma, se sienta y suelta un suspiro a la vez que se lleva su cabello atrás de sus orejas.
—Hinata, estas rara últimamente—comentó la peli rosa, cuidadosamente y midiendo sus palabras—. ¿Acaso es por muslos perfectos?
Hinata casi se ahoga con una papa frita al recordarlo.
—¡Por supuesto que no!
Es cierto, según Hinata, "muslos perfectos" es cosa del pasado; le costó cuatro meses olvidarlo y aceptar que jamás lo volvería a ver. Aunque una parte de ella lo intuía. Después de que pasó la noche con el "innombrable" no volvió a saber nada de él. Literal. Es como si se lo hubiera tragado la tierra. Ella, en un intento desesperado de saber si estaba bien, le mandaba miles de mensajes pero estos no se enviaban. Un día, llena de valor y después de pensarlo por horas, le marcó, sin embargo la operadora siempre decía que ese número no existía.
Por días y noches siempre se decía así misma: "todo se ha acabado, Naruto jamás regresara a buscarte". Aunque, en su humilde opinión, suenan ridículas esas palabras que se decía. ¿Qué se había acabado? ¿Tener a un hombre mayor como pareja? ¿El buen sexo que compartieron? ¿Su presencia autoritaria en ella?
Le costó asimilarlo, mucho, por no decir demasiado. Llegó al nivel de siempre querer estar encerrada en su habitación sin hablar con nadie, pasar todo el día con su celular pegado a ella, dormir todo el día, perder el empleo por el cual dejó Rusia y pelea tras pelea con sus Padres sobre ese radical comportamiento en ella, tiempo después, desgraciadamente, se dio cuenta que sus Padres solo estaban desesperados por saber que le había pasado. Jamás se perdonara que los haya hecho sufrir por su egoísmo. No obstante, gracias a su apoyo y el de Sakura, pudo salir de su cueva a tiempo antes de perderse para siempre por un hombre.
Hinata decidió volver a su vida, fue a incontables bares, fiestas y conoció a chicos increíbles pero el recuerdo de Naruto siempre estaba ahí presente cada vez que se besaba con un chico desconocido.
Por ultimo tomó la decisión de hacer un viaje de redención, viajó un par de semanas a Estados Unidos. Conocieron ciudades como New York, Washington y dejaron lo bueno para el final: el Área 51. Hinata quería experimentar esa sensación de adrenalina que se siente estando allí, pero fue todo lo contrario. Después de haber comprado recuerdos para su familia (llaveros en forma de la cabeza de un alienígena verde) y en medio del desierto se quebró ante su mejor amiga.
Le dijo todo lo que no había podido decir.
—No sé lo que siento, ¡yebat"! —musitó Hinata con lágrimas en sus mejillas, se deja caer en media la carretera y de una señal donde un "OVNI" está plasmado—. No quiero sentir esto en mi corazón, se siente como si yo fuese la única que haya hecho algo malo o erróneo, ¿y sabes que es lo peor y lo patético de mi situación? ¡Solo estuvimos dos noches juntos! ¡Dos! Y ese... hombre... está casado, por eso se esfumó.
Sakura no sabe que decir, se sienta al lado de su mejor amiga y la abraza por los hombros.
—¿Te acuerdas del Maestro que me gustaba en mi último semestre de preparatoria?
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Chica Buena
FanfictionSaga Chicas Buenas Chica Buena 1#: Lo Prohibido Comienza. Hinata, después de estar viviendo por más de diez años en Rusia, vuelve a su lugar de nacimiento para poder desenvolverse como una adulta y cumplir las expectativas de su familia, pero aquel...