Lo que Está Escrito (III)

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     ¿Qué rayos estaba pensando al venir a este lugar? ¡Es un condenado laberinto! Casi podría jurar que cambia con cada paso que doy.
     Ahosta, que empezaba a preocuparse, caminaba alrededor de un tronco caído, mientras intentaba organizar sus ruidosos pensamientos.
     -Tranquilo Ahosta, tranquilo. No te alteres.Prioridades, necesito establecer prioridades. A juzgar por el sol, me quedan unas 3 o 4 horas de luz. ¿Comida y agua, o refugio? Mejor pienso primero en la comida. Después de todo, siempre puedo trepar un árbol y dormir a salvo...creo. Chais dijo que prepararía suficiente comida en mi mochila para 3 días...-
     Sin embargo, luego de revisar el paquete que había preparado su hermana se dio cuenta que esa cantidad de comida sólo sería una cena ante su hambre.
     -Bueno, supongo que podría cazar algo, o buscar algunas frutas si la situación se complicara.
Seguía caminando en círculos, mientras hablaba solo al levantar la mirada, vio un par de ardillas que lo miraban.-Genial, y ahora estoy hablando con ardillas... ¿Me darían posada en su hogar sólo por ésta noche? Oh por los dioses, oficialmente me he vuelto loco. Debí haber escuchado a Aalis.-
     En la aldea siempre le decían a Ahosta que él probablemente podría ir al Bosque de las Voces sin ningún riesgo, por ser tan diferente a todos, y por otro lado, su madre adoptiva le insistía que no debía aventurarse a ese lugar, y que diera oídos sordos a los comentarios de los demás. El problema era que, mientras sus amigos lo decían como simples comentarios, mucha gente lo hacía para poder tacharlo de fenómeno y monstruo, y Ahosta, impulsivo y curioso como era, aprovechó un comentario especialmente odioso para hacer una expedición al bosque. Tenía pensado llevar algo que probara que había estado allí, pero no estaba seguro de qué llevar.
     Su hermana le había propuesto llevar una flor o una planta que pudieran cultivar (o al menos intentarlo) de vuelta en la aldea. Sus amigos le pidieron cazar un animal para el pueblo. Sin embargo, él esperaba encontrar algo como un hada o un ser fantástico. ¿Cómo lo atraparía? ¿Podría convencer al ser de acompañarlo? No estaba seguro, pero pensaría en algo si es que se presentaba la situación.

     Luego de haber comido algo de pan, queso y un poco de cerveza (hecha por el dueño de la posada del pueblo) Ahosta encontró unos matorrales espesos y relativamente altos,con los que pudo hacer un pequeño refugio con ayuda de su cuchillo de caza y un poco de cuerda.
     Bueno, y ésta porquería de la magia, ¿cuándo se supone que inicia?

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