Mercado Negro ⇀2Jae | Adaptación.

○●Cap.2●○

Es casi un Día de viaje desde Los Ángeles hasta New York. Todas esas horas no le importó al pequeño Mark. A él no le importó tener que estar sentado en un avión, en clase económica, en medio de dos personas; una mujer con un bebé y a su otro lado un hombre que siempre roncaba. No, a él no le importó estar sentado por casi 17 horas sintiendo que su culo quedaría plano luego de que bajase del avión.

A él lo único que le importaba era llegar a la ciudad y cumplir su sueño. Un sueño que nunca se cumplió. Porque como verán, la vida no todo te la hace fácil.

Con tantas injusticias que hay te hace pensar que nunca llegarás tan lejos. Pero a Mark no le importaba eso, no le importaba que el esfuerzo sea demasiado, no le importaba que el viaje sea largo, no le importaba lo que las demás personas dirían de él.

No, él lo único que quería era ser feliz haciendo lo que más amaba en el mundo. Bailar y Rapear

Juro que lloro, y me dan ganas de gritar mientras te cuento esta historia, porque me da bronca pensar por todo lo que pasó Mark para que alguien venga y le destruya la vida así no más.

— ¿Estás seguro de esto Mark?— Le dijo su madre preocupada en el aeropuerto de Los Angeles

— Si, madre. No te preocupes, estaré bien.

Pero desde que bajó del avión su "estaré bien" nunca se cumplió.

Hace tres años Mark Tuan abordó el avión con destino a New York para cumplir su sueño. Cuando entró una página oficial de Rap, se enteró que había bacantes en una escuela de Baile y Rap profesional que hay en Manhattan. Sin dudarlo averiguó más del asunto y mandó su solicitud por internet.

Pero lo que él no sabía que esa página oficial de Rap era una farsa. Envió todos sus datos a la página para que lo aceptaran y cuando se enteró que lo habían aceptado y que lo esperarían para audicionar y entrar a la prestigiosa Academia Se emocionó bastante que trabajó duro para comprar el boleto de avión.

¿Por qué te cuento esto? Por el simple hecho de que el mundo no siempre es fácil, las oportunidades no se dan así porque sí. Y porque la historia de Mark merece ser leída también.

[...]

— ¿Me deja pasar?

Aún seguía ahí al frente de la puerta del local del café bar mirándolo. Dirigí mi vista hacia mi costado y noté a la señora que me miraba esperando que me moviera.

— Oh, disculpe.

Esperé al frente del local, sentado en las escaleras del edificio en donde vivía. Esperé a que él terminara con su café y saliera del local.

¿Qué haría después? No me lo pregunté. Simplemente actué por instinto. Así que lo seguí cuando salió del café bar.

Caminaba tan tranquilo, como si estuviera haciendo su rutina diaria. Vi que bajó al subterráneo para tomar el Tren y lo seguí.

Había gente, era casi las 4 de la tarde, pero no tanto como para no perderle de vista. Y ahí se quedó. Parado esperando el tren.

Quería acércame pero no sabía cómo. Nunca me pasó algo así como en ese día. Era tan hermoso ahí parado escuchando música con su celular color rosa.

No entendí por qué el color pero se veía adorable.

Cuando me animé a acercarme al chico del celular rosa escuché un grito que venía de las escaleras. Mark bajaba rápidamente y me vio unos segundos antes que un hombre fornido lo estampara contra la pared y le empezara a gritar.

Mark tenía su mirada a un costado y miraba a los demás suplicando ayuda. Yo me quedé congelado al igual que las personas que se hallaban ahí.

- ¿Ok? ¡Me importa una mierda si ya es de día, si un cliente paga para metértela aceptas y punto!