Mercado Negro ⇀2Jae | Adaptación.

○●Cap.7●○

Había luna llena, lo recuerdo bien. Era la única luz que entraba por la ventana, lo único que iluminaba el cuarto.

Y ahí estábamos los dos, solos en aquella cama de una plaza con sábanas rosas. No quería pensar nada más que en él en ese momento.

-Te vez lindo cuando estás feliz. -Dijo YoungJae mirándome a los ojos.

No había notado que aquella noche por primera vez estaba feliz, más que feliz. Le acaricié la mejilla y sonreímos.

Lo acomodé debajo de mí y lo besé. Y de apoco todo fue empezando.

De apoco fui sacándole la camiseta blanca que tenía, y de apoco fui bajando dándole besos a lo largo de su torso hasta llegar a su entrepierna.

Escuché que una risa vergonzosa de parte de YoungJae y sonreí. Como estaba en piyama solo tuve que bajar su pantalón hasta que solo quedara su bóxer también de color rosa.

Vaya si, su color favorito era ese. ¿Era muy obvio no?

El ambiente ya se había puesto caluroso aunque estábamos en pleno invierno.

Pude sentir como el cuerpo de YoungJae se estremeció cunado saqué la última prenda que llevaba y eso me enloqueció.

Me había puesto muy lujurioso y eso que apenas estábamos empezando. Les juro que aquella noche fue la más preciada de mi vida. Y lo es, lo sigue siendo.

Aquella noche le quité la virginidad al chico del celular rosa.

-Por favor, ya no aguanto más... -Había dicho todo sonrojado.

Entonces me lamí los labios e introduje mi boca en su pene. Un gemido salió de YoungJae y eso me excitó más.

-Sigue... Dios ¡Sigue!

Sentía como YoungJae gemía y como su cuerpo estaba reaccionando y ya sentía como estaba por eyacular en cualquier momento.

Fue cuando sin querer le mordí un poco y el chico gritó.

YoungJae se corrió en mi boca y sentí como su cuerpo se tranquilizaba un poco, su respiración era agitada y tenía toda la cara roja.

Sonreí más.

Me senté y empecé a sacarme la ropa. Notaba como YoungJae me miraba tan detenidamente y eso me sonrojó un poco.

Yo no era de sonrojarme pero esa noche YoungJae lo hizo. Sacó mi lado más dulce y tierno, aunque también mi lado salvaje.

Me acomodé y empezamos a besarnos. Todo fue tan mágico: como la luna era lo único que nos iluminaba, como nuestros cuerpos encajaban a la perfección al igual que nuestras manos, como nuestras miradas se juntaban y se nos escapaba pequeñas risas vergonzosas.

Todo era perfecto.

-Dime; si te duele, paro. ¿Okey?

- A...Ajam.

Entré despacio y no pude evitar gemir. Se sintió tan bien.

Y de apoco fui moviéndome en su interior. Ambos gemíamos. YoungJae debes en cuando se mordía el labio inferior mientras yo seguía y seguía. Le daba besos por todas partes; mi lengua recorría todo su cuello.

Era excitante.

Cada vez era más y más fuerte el movimiento y YoungJae me acompañaba con un movimiento de cadera. Era todo perfecto.

- Me voy a correr otra vez. -Dijo el chico despacio.

Lo besé y fue un beso tan perfecto. Nuestras lenguas batallaban por así decirlo.