Un ama de llaves. ¿Me extrañaras? (XIV)
Charlotte Meriet Phantomhive Durless, ese era el verdadero nombre de la hermosa mujer que intentaba asesinar a la rubia, sus ojos teñidos de un profundo azul eléctrico, y su largo cabello negro recogido en una trenza era lo que más llamaban la atención y por supuesto no menos importante su destreza luchando, ¿Cómo rayos es posible que una humana le haga frente a un demonio? Esa pregunta rondaba por la cabeza del conde, mientras observaba como Madisson se mantenía estática en su lugar, sin mover un solo musculo.
— ¿No piensas ayudarla? —Pregunto apuntando su revolver a la cabeza de la hibrida.
—Mi ama, puede sola—Respondió de manera cortante.
El sonido de unos vidrios rompiéndose llamo la atención de todos, allí estaban los Shinigamis, vestidos de negro como acostumbraban. El sepulturero también estaba allí con Oz de la muerte. Madisson solo hizo una voltereta para ponerse junto a estos.
— ¿Cómo van las cosas? —Pregunto Spears, en un intento de conversar con la pelirroja.
—Eso no te incumbe William—Dijo de manera fría, mirando como un hielo al Shinigami de cabellos castaños—. Solo observa.
Sus ojos de extraña combinación verde/amarillo recorrieron todo el lugar notando como la princesa, luchaba a muerte con el mayordomo. Charlotte lanzaba su navaja contra Lizzy, pero los cuchillos de plata de Sebastián desviaban la navaja, por lo que la princesa esquivaba ataque físicos e iba de regreso para atacar a la rubia.
— ¿Porque ataca a esa humana? —Pregunto esta vez Knox.
—Porque ella, es lo único que tenemos del verdadero Ciel Phantomhive—Contesto Adrián, llamando la atención de todos en aquel inhóspito lugar.
Ciel alcanzo a escuchar las palabras del de cabellos, plateados y acto seguido sufrió uno de sus ataques, lo cuales le trajeron la imágenes de su hermano muerto en una mesa de sacrificio, también de la pequeña pelinegra quien lloraba desconsoladamente lamentándose por no poder hacer nada.
Dio dos pasos, y apunto su arma al cuerpo de la rubia.
—«Traer a Ciel...»—Susurro, a lo que sus ojos perdían brillo.
— ¡Mátala! —Grito Charlotte llena de enojo, el maldito de Sebastián no la dejaba atacar a la rubia.
Todos creyeron que la orden era para Madisson, pero mayor fue su sorpresa al darse cuenta de quien había obedecido había sido Ciel, dando de lleno en el abdomen de la rubia. Aun ensimismado caminaba a paso lento hacia Elizabeth, y las palabras de Adrián se repetían en su cabeza, junto con la imagen de su hermano.
—Ahora Madison—Dijo de manera fría el mayordomo mientras con una de sus dagas de plata atravesaba el pecho de su contrincante.
En cuanto Sebastián atravesó el pecho de la chica, su rostro empezó a cuartearse tal y como una bella muñeca de porcelana, empezó a romperse en pedazos, a lo que caía al suelo, pero antes de que se golpeara las manos de Ciel la sujetaron de manera fuerte. La princesa miro a todas direcciones y vio el revolver tirado a unos cuantos metros de ellos.
Ese no era el plan. Sebastián lo traiciono, y Madisson le mintió.
—Ciel—Estiro su mano hasta tocar el rostro del chico— ¡Je! Se supone que debía cancelar tu contrato a cambio de mi alma—Dijo sonriendo.
—Ese bastardo—Miro hacia donde estaba la rubia, ella lo miraba con lágrimas en sus ojos.
No sintió nada, no tuvo remordimiento, porque simplemente nunca quiso a Elizabeth, todo siempre fue una fachada, pero al parecer la rubia estaba tan metida en la idea de que "Ciel regreso" que nunca noto que solo era utilizada por el muchacho del que creía estar tan profundamente enamorada.
—Admito que cuando me informaste que tenías una forma de hacer que el conde se hiciese humano de nuevo me tomo por sorpresa—Hablo William acomodando sus lentes a lo que miraba la escena.
—Siempre dije que Sebastián era el causante de la desgracia del conde. Y si para alejarlo de ese demonio tengo que asesinarlo, eso mismo hare—Respondió acercándose a los dos jóvenes.
Ciel seguía de canclillas sosteniendo el cuerpo de Charlie el cual se estaba desmoronando poco a poco. Alzo un poco su vista para notar como Madisson y Sebastián se acercaban, este último retirando su guante izquierdo con los dientes. Sus ojos se abrieron cuando vio la marca del contrato desaparecer y su ojo empezó a sangrar de manera horrible.
—Ya eres libre Michaelis—Dijo la pelirroja, al ver como su compañero empezaba a ser envuelto por plumas de color negro.
—Bien, ahora dame la mitad del alma de esa mocosa—Agrego con una sonrisa ladina.
Aquella sonrisa desapareció cuando su pecho fue perforado con una espada de extraña forma y color violeta, de inmediato recordó al demonio araña, como se maldecía por no haber destruido esa maldita espada.
Sebastián giro su rostro para ver a su atacante, encontrándose con el mismísimo Ciel atravesándolo con esa cosa.
— ¡¿Cómo es que-...?!—Su frese no pudo ser completada debido a que el chico de ojos azules y ceño fruncido saco la espada y corto uno de sus brazos.
—Estas en campo santo, demonio—Dijo William mirando de manera fría a Sebastián—. Estabas tan desesperado en ser libre y devorar un alma, que no te diste cuenta.
— ¡Por eso es que esa niña podía seguir mis ataques! —Se golpeó mentalmente por no haberse dado cuenta a tiempo— ¿Cómo es que lo hicieron?
—Agua bendita. Eso mientras Madison te alejaba de la mansión para negociar el alma de Charlotte. Todo salió como se esperaba—Crevan se acercó al niño recién llegado y consintió su cabeza, recibiendo como respuesta una enorme sonrisa.
Ciel, seguía siendo un demonio y por ello su fuerza era más de la que cualquier humano podría creer, por lo que no les impresiono ver como cargaba el cuerpo de Charlotte en sus brazos. Sus lágrimas no pudieron mantenerse encerradas, y se derramaron cuando vio a su querido hermano.
—Sigues siendo un bobo—Hablo el verdadero Ciel, mientras le sonreía a su hermano.
—Supongo que lo soy—Dijo mirando como el rostro de Charlie seguía cuarteándose— ¿Ella como lo hizo?
—Ella me trajo de regreso, porque yo mismo hice un contrato con ella la noche en que la casa se incendió—Paso sus manos por el cabello de la niña, quien tenía los ojos cerrados—Ven conmigo... Ven con nosotros.
Tomo de la camisa a su hermano puesto que tenía sus manos ocupadas, sosteniendo a su pequeña hermana. Y entonces lo comprendió todo. Charlie siempre lo supo, ella solo quería estar cerca de él todo el tiempo; la fiesta; la clase de Bartitsu; la salida en el carruaje, Charlotte solo quería estar con su familia.
Una familia destinada a vivir en el infierno, si eso decía siempre la princesa, pero ella no se refería a sus padres adoptivos... Charlotte se refería a Ciel y a quien fingió y ocupó su lugar durante seis años.
—Gracias Madisson—Fue lo único que dijo—Nos vemos en el infierno.
...FIN...
Final señores y señoras, lo sé estuvo algo kk, pero que puedo hacer, lo tenia desde hace rato de esa forma y no lo iba a cambiar, espero que les haya gustado esta historia... MariFerLol se despide de ustedes,le quiero mucho.
Ah~ por cierto NO PIENSO HACER SEGUNDA TEMPORADA pero quizá suba otra historia de Kuroshitsuji, no lo sé todavía.
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『 ᴛú, ᴍɪ ᴅᴜʟᴄᴇ ɪɴғɪᴇʀɴᴏ. 』➸『 ᴋᴜʀᴏsʜɪᴛsᴜᴊɪ 』
FanficTres años han pasado desde que Ciel fue convertido en demonio. Fingió su muerte, dejó atrás todo lo relacionado con su melancólico pasado. Pero lo que menos se esperaba es que algún día se encontrase con nada más y nada menos que con Charlotte Merie...