Darkness

FÜNF

 Capitulo 5

Mi lugar era en la última fila por lo que la ventana me quedaba muy retirada, lo único que podía ver era la blanca pared y lo que habían escrito sobre ella. Solté un suspiro, mire en dirección a la puerta que estaba abierta, y su cuerpo paso por ahí pude verlo mientras le sonreía a Camile. ¿Será que tienen algo?

Sacudí la cabeza tratando de enfocarme en las reacciones químicas de las que la maestra hablaba, pero la campana sonando me distrajo de nuevo. Sentí como alguien se posaba a mi lado aunque mi cabello me impedía ver su rostro. Coloqué los mechones rebeldes detrás de mí oreja y le sonreí amablemente a Ron.

- V, ¿Te quieres sentar conmigo hoy? – Dijo sonriendo burlescamente.

- Está bien, mientras no trates de llevarte mi vestido de nuevo. – Me burle de aquella noche en la que borracho me confundió con Alexa y se me echó encima.

- Muy graciosa, muchacha. Muy graciosa. – Dijo mientras pasaba un brazo sobre mis hombros.

Cuando llegamos a la cafetería, Ron tomó mi charola junto con la suya y empezó a servir de todo en ambas lo cual me causó nauseas. Le avisé a Ron que me iría a la mesa y que haya me alcanzara. Estaba a dos mesas de la nuestra cuando sentí como tropezaba con el pie de algún desconocido y me iba directo al piso. Cerré mis ojos por intuición. Mis rodillas me dolían horriblemente, y sentí el sabor de la sangre invadió mi boca, me había mordido cuando caí. Pasé la lengua por todos mis dientes y me impulse con mis brazos para levantarme. Mire como Norah se reía con alguna chica a la que no reconocía.

Me puse frente en la silla frente a ella y mire de reojo a Peter, quien se dedicaba reírse viendo su puré. – ¿Tienes algo que decirme, Norah? – Le dije tratando de obtener su mirada. Pero ella me evitaba. Le repetí la pregunta un poco más alto, pero igual seguía sin contestar, siquiera mirarme. La tome con fuerza del mentón y la hice mirarme. – Mírame si te hablo, perra. Dije, ¿Tienes algo que decirme? – Le dije una vez más.

- N-no. – Dijo y sentí como tragaba saliva. Solté una gran bocanada de aire, y quite mi mano con gesto desdeñoso de su cara.

- Bien. – Mire a Peter, quien seguía sin mirarme. – Adiós. – Dije esperando que me mirara. Pero no lo hizo. Parecía culpable.

Cuando llegue a la mesa donde estaba Ron y Dante, sentí un calor penetrante en mi pecho, el aire empezó a faltarme, y sentí que mi corazón se aceleraba a un ritmo exorbitante. Levanté la vista de mi plato para encontrarme con sus ojos. Un suspiro se abrió paso entre mis labios y mi agarre en la cuchara se hizo débil hasta que esta cayó. Sus ojos expresaban vergüenza, y dolían como el infierno. Regresé la mirada a mi charola, y me dedique a escuchar lo que Ron decía. Le regale una sonrisa amable, parecía que nadie había notado lo que pasó. Era invisible para todos, excepto para él.

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Sudor, lágrimas, respiración agitada, presión en el pecho. Pero aun así, era un alivio que hubiera sido un mal sueño donde se involucraban esos recuerdos. Limpie mi rostro con mis manos y tomé mi móvil para ver la hora, 4:37 am. Bostecé y fui al baño. Regrese a la cama y mire el techo.

Las lágrimas invadieron mis ojos al pensar en el recuerdo que invadía mis sueños, mi cuerpo empezó a temblar. Me hice bola entre las sabanas, y deje salir lo que me ahogaba. Porque por más que tratara de ignorarlo estaba ahí, por más que quiera acabar con eso, era eso lo que me estaba acabando. Una carga que llevaba arrastrando desde hace años y simplemente no podía deshacerme de ella. Así que lo único que me quedaba era dejar esa oscuridad tomarme y arrastrarme.

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Aunque Raven, Grace y las demás me aceptaban de lo mejor, a veces necesitaba estar con Ron, y llevaba toda la semana con ellas, ya era día de Ron. Me senté en nuestra mesa esperando a que llegara Ron, para hacer tiempo saque mi móvil y mire las capturas de pantalla. Puta. Sabes que no eres nada. Mira estas fotos. Sinvergüenza. Eso es lo que soy, créetelo.

El ruido de la charola contra la mesa me puso alerta, levante la vista esperando encontrarme los verdes y alegres ojos de Ron, en cambio me encontré unos taladrantes, inexpresivos y profundos ojos cafés. Mire su rostro mientras se sentaba frente a mí. Me moví incomoda en la silla, cuando lo miraba no sabía exactamente que sentir. Era una especie de odio y rencor combinado con admiración, necesidad. Su labio se curvó a la izquierda, apareciendo su estúpida sonrisa burlona.

- Hola, V. – Dijo mientras su mirada buscaba la mía. – Oye, ¿Me quieres contar que mierda pasó el otro día con Norah? Cuando me fui eran como uña y mugre. – Posó su cabeza sobre su mano.

- Nunca me uní así con ella, solo con... tu sabes quién. – Fruncí la boca y puse un mechón detrás de mí oreja.

- Bueno, bueno... Lo que sea. ¿Qué fue lo que paso ahí? – Dijo metiendo un pedazo de fresa entre sus labios. Vi como sus dientes la partían en dos, vi como la fresa soltaba jugo sobre sus rojizos labios, y vi como su lengua se paseaba sobre ellos limpiándolos. Mordí el mío por instinto, porque deseaba saber si sabrían diferente ahora, porque quería que me hiciera sentir que eramos una tormenta en el infierno. - ¡Habla, mujer! – Soltó riéndose.

- Pues, el tiempo que no estuviste hizo su magia. – Dije y mordí mi brownie, recogiendo con mi dedo índice las morusas de mi comisura. – Ellas esparcieron el rumor de que me acosté borracha con Jaden. Publicaron unas capturas de conversaciones donde yo y el supuestamente – Dije haciendo comillas con mis dedos en el aire. – nos poníamos de acuerdo para volver a hacerlo. – Tome otro pedazo de brownie y lo metí a mi boca para verme casual mientras trataba de ocultar que decirlo me dolió. Vi como dejaba bruscamente la fresa que tenía en su mano.

- ¿Y es verdad? – Dijo mirándome serio.

- Tú dime. – Me reí distraídamente.

- No, no es verdad. – Me guiño el ojo, y un atisbo de sonrisa apareció en mi rostro.

Al poco tiempo de eso, Ron se sentó a mi lado y dejo un beso mojado en mi cachete, para después chocar las manos con Mason. Ron regresó a su lugar y pasó un brazo sobre mis hombros, mientras hablaba de deportes con el.

Reí por lo que Ron decía de vez en cuando, era un bufón total, me abrazo con ambos brazos ahora mientras yo reía por sus bromas pesadas hacía mí, mientras Mason nos miraba desde el otro lado de la mesa riendo por lo bajo.

Los delgados brazos de Ron tapaban mis ojos, así que me deshice de ellos y cuando devolví la vista hacia el frente vi a Camile pasar con Raven, ambas tomadas del brazo, ambas riendo, solo que Raven miraba a la salida, y Camile me miraba a los ojos.

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Pase las manos entre mi cabello en señal de desesperación, no podía terminar de escribir mi conclusión sobre la SGM, tome el lapicero de nuevo y cuando iba a posarlo sobre la hoja blanca la pantalla de mi teléfono se prendió.

Whatsapp:
Número desconocido.

Lo desbloquee con la duda en la cabeza.

Desconocido: Hola, V. Guarda mi número, soy el chico del auto negro ;)

Me reí en un murmullo, guarde el número de Mason y terminé mi conclusión con una sonrisa en el rostro. Regresó.