Atrévete A Quereme

Capítulo 1

**Narra Bea**

*Sueño*

David: Esta mañana me han ofrecido entrar en su banda. – dice con una sonrisa medio fingida

Bea: ¿Quién? – le pregunto curiosa

David: Dani, Carl….

Bea: ¡Eso es genial! – Le abrazo fuerte – les habrás dicho que sí ¿no?

David: Pues… les he dicho que me lo pensaría. – agacha la cabeza

Bea: ¿Por qué? Si es tu sueño, siempre lo has deseado.

David: Lo sé, pero…

Bea: ¿Pero qué?

David: Pero tengo miedo de no encajar, de rendirme ante el primer inconveniente que se nos ponga por el camino, tengo miedo de fallarles…

Bea: Deivid, eso ni lo pienses, ¿vale? Yo te estaré apoyando siempre, te levantaré cada vez que te caigas y no permitiré que te rindas nunca, ¿me oyes? Nunca.

David: ¿Sabes Bea? A veces pienso que qué haría yo sin ti.

Bea: No harías nada, porque siempre estaré a tu lado, pase lo que pase.

David: Gracias – me abraza

Bea: No hay porque darlas, ¿para qué están los amigos? - sonríe

(…)

David: ¡Bea! – grita fuerte.

Bea: Hay no me grites, que estoy a tu lado – digo tapándome el oído.

David: Lo siento… ¡Endless Road es número uno en la lista de ventas!

Bea: ¡¿Qué?! ¡Eso es genial!

David: ¿Y qué haces que no me abrazas?

Bea: Jajaja ven aquí tonto. Enhorabuena.

(…)

David: No me lo puedo creer… - me dice levantando su cabeza del móvil

Bea: ¿Qué?

David: Es increíble…

Bea: ¿Pero qué pasa?

David: Es genial…

Bea: David Martín Lafuente, quieres decirme ya lo que pasa coño.

David: Anti héroes es disco de oro.

Bea: ¿Tanto te ha costado decirm….? Espera, espera. ¿Has dicho disco de oro?

David: Exacto.

Bea: ¡Felicidades! – le abrazo

David: Todo esto es gracias a ti Bea. Si no me hubieras presionado aquella vez para que aceptara la petición de los chicos para entrar en su banda, ahora no sé lo que estaría haciendo.

*Fin del sueño*

Me despierto, como todos los días menos los fines de semana, a las siete y diez, con la dulce melodía de mi despertador (nótese la ironía) y sin ganas de tener otro día de mierda.

Apago la alarma y dejo el móvil en la mesilla.

Me siento en el borde de la cama con la sensación de un enorme vacío en el pecho, cosa que nunca me había pasado.

-Que sueño más raro he tenido, últimamente paso tanto tiempo con David que se mete hasta en mis sueños.

Meto los pies en mis zapatillas de perrito y me levanto. Salgo de la habitación y bajo las escaleras.