“Juntos aprendimos a enamorarnos de nuevo. Comprendimos que los peores enemigos podían convertirse en los mejores amantes.”
Último capítulo. [Falta el epílogo]
¿Alivio? ¿Felicidad? ¿Emoción? ¿Alegría? ¿Amor? ¿Tranquilidad? ¿Paz? Todo eso era poco para la cantidad de sentimientos que se arremolinaban dentro de mí. Ah sí. Me faltó el agotamiento, el cansancio y el dolor.
Desde que me trajeron a la habitación, no dejé de pensar en Harry y en el bebé. En lo que nuestras vidas se convertirían ahora. ¿Volveríamos a estar juntos? ¿Superaríamos todos los problemas? ¿Saldríamos adelante? Esas y más preguntas comenzaban a hacerse presentes y cada vez necesitaba más y más hablar con Harry para solucionarlo todo y ser felices de una jodida vez.
En realidad, necesitaba a Harry. Necesitaba sentirlo conmigo, decirle cuánto lo amaba, besarlo, estar con él, charlar con él, reír con él, bromear como siempre lo hacíamos. Necesitaba sentir a Harry conmigo y punto.
-¿Cómo estás? -dijo esa inconfundible voz, atravesando la puerta y dirigiéndose a mí-
-Cansada, pero bien. -sonreí débilmente-
Se sentó en la silla que estaba al lado de mi cama. Nos quedamos un rato en silencio, esperando a que el otro hablara, o buscando qué decir.
-Han pasado meses. -dijo-
-Lo sé.
-Lo siento. -murmuró- Lo siento mucho.
-Yo también.
Suspiro y volvió a callarse. -La vida es demasiada larga. Lo nuestro todavía no termino y lo sabes. A pesar de la gran distancia que nos separa, de los problemas que tengamos y de los malos momentos, nunca dejé de amarte.
-Yo tampoco lo hice y lo sabes. Y ahora… te necesito. Me estoy volviendo loca. Quiero tenerte conmigo, pero no puedo. Siento que estás enojado o molesto conmigo, y en parte yo sigo molesta contigo, pero ya no puedo más. Te necesito y sufro demasiado por eso. Quiero sonreír nuevamente a tu lado, caminar junto a ti y reírme de todo. Necesito contarte que en todo este tiempo, las cosas no me han ido tan bien. Quiero que sepas que sí te necesito. Quiero que sepas que aun vives en mí y que te amo y nada nunca lo cambió. Sólo… quiero pensar que todo está igual y que a partir de hoy no hay abismos entre tú y yo.
Las palabras habían salido como cascadas de agua de mi boca, palabras que yo ni siquiera había pensado antes de decirlas. Supongo que ése fue mi corazón hablando esta vez, y no mi cabeza.
Harry sonrió y bajó la mirada. -Te extraño, joder. Es imposible vivir sin ti. Todos los días me despertaba pensando que hoy iría a hablar contigo y por alguna extraña razón, no podía. Todos los días me proponía continuar luchando por nuestro amor, pero no podía. Estaba estancado. Te veía, y veía como se pasaba el tiempo enfrente mío, sin que yo pudiera hacer algo. Estaba desesperado y necesitaba que tú me sacaras de ese trance, que me ayudaras a volver en mí. Vivía en las nubes, estaba distraído todo el tiempo, no podía pensar en otra cosa que no fueras tú. Y te necesitaba, y te extrañaba tanto que dolía.
Mis ojos se llenaron de lágrimas. -Yo sentía lo mismo. Te extraño demasiado.
Los segundos se hicieron interminables, hasta que finalmente Harry terminó de acercarse a mí y me besó. Y, demonios, se sentía bien. Se sentía estupendamente maravilloso. Nuestros labios encajaban incluso mejor que antes. El beso era más que perfecto. El momento era perfecto. Harry era perfecto y todo lo que emanaba de él era perfecto.
Nos obligamos a separarnos en cuanto una enfermera entro a la habitación con una cunita, en la que se hallaba nuestra pequeña hija. Me sequé las lágrimas mientras la observaba con una sonrisa. La enfermera se fue y Harry casi corrió a buscarla. La sostuvo en brazos mientras yo me colocaba en un costado de la cama y luego me la dio y se acostó al lado mío.
-Es hermosa. -dijo observándola dormir-
-Es… maravillosa. Es el mejor regalo que podríamos haber recibido. Y es nuestra. -dije sonriendo orgullosa-
Harry me besó el hombro mientras acariciaba la mejilla de la pequeña. -¿Cómo le pondremos?
-No lo sé. -dije mirándolo- Nunca pensamos en un nombre. A mí me gusta Holly.
Harry arrugó la nariz, haciendo cara de asco. Yo reí. -Ese da asco. Y tienes razón, nunca lo pensamos. -dijo pensativo- Aunque yo sí estuve pensando. ¿No te gustaría Elena?
Abrí los ojos grandes como platos y me mordí el labio. -Como mi mamá.
Harry asintió. -¿Te gusta?
-Me encanta. -sonreí, a punto de largar las lágrimas (nótese que hoy lloro por todo)- Elena… ¿Marie? Elena Marie Styles, ¿te gusta?
-Es perfecto.
Se acercó a mí y me dio un corto pero dulce beso. Cuando Harry se separó de mí y junto nuestras frentes, susurre: -No me dejes ir nunca más.
Me sonrió y me dio un beso en la frente. -¿Juntos?
-Por siempre. -concluí besándolo suavemente mientras Elena se revolvía en mis brazos-
Parece una historia más de un chico que conoce a una chica y después de un par de giros del destino acaban juntos. Pero ni él era un chico normal, ni yo una chica corriente. Juntos aprendimos a enamorarnos de nuevo, a creer en algo que creíamos que no era para nosotros. Comprendimos que el tiempo no existía cuando estábamos juntos. Comprendimos que “del odio al amor hay un solo paso”. Comprendimos que los peores enemigos podían convertirse en los mejores amantes. Comprendimos que la distancia no es un obstáculo, sino más bien una prueba que íbamos a superar, juntos, siempre juntos. Creíamos que si queríamos, podíamos. Y nosotros, nosotros creímos más que nunca, porque queríamos tener un destino. Un destino que plasmaríamos en un álbum de fotos lleno de recuerdos, que nos darías más y más fuerzas para seguir luchando por nuestra historia, por nuestro amor, por nuestra magia.
Último capítulo. 60 mg’s y subo el epílogo que ése sí es el final de todo.
¿Les gusto? Yo lo amé. Es el mejor capítulo de todos!
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summer paradise (harry styles )
Teen Fictiones una novela de amor , mentiras , realidades y con un final feliz . descubre como una persona que odias puede ser parte de tu vida he incluso puedes llegar amarlo no queras parar de leer