[DOS SEMANAS DESPUES]
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Otras dos largas semanas pasaron. Brooks y los demás profesores nos hacían cada vez más difícil la existencia. Ir a la universidad ya se convertía en un suplicio para mí.
Mis pies comenzaron a hacer ruido contra el blanco piso del hospital, debido a que los arrastraba con pesadez. Era viernes por la tarde y lo único que deseaba era dormir y no despertar hasta el lunes, para empezar una nueva semana.
-Camina bien. -me reprendió Harry-
-Sí, papa. -murmuré-
Me obligue mentalmente a comenzar a caminar como una persona normal y así lo hice hasta llegar a la sala de espera. Esperamos alrededor de 15 minutos y el doctor Franks salió del consultorio diciendo con voz potente mi apellido.
Éste sería el doctor que me atendería durante todo el embarazo, se llamaba Franks y Anne misma me lo había recomendado. Dijo que la había atendido durante del embarazo de Harry, así que pueden imaginarse los años que tendrá. Bueno, no muchos en realidad, pero era grande. El hombre era alto y delgado, tenía alrededor de unos 60 años, voz monocorde pero amable, cabello blanco, lentes que subía cada dos por tres por el puente de su nariz. Según Anne, uno de los mejores doctores de Londres.
Ingresamos al consultorio para hacer la primera ecografía de nuestro bebé. Mi tía me había advertido que, al ser tan pequeño, quizás no lo viéramos muy bien, pero que por lo menos veríamos una pequeña manchita en el ecógrafo.
Dicho y hecho, lo único que se vio fue una mancha, sin forma alguna -o por lo menos yo no le encontraba la forma, aunque nunca fui buena para eso-. No era tan pequeño como yo había esperado, pero seguía siendo muy chiquitito. Harry apretaba mi mano, mientras yo sentía como se me estaban por salir los dedos.
-Tranquilízate. -le ordené con una risita-
Asintió sonriendo y aflojó un poco su agarre, aunque seguía apretándome.
-¿De cuantos meses está, doctor? -pregunto Harry con la voz quebrada-
«Oh Dios. No llores, no llores. No lloren, por favor, basta.»
-Alrededor de un mes y medio.
Asentí con tranquilidad y nuevamente, sentí que los dedos se me salían de la mano derecha. «Eres una niña» pensé. «Oh no, espera, eso es tierno. Eres una ternura.»
Permanecimos alrededor de 10 minutos más allí, mientras Franks me hacía algunas preguntas y luego salimos del consultorio con paso apurado. Bueno, yo por lo menos estaba apurada, porque me quería ir a dormir con urgencia. Harry tuvo que detenerme tirando de mi brazo para que me quedara quieta.
-¿Hay alguien persiguiéndonos?
-No. -gruñí- ¡Quiero dormir!
-Pero no hace falta que corras como psicópata por el hospital. -murmuró con una sonrisa burlona-
Le devolví la sonrisa y después le saqué la lengua.
Justo cuando estábamos saliendo al estacionamiento del hospital, mi celular comenzó a sonar. Me fijé en la pantalla y decía “Número desconocido”. Atendí con pesadez, temiendo que fuera alguien que quisiera venderme algo.
*************
-¿Si?
-Hola, ¿hablo con __________ Blair?
-Sí, soy yo. ¿Quién habla? -pregunté confundida-
-Soy Nathan.
¿Nathan? ¿Quién demonios era Nathan?
-Lo siento, Nathan, pero... no te recuerdo. -dije apenada-
El chico rió sonoramente. Entonces me di cuenta cuando escuché su melódica, sonora y tan hermosa risa que años antes me había enamorado. ¿Cómo era posible que lo hubiera olvidado?
-¿No me recuerdas? -preguntó con una leve acentuación americana-
-J-Nathan Sykes. -tartamudeé- ¡No parecías tú! Tu voz suena más... varonil.
Y claro, si habían pasado siete -casi ocho- años de la última vez que lo había visto.
Nathan rió antes de hacer una pausa, suspirar y decir con voz entrecortada:
-Me he enterado de lo de tus padres. Lo siento muchísimo.
-Si… gracias. -sonreí, aunque él no pudiera verme- ¿Para que llamabas?
-Por lo de la casa.
-¿La casa?
Demonios, no entendía absolutamente nada de lo que sucedía.
-Tu tío es amigo de mi padre y le contó sobre la venta de la casa.
-Ah, si… eso, lo había olvidado, perdón. -dije con una risita nerviosa- Estoy mal últimamente, me olvido de todo.
Nathan rió.
-Estoy con poco tiempo preciosa, pero luego hablamos, ¿vale? Y quiero que nos juntemos, así aclaramos bien todo. Quiero verte.
-Vale. -reí- Yo también quiero verte, Nathan. Adios.
*************
-¿A quién quieres ver? -preguntó mi actual novio, Harry Styles, con una ceja levantada-
-A… Nathan….
-Sí, me enteré, dijiste como seis veces su nombre. Pero, ¿quién es?
-Un ex novio…
Upss… hay un ex novio… Harold se nos pone celoso… ¿problemas?
Por si les entra la duda, sí, es Nathan Sykes de The Wanted el ex novio de la rayis
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summer paradise (harry styles )
Novela Juveniles una novela de amor , mentiras , realidades y con un final feliz . descubre como una persona que odias puede ser parte de tu vida he incluso puedes llegar amarlo no queras parar de leer