“En la mujer, el orgullo es a menudo el móvil del amor.” -George Sand
_______________:
Hoy, en las clases, no me senté con Harry como solía hacer, me senté con Alex.
-Eres una zorra. -murmuró por lo bajo mientras Brooks daba una explicación sobre el plan de trabajo de un productor- Me cambias y cuando te peleas con Harry, vuelves a mí.
-Nunca te he cambiado. -siseé un poco molesta-
Ese día, hasta que me dijeran “hola” me molestaba. Y me molestaba muchísimo.
Harry y yo no habíamos hablado desde la tarde anterior y se sentía terriblemente mal. Necesitaba contarle las cosas de las que me había enterado, o las que me habían pasado, en esas dos cortas horas que llevábamos en la universidad. Pero adivinen quién no me dejaba. Sí, el señor orgullo. Y, ciertamente, yo era la persona más orgullosa y rencorosa que podía existir. Siempre había sido así y tenía el conocimiento de que a Harry le desagradaba eso, pero no había nada que yo pudiera hacer; yo era así y sanseacabó.
Creo que estuve alrededor de media hora mirando su nuca, la forma en que sus enredados rizos color chocolate se daban por finalizados en la parte trasera de su cabeza. Nunca se dio vuelta para mirarme. Su mano derecha se movía rítmicamente, al igual que su pierna. Probablemente estaba nervioso.
El quiz de la cuestión es que la que tenía que estar enojada sin hablarle era yo, no él. Él me había ofendido a mí, no yo a él. Aunque quizás, la ofensiva había sido recíproca, y yo no me daba cuenta de ello.
Apenas sonó el timbre se levantó, tomó sus apuntes, se colgó la mochila y salió del salón antes que cualquier otro. Okey, esto ya estaba jodidamente raro.
-Vale. -suspiré para mis adentros- Vete.
-Deja de hablar sola, das miedo. -dijo Alex colgándose la mochila al hombro- Esta es la situación: están enojados, ya supérenlo.
«Gracias por la novedad, Alex.»
...
Me enfundé en un sencillo vestido suelto color nude, me puse unas sandalias sin taco negras y tomé mi bolso negro también. Dejé mi cabello suelto y me maquillé con delineador y máscara de pestañas color negro.
A las nueve Alex pasó por mí. Suponíamos que los chicos ya estarían ahí esperándonos. Quiero decir, quince minutos de retraso no le harían mal a nadie. Alex llevaba un vestido corto y algo apretado, aunque aún sencillo, color blanco y unas sandalias rojas.
-¿Superado?
-No todavía. -hice una mueca-
-Pasaron más de veinticuatro horas. ¿Cómo lo soportas?
-Ése es el problema. ¡No lo soporto! ¡Quiero hablarle, maldición!
-Y háblale, ____________. Ya eres una adulta, en dieciocho días cumplirás los 22 años y estás esperando un bebé. No puedes seguir encaprichada con no hablarle. Supera tu maldito orgullo y háblale.
-¡Me dijo que ya no confiaba en mí!
-No te dijo eso, y lo sabes perfectamente.
-Me dijo (despectivamente), “Vale. ¿Y qué si no confío en ti?” ¿Qué tal?
-¿Él dijo “No confío en ti”?
-Per...
-¿Él dijo “No confío en ti”? -repitió-
-No.
Llegamos a Gino’s y los chicos ya estaban esperándonos en una mesa. Alex soltó un chillido cuando vio a Nathan.
-Tienes como… siete años más. -murmuró mirándolo de pies a cabeza- Estás lindo. ¿Quieres ser mi novio?
Los tres soltamos una carcajada. -No has cambiado, ¿eh? -sonrió Nathan- Podría ser tu novio, si quieres.
-Lo siento, ya tengo. -hizo una mueca bromista- Pero puedes ser mi novio por esta noche, ¿te va?
-Ven aquí. -dijo él riendo y le dio un gran abrazo- Hola tú. -dijo dirigiéndose a mí-
-Hola. -sonreí y le di un beso en la mejilla-
Nos sentamos en la mesa y comenzamos a charlar de todo. Supongo que los siete años perdidos en el medio llevarían un gran tema de conversación. Alex le hizo un extenso interrogatorio de todas las novias que había tenido en esos siete años y me sorprendió que, después de mí, hubiera tenido sólo una novia. Era raro, siendo Nathan un chico conquistador.
En el medio de la cena, interrumpimos la charla sobre contaduría -carrera que Nathan había seguido- para hablar sobre la casa. Expresó que la iba a querer, pero no inmediatamente, sino que en un par de meses, porque quería reunir toda la plata. Le faltaba poco, pero le llevaría unos meses. Acepté la propuesta, porque era consciente de que nadie aceptaría pagar lo que él nos ofrecía.
Dado por terminado el tema, ellos siguieron charlando, mientras mis pensamientos se desviaban hacia Harry y a lo que pasaría después.
Bueno, nos enteramos de algo que ya sabíamos de rayita: es orgullosa y rencorosa e. Espero que les haya gustado el capítulo. ¿Qué piensan que pasará ahora con Harry, Nathan y __________? Saquen conclusiones y háganmelo saber, por ahí saco alguna idea de las suyas.

ESTÁS LEYENDO
summer paradise (harry styles )
Novela Juveniles una novela de amor , mentiras , realidades y con un final feliz . descubre como una persona que odias puede ser parte de tu vida he incluso puedes llegar amarlo no queras parar de leer