Anna (Fraive) Compartían los mismos rasgos físicos, pero sus mentes eran totalmente diferentes. Ella realmente detestaba a Anna, o más que éso.. le temía cuando llegaba.
Ése día fue bastante extraño, en el buen sentido. Habíamos acordado vernos en el parque del este de la ciudad de Caracas (12:00). Ella se tardó 20 minutos. Yo, por el contrario, estuve más temprano (Pues, siempre tenías que llegar a una primera cita a tiempo).
—Ya estoy aquí, Latios! ¿Dónde estás? ¿Ya llegaste?—recibí su SMS, el cual leí justo después de mirar un partido de fútbol cerca del lugar.
Amor, estoy en el estacionamiento—, le contesté, casi de inmediato. Recordé que ella propuso vernos en la entrada del lugar. Comencé a caminar, mi atención fija en el teléfono, la ansiedad me invadió por un instante. Fuí acercándome hacía ella al reconocer sus rasgos físicos a unos metros.
—Qué tonto, estuve esperándote por un rato. Pensé que ya estarías acá (Guiño)—exclamó ella mientras dejaba escapar una sutil sonrisa. De ésas que lo explican todo, que te irradián de tranquilidad. Después, no logré decir una sola palabra en un rato, pues me detuve a observarla; a detallar su radiante cabello castaño, sus ojos "achinados" cafés. Realmente quedé abrumado.
—L-Lo siento, pensé en llegar antes y recordé que nos veríamos aquí (Risas)—le respondí, casi perplejo.
—Oh, bueno, no importa. Mejor caminemos, ¿Vale?
—Vale! Asentí de forma tranquila. Fuimos por algo de comer y un café. Después, mientras charlábamos sobre nuestros gustos, intereses; y alguna broma por ahí se escapaba (Típico de mí).. de pronto, comenzó a llover. A llover muy fuerte.
—¡Ven, Corre! (Risas)—le propuse, mientras tomé de su mano sin dejarle siquiera responder y ella la entrelazó con fuerza. Obviamente, llegamos hasta un árbol que nos logró cubrir un poco.
—Woah! Éso ha sido muy loco, no(?)
—(Risas) Estoy segura, sí!—Respondió ella.
Mi cabello, el suyo que en las puntas tenía teñido un verdor primaveral, mis zapatos, y la blusa de Rolling Stone que ella llevaba puesta se empaparon. Anna, llevaba consigo un suéter 'Pronto' color rojo en su mochila. El cual en unos instantes descubrió y lo usó para cubrirse. Le pedí que me lo regalará y tranquilamente accedió. Quería tener algo de ella.
La lluvia intensa se había convertido en sólo una llovizna al pasar unos minutos.El cielo parcialmente nublado, comenzó a despejarse. Una cosa rondaba mi cabeza: Solos, lluvia, nuestros cuerpos rosándose, el lago de enfrente, no había nadie cerca; tenía que besarla. Era el momento. Pero entonces ella me miró fijamente y mis ojos le respondieron. Ninguno apartó la mirada del otro. Me pareció la oportunidad perfecta para nuestro primer beso como novios. Cuando me sorprendió que sus brazos me rodearan la cintura. Yo, hice lo mismo y estuvimos así un largo rato. Lo suficiente para darme cuenta lo sola que Anna se sentía y, porqué no(?) quizá también me encontraba en la misma situación, pero no quise denotarlo. Al cabo de unos 15 minutos, la abracé más fuerte y ella sólo sonrió como si no ayudará mucho. El cielo de pronto dejó su gris tonada en aquella tarde de Agosto 23 y paró de llover. Dejando en el horizonte apenas un reflejo de colores. Tuvimos que desplazarnos por el césped que desplegaba un extraño aroma a tierra mojada. Fraive, me tomó de la mano y así nos mantuvimos hasta llegar a un banco de cemento en el cual caímos rendidos.
—¿Qué has traído ahí? en tú mochila, quiero decir..
Ella respondió de manera que fue mostrándome algunas cosas de Pokemón (Tarjetas, dibujos), hasta un pequeño peluche de Pikachú. Le pregunté si realmente le gustaban estás cosas y sólo me miró con cara de "¿A ti no?". Al levantarnos para salir de lugar, y seguir caminando.. Mi teléfono, que estaba en mi bolsillo trasero izquierdo; se dio un golpe contra el piso y enseguida lo recogí. No era la gran cosa, un simple smartphone Huwaei. Pero que sin embargo, no me apetecía que lo viera.
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ÚLTIMOS DÍAS DE OCTUBRE CON ANNA.
Mystery / ThrillerFraive era una chica simpática. Su piel morena y ojos café oscuro lograban cautivar a cualquier chico, pero yo no solía ser el típico chico. Ella no era una princesa buena, pero tampoco una rockera mal. Supongo que en éso radicaba su encanto. En la...